Huaraches de Toluca, entre los mejores destinos para foodies de corazón

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Se define como foodies a las personas que son fanáticas de la buena comida y la bebida, sin importar si ésta proviene de un restaurante de lujo o de un puesto callejero, ya que están buscando constantemente nuevas recetas y platillos de todo tipo. Les interesa conocer la preparación de sus alimentos y el proceso necesario para llegar a sus mesas, por lo que frecuentan los pequeños mercados locales y puestos ambulantes para conocer de primera mano la calidad de los ingredientes.

Esta tendencia entre los fanáticos de la gastronomía se encuentra en crecimiento, pues muchos de ellos comparten sus experiencias en sus redes sociales, a través de fotografías, reseñas y video blogs. Para ellos y todos quienes desean adentrarse en el mundo foodie, así como los fanáticos de los viajes que desean conocer nuevas experiencias gastronómicas en sus viajes, ClickBus, plataforma online líder en venta de boletos de autobús, recomienda los siguientes destinos donde podrán encontrar experiencias gastronómicas atractivas, auténticas y deliciosas, combinando las costumbres de los pueblos originarios con algunas técnicas modernas:

  1. Toluca, Estado de México – Huaraches tostados.Aproximadamente a dos horas de la CDMX, en el centro de la capital del Estado de México se localiza Plaza España. Ahí podrás encontrar en diferentes puestos los particulares huaraches tostados. Con base de nixtamal y una molienda “martajada”. La masa es extendida aproximadamente en 40 por 25 cm y queda con una apariencia áspera. Se le expande una capa de frijoles, otra de nopales, cebollas, cilantro, queso, salsa y aguacate.
  2. Atlixco, Puebla – Cemitas y helados. Este pueblo mágico lleno de flores y colores ofrece un espectáculo visual al visitante y, sin duda alguna, también culinario. Las cemitas son un emblema de la gastronomía poblana, y el Mercado Benito Juárez, en el centro del pueblo, cuenta con diferentes locales en donde puedes degustar esta especialidad con milanesa, carne al pastor o carne enchilada; además de otras delicias como barbacoa, mole poblano y cecina. Como postre, no puedes perderte los exóticos sabores de la heladería artesanal Ximitl, que incluyen variedades como el chile en nogada, mole poblano o cecina, además de los clásicos como vainilla y limón.
  3. Téjaro, Michoacán – Las largas.Fuera de los cánones del turismo cotidiano en nuestro país, vale la pena dar una vuelta al municipio de Téjaro, ubicado a menos de dos horas de la capital del estado michoacano. Aquí se puede disfrutar de un ambiente cálido y tranquilo. Para cuando llega la hora de comer, hay un reto para los amantes del picante: las largas, tacos de suadero con un sabor muy particular, distinto a cualquier otro en el país, con tortillas hechas a mano, acompañados de una salsa extremadamente picosa, elaborada a base de chile de árbol. Pocos son los que salen intactos después de probar este alimento.
  4. Maní, Yucatán – Queso relleno Yucateco. Al sur del país, el estado de Yucatán no solo nos ofrece atardeceres impresionantes y playas cristalinas, sino una sutil forma de conquistarte a través de su cocina. Uno de los platos menos conocidos, pero más deliciosos, es el queso relleno yucateco, un queso de bola, tipo gouda o Edam, con una abertura en la parte superior y relleno de carne molida con yemas cocidas, servido en un plato hondo con kol (un caldo espeso de harina) nos está esperando. Es el platillo perfecto para deleitar los sentidos, evocando la historia, mestizaje y fusión de la gastronomía yucateca.
  5. León, Guanajuato – Caldo de oso.La gran ciudad experta en productos de piel y donde se encuentra la Plaza Fundadores entre otras atracciones culturales y visuales. Hay que recorrer el centro y aventurarse a probar el llamativo caldo de oso, que es una preparación que lleva vinagre de piña, limón, cebolla picada, sal, chile, y queso rallado, también tiene una variación con fruta picada como piña, mango, pepino o jícama, todo lo anterior colocado dentro de un vaso de medio litro.

Cualquiera que sea tu destino, conviene crear una ruta que te permita disfrutar de la mayor cantidad de estos platillos y reconocer tus favoritos. La combinación ganadora es viajar y comer, siempre encontrando formas que faciliten tus recorridos, no importa si es en una gran ciudad o en algún municipio, para así volverlos una experiencia inolvidable en todos los sentidos.