5 Curiosidades del Superclásico Boca vs River

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Este domingo se vivió una nueva edición del superclásico argentino entre Boca Juniors y River Plate donde los xeneises se llevaron la victoria en penales, pero aquí hay cinco curiosidades del superclásico:

  1. River 0 – Boca 6: la mayor goleada de la historia

El 23 de diciembre de 1928 se produjo un hecho único y hasta aquí jamás superado. Ese día, por una jornada del torneo Amateur, Boca humilló como visitante a River en un partido rarísimo. Domingo Tarasconi abrió la cuenta a los 3 minutos. Cuando promediaba la primera mitad, dos jugadores de River, Gerónimo Uriarte y Alejandro Giglio, fueron a buscar un centro en un corner, se cabecearon entre sí y ambos quedaron nocaut, con traumatismo de cráneo. Los locales siguieron jugando con 9 (aún no existían los cambios) y el xeneize no tuvo piedad: Esteban Kuko y Roberto Cherro anotaron dos goles cada uno y establecieron el 5 a 0. Cuando quedaban 10 minutos, otro jugador de River, Francisco Gondar, también dejó la cancha desmayado, esta vez como consecuencia de un pelotazo tremendo en el estómago. Once contra ocho, Tarasconi cerró el histórico superclásico y poco después, el árbitro dio por finalizado el encuentro, pese a que aún faltaban poco menos de 10 minutos por jugarse.

  1. Boca hace de local en el Monumental y recibe a ¿River?

En el tan insólito como nefasto 1984 a Boca le pasó de todo. Como tenía la Bombonera clausurada, el xeneize le alquiló el Monumental en varias ocasiones a su primo. Y el 26 de junio, por el campeonato Metropolitano, llegó el colmo: Boca recibió a River en Núñez. El inédito partido terminó 1 a 1 con otra curiosidad: los dos goles fueron convertidos por jugadores del club de la Ribera: Ariel Krasouski, a favor, e Ivar Stafuza, en contra.

  1. La insólita expulsión de Silvio Marzolini

El superclásico del 12 de marzo de 1972, por la primera fecha del Metropolitano en el Monumental fue una fiesta de Boca. El equipo xeneize era muy superior a River. Según el árbitro Juan Carlos Rodríguez, tanto Ramón Ponce como Hugo Curioni provocaban a los hinchas locales en cada uno de los festejos de sus respectivos goles (hicieron dos cada uno y el partido terminó 4 a 0). El juez le advirtió al capitán visitante, Silvio Marzolini, que no iba a tolerar un exceso más. Cuando llegó el cuarto de Boca, el rubio defensor poco pudo hacer para evitar que los jugadores xeneizes gozaran como nunca y el juez le mostró la tarjeta roja, como castigo por el festejo de sus compañeros.

  1. La mitad menos uno (de extranjeros)

De los 22 jugadores que iniciaron el River-Boca del 6 de agosto de 1961, sólo 10 eran extranjeros. En el Millo jugaron los brasileños Delem, Roberto y Moacyr Pinto, el español Pepillo y el uruguayo Domingo Pérez, mientras que el xeneize puso entre sus once a los brasileños Dino Sani, Paulo Valentim, Maurinho y Orlando, y al peruano Víctor Benítez. El resultado fue 2 a 2, y como no podía ser de otra manera, los goles no fueron convertidos por futbolistas argentinos (Moacyr y Pepillo para los locales, y Benítez y Valentim, para la visita).

  1. El superclásico ¿de Avellaneda?

Luego de sus respectivas fundaciones en la Boca, tanto el equipo xeneize como River se mudaron a Avellaneda por problemas económicos. Los rojiblancos se asentaron en Sarandí y los azul y oro, en Wilde. En ambos casos, la merma de hinchas y las complicaciones de los players para llegar a destino, provocaron que ambos clubes regresen a sus pagos originales. De haber prosperado esas mudanzas, el Superclásico hubiera cambiado de localidad.

Por eso y por más, este es el mejor clásico de la historia y del mundo.

Atentamente

Un aficionado cualquiera