Curiosidades de los presidentes de México
Nuestro primer presidente, Guadalupe Victoria, era cojo, por eso usaba bastón, y además soltero. Otros presidentes solteros fueron Sebastián Lerdo y Vicente Fox. No obstante, Victoria se casó unos años antes de morir y Fox es el único que se ha casado estando en el cargo, pero Lerdo nunca dio su brazo a torcer.
Cojo también fue Santa Anna (una bala de cañón le mochó la pata). Mancos fueron el “de Tecoac”, Manuel González, y el “de Celaya”, Álvaro Obregón. González ha sido el único abandonado durante su encargo y luego divorciado pues su esposa no aguantó su mal trato e infidelidades (se decía que hizo del Palacio Nacional “un gran burdel”). Mariano Arista es el único separado de su esposa para vivir en “pecado” con otra mujer y lo hizo en Palacio Nacional. Valentín Canalizo, Benito Juárez, Porfirio Díaz y Plutarco Elías Calles enviudaron durante su encargo. Peña enviudó y casó, pero siendo Gobernador.
Juárez se casó con una niña expósita: Margarita Maza, y se dice que tuvo hijos fuera de matrimonio: dos antes de casarse con Margarita, una en Chihuahua mientras huía de los franceses y dos con una señora que tenía viviendo al lado de Palacio Nacional. Porfirio casó con su sobrina Delfina, pero mientras la enamoraba tuvo a su hija Amada y recién nos enteramos que, a la muerte de Delfina, concibió otro hijo nacido cuando ya no era presidente y antes de casarse con Carmen Romero Rubio de 17 años (él de 51), con quien ya no procreó. Madero y Sara Pérez no tuvieron descendencia. Juárez y Miguel Alemán Valdés son los únicos que han tenido hijos durante su encargo.
Dos presidentes se casaron por poder: Santa Anna porque estaba resfriado y Porfirio porque estaba asaltando Puebla (en ambos casos no sabemos si la noche de bodas también fue “por poder”). Madero fue el primer presidente electo democráticamente y el primero en viajar en avión; se casó con Sara Pérez porque un espíritu se lo dijo y fue el primero en llevarse a su esposa a campaña política (por eso le decían el “Sarape” de Madero); además fue asesinado, pero tres días después de que renunció a la presidencia.
Décadas antes, Miguel Barragán murió de fiebre pútrida dos días después de dejar la presidencia. Dos murieron violentamente años después de dejar el cargo: Vicente Guerrero fusilado e Ignacio Comonfort de un machetazo en el pómulo (de éste se dice que su mamá influía en todo lo que hacía, incluyendo las decisiones presidenciales). Juárez fue el único muerto por enfermedad estando en funciones. Luego, a Carranza lo asesinaron aún siendo presidente. Obregón fue asesinado cuando era presidente electo, mientras comía. Y el día de su asunción, a Pascual Ortiz Rubio lo hirieron de un balazo en la mandíbula.
Cinco presidentes fueron insurgentes: Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Melchor Múzquiz, Nicolás Bravo y Juan Álvarez. Varios realistas: Anastacio Bustamante (inculto y de modales rudos, le decían “Brutamante”), Manuel Gómez Pedraza, Barragán, Santa Anna, entre otros. Pero en el siglo XIX en ambos bandos imperó la ilegalidad. El segundo presidente, Guerrero, llegó al cargo por un golpe de Estado contra el legítimo electo: Gómez Pedraza (a éste sólo le permitieron cubrir los últimos meses de su periodo). Luego a Guerrero le dio un golpe su vicepresidente Bustamante. Santa Anna quitaba y ponía presidentes a su antojo (no le gustaba gobernar, lo que le gustaba era la fiesta y la lambisconería asociadas al cargo). Paredes y Arrillaga en vez de combatir a los invasores estadounidenses dio golpe de Estado y proclamó la monarquía (luego lo quitaron mediante otro golpe). Y Manuel Robles Pezuela dio un golpe de Estado el día de Navidad de 1858. ¡Vaya tontos!
Muchos presidentes fueron corruptos, pero tres pasaron a la historia por honrados: Melchor Múzquiz, Barragán y José Joaquín Herrera. José Justo Corro era tan religioso que le decían “el Santo”. Santa Anna enterró con honores su pata mocha y estrenó el Himno Nacional que aún cantamos. A Manuel de la Peña correspondió la ingrata tarea de ceder más de la mitad del territorio a los gringos. Herrera fue el primer presidente del México mutilado y Arista uno de los pocos del siglo XIX en llegar a la Silla por la vía electoral.
Miguel Miramón ha sido el presidente más joven: llegó con 27 años. Le siguen Roque González Garza de 30, Eulalio Gutiérrez de 33, Emilio Portes Gil de 37, Victoria y Madero de 38 y Cárdenas de 39. Los más viejos: José Ignacio Pavón de 69, Victoriano Huerta de 67, Juan Álvarez y AMLO de 65 y Adolfo Ruiz Cortines de 64. El presidente que más duró fue Porfirio con 33 años de gobierno y el que menos Pedro Lascuráin con 45 minutos. A Francisco León de la Barra le decían el “Presidente Blanco” y a Manuel Ávila Camacho el “Presidente Caballero” por su buena educación. Dos han sido considerados inteligentes: Lerdo y Zedillo, aunque ambos de nula sensibilidad política. Inteligente y maquiavélico fue Salinas. Algunos de los más corruptos: Miguel Alemán (“Presidente Empresario”), López Portillo, Salinas y Peña. Y los que han hablado de austeridad: Adolfo Ruiz Cortines, Miguel de la Madrid y AMLO.
Las malas lenguas dicen que los siguientes tuvieron amantes: Miguel Alemán (la actriz brasileña Leonora Amar), Díaz Ordaz (Irma Serrano “La Tigresa”), López Portillo (Rosa Luz Alegría), Salinas (Ana Paula Gerard) y Peña (Maritza Díaz, pero como Gobernador). Entre los “guapos” tenemos a Francisco Javier Echeverría, Roque González Garza, López Mateos (primero nacido en el siglo XX) y Peña Nieto. Entre los “más feos” estarían Guerrero, Lerdo y Díaz Ordaz. Los seductores fueron Santa Anna, López Mateos y López Portillo. Todos han tenido vicios, pero el más borracho y drogo fue Victoriano Huerta.
Entre los presidentes barrigones y cachetones están Juan N. Méndez, Eulalio Gutiérrez, Obregón (luego que perdió el brazo), Portes Gil y Ávila Camacho. Muchos calvos: Gómez Farías, Corro, Mariano Salas, Comonfort, Lerdo, Iglesias, Madero, Huerta, Ortiz Rubio, Abelardo L Rodríguez, Ruiz Cortines, Echeverría, López Portillo y Salinas. De Victoria a Juan Álvarez muchos fueron patilludos a la usanza de la época (Santa Anna usaba pelo y patillas emulando a Napoleón Bonaparte). El más alto ha sido Fox y los más chaparros Juárez y Madero. Los anteojudos: Iglesias, León de la Barra, Huerta, Francisco S. Carvajal, Carranza, Ortiz Rubio, Díaz Ordaz, Echeverría, Zedillo y Calderón.
Muchos bigotones: Canalizo, Salas, a veces Santa Anna, Comonfort, Zuloaga, Porfirio Díaz, León de la Barra, Madero, Lascuráin, Huerta, Carvajal, Gutiérrez y Lagos Cházaro, Obregón, Calles, Ortiz Rubio, Cárdenas, Alemán, Salinas y Fox. Con todo y barba: Martín Carrera, Rómulo Díaz de la Vega, Iglesias, Manuel González, Roque González y Carranza (“Barbastenango”). Con piocha: Lombardini, Miramón, Robles Pezuela y Méndez. El resto fueron lampiños.
Ningún presidente ha podido heredar el cargo a sus hijos y de ninguno se sabe que haya tenido algún parentesco entre sí. Y como es notorio, jamás una mujer ha gobernado México como Presidenta (Carlota lo hizo como Emperatriz). En fin, se pueden decir muchas cosas más de los presidentes mexicanos, pero con estas curiosidades tenemos para entretenernos un buen rato.
 
										
					
 
							
