+Alud de recuerdos en la FIL de Guadalajara; del bloqueo al cierre por Shimon Pérez; entre muchos personajes, el de Carlos Fuentes a través de Consuelo Sáizar, Jorge Volpi, Cristina Rivera Garza y Alberto Manguel
La frase:
La prosperidad económica al norte de la frontera mexicana depende fundamentalmente de la mano de obra mexicana.
CARLOS FUENTES MACÍAS
EN LA FIL DE GUADALAJARA
Volver a la FIL de Guadalajara, es recordar lo vivido y vivir del recuerdo, pero con los personajes que sobreviven, bien porque supieron establecerse en la memoria colectiva o bien porque aún viven y se puede hablar con ellos.
Dentro de los recuerdos, luego de 35 emisiones a las que he asistido, se me vino a la memoria la FIL del año 2013, en que fue invitado de honor Israel y por ello, el entonces presidente Shimon Peres, asistió a la inauguración y por ser jefe de Estado y además de un estado que casi se aleja de los conflictos, pero que permanece con ellos, toda la avenida de Las Rosas fue cerrada a la circulación, como ahora en que un grupo de integrantes del partido Movimiento Ciudadano trataron de bloquear la inauguración, pero no pudieron, sólo retrasaron el acceso del público en general.
Fue un gusto volver a saludar a personajes como la escritora española Rosa Montero quien escribe domingo a domingo en El País Semanal, también a Porfirio Muñoz Ledo, ahora en silla de ruedas, pero muy activo y ya sin tomar el famoso vino Petrus, no porque haya dejado de gustarle, sino porque el precio de la botella es de 117 mil pesos.
Otro gusto el poder saludar a Antonio Malpica quien tuvo un encuentro con ml jóvenes en el auditorio Juan Rulfo. A Bernardo Fernández Bef, quien presentó su libro más reciente 3 deseos; a la escritora colombiana Laura Restrepo, a Sergio Ramírez, uno de los perseguidos políticos de Daniel Ortega el dictador de Nicaragua, quien participó en la ceremonia inaugural.
A Irene Vallejo Moreu, escritora española que presentó El infinito en un junco; a Ángeles Masttreta con quien recordamos sus tiempos de reportera, ahora una destacada escritora, Arráncame la vida fue el tema, un libro que se llevó a la pantalla grande.
En el curso de la semana se presentarán dos ex presidentes chilenos, Michelle Bachelet y Ricardo Lagos.
Con Benito Taibo y su grupo de amigos y con Lorenzo Córdova Vianello nos encontramos en el restaurante Reforma No. 1. Ahí, acompañado de mi hija Sandra y mi nieta Jime tuvimos la oportunidad de degustar espléndidos platillos como un pozole al estilo guerrero, lengua en salsa verde y unas insuperables tripitas doradas o chinchulines como les llaman los argentinos, acompañados de un par de caballitos de tequila don Julio. Mi nieta degustó unos tacos al pastor de época, según dijo.
Guadalajara tiene esa insuperable textura como ciudad, como sede de la FIL y como lugar para convivir a cualquier hora, porque no se cierra temprano. Desde luego no debo olvidar a mis amigos como Jorge, Toño y Alberto, diligentes meseros del lugar.
UN RECUERDO POR CARLOS FUENTES
A diez años de su fallecimiento, lectores y amigos del autor de Aura se reunieron para reflexionar sobre la trascendencia de su legado dentro de la literatura universal.
Ganador del Premio Cervantes, narrador y ensayista, Carlos Fuentes Macías dejó una huella honda en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, institución de la que fue amigo cercano y que le organizó un homenaje a diez años de su muerte, acaecida el 15 de mayo de 2012.
Como parte de ese homenaje al autor de Aura y Terra Nostra, el Salón 4 de la Feria recibió a amigos y lectores quienes se reunieron para recordar su legado. En la sesión estuvo presente Silvia Lemus, quien fue esposa del escritor, y escuchó cómo fue dibujándose la personalidad de Fuentes con las anécdotas y los libros por él escritos, a cargo de cinco autoras y autores quienes fueron moderados por Jovany Hurtado.
La primera en tomar la palabra fue Consuelo Sáizar (desayunó en el restaurante Los Vitrales), quien sorprendió a la audiencia con una anécdota que el propio Fuentes le narró en 2010, y que describió con claridad cómo es que se convirtió en un escritor profesional.
Empezaré con una anécdota que Silvia (Lemus) conoce bien y que se desarrolló aquí, en la FIL Guadalajara, en noviembre de 2010, cuando en una cena comenté con Fuentes Los laberintos del poder. El reclutamiento de las élites políticas en México 1900-1971, en el que Peter Smith da la fórmula que prevaleció durante el priismo para llegar a ser presidente de México: uno, estudiar derecho; dos, estudiar derecho en la UNAM; tres, ser secretario particular de un profesor que ya se encontrara trabajando en el gobierno, priista, por supuesto, y al cual se le adivinara un futuro promisorio, leyó Sáizar durante su participación.
Fuentes me escuchaba con su atención y cortesía características, cuando de repente me dijo El autor, ‘Consuelo, describe a mi generación. Verá usted, no sé si lo sepa, pero en la última clase que cursé de la carrera de derecho de la UNAM, mi profesor de constitucional, el entonces muy joven José Campillo Sáenz (posteriormente Secretario de Industria y Comercio en tiempos de José López Portillo), me pidió que permaneciera en el salón ya que hubieran salido todos mis compañeros de clase, y me propuso entonces ser su secretario particular (la tercera condición), casi no lo dejé terminar, lo interrumpí’, me dijo Fuentes, para luego decirle: ‘Muchas gracias, maestro, me siento profundamente halagado por su propuesta, pero, sabe usted, yo he decidido ser escritor’.
Quien sí aceptó el puesto que le ofrecían a Fuentes fue un joven Miguel de la Madrid Hurtado, quien a la postre sería presidente de México, de 1982 a 1988. El libro del que habló Sáizar fue La región más transparente.
El segundo turno de la noche fue para Alberto Manguel, quien habló de Fuentes desde la perspectiva de Aura. Yo creo que un tema esencial en la obra de Fuentes es el amor y la figura que encarna el amor a lo largo de toda la obra de Fuentes es Silvia Lemus, entonces, él toma esa experiencia privada y la transforma mil veces en su obra, consideró Manguel.
Terra Nostra, una novela entre novelas, fue analizada por Jorge Volpi (integrante de la llamada Generación del Crack), quien la llegó a comparar con un abismo negro. Si una novela de Fuentes intenta llevar a sus últimas consecuencias esta voluntad demoniaca de provocar e intervenir en el destino de sus personajes es Terra Nostra, la que a mí me parece la más osada, la más valiente, la más vigorosa muestra de su obra, comentó Volpi.
El terreno de los ensayos le correspondió, en primer lugar, a Cristina Rivera Garza, quien habló del libro Myself With Others, escrito en inglés y que le valió críticas a Fuentes a cargo de Enrique Krauze. En 1988, cuando Fuentes recibió el Premio Cervantes, el premio de la National Arts Club en Nueva York y el premio Rubén Darío en Managua, Enrique Krauze publicó un polémico artículo contra él, tanto en Vuelta como en The New Republic, para denostar el así llamado carácter inauténtico de la vida y obra de Fuentes, gran parte de la argumentación de su llamada ‘desavenencia moral’ con el escritor estaba basada precisamente en los apuntes autobiográficos que Fuentes había incluido en este libro, expresó Rivera Garza.
Para cerrar, el peruano Efraín Kristal evocó la cicatriz que es la frontera entre México y Estados Unidos desde el punto de vista de La frontera de cristal. Las meditaciones de fuentes sobre la frontera tuvieron siempre como eje central el tema de los trabajadores mexicanos en los Estados Unidos y Fuentes siempre insistió que la prosperidad económica al norte de la frontera mexicana depende fundamentalmente de la mano de obra mexicana, aunque la política oficial de los Estados Unidos no reconoce este hecho, dijo Kristal.
Al terminar la ponencia, Hurtado invitó a que se siga manteniendo vivo el recuerdo de Fuentes, y lo hizo mencionando que lo que mejor se puede hacer por esa labor es leer textos del autor de Gringo viejo.