APOYEMOS A LA UAEMEX

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«Sentir mucho por los demás y poco por nosotros mismos; reprimir nuestro egoísmo y practicar nuestras inclinaciones benevolentes; esto constituye la perfección de la naturaleza humana»

Adam Smith

 

 

Como ex alumno de Nuestra Máxima Casa de Estudios, la Universidad Autónoma del Estado de México, UAEMEX; no puedo sentirme ajeno al proceso en marcha cuyo final se avecina para elegir al nuevo Rector que en este caso, será Rectora.

Me  viene a la mente una batería de preguntas estratégicas con el ánimo de invitar a la reflexión para una toma de decisiones que redunden en el beneficio más amplio para la Comunidad Universitaria: ¿Qué hacer para que deje de percibirse como la cueva de ali-baba y los cuarentas ladrones (8 de cada 10 ex rectores están millonarios)? ¿Qué hacer para erradicar la práctica tan nociva de que el rector en turno se perciba como rey de la Edad Media capaz de elegir a su sucesor para seguir manteniendo su redituable franquicia? ¿Cómo exigir que la transparencia y la rendición de cuentas pase de la demagogia a los hechos? ¿Cómo lograr una Contraloría Universitaria y con independencia de criterio que vigile la correcta aplicación del presupuesto?

El asunto se puede abordar desde distintos ángulos, para ello acudiremos a la riqueza de nuestro idioma y a la importancia de un nombre TOLUCA, que bien puede ser el acrónimo que le aporte a la rectora entrante, una hoja de ruta sencilla de entender y de adoptar:

Transparencia + Orden + Liderazgo + Unidad + Comunicación + Autonomía = TOLUCA.

 

La UNAM ha tenido excelentes rectores que pudieran servir de ejemplo como José Narro Robles (Rector de la UNAM, 2007–2015) cuya gestión se distinguió por la Defensa de la autonomía universitaria: Sostuvo la independencia frente a presiones políticas y sociales, reafirmando su papel como institución crítica y plural.

Por la Expansión de la cobertura y la equidad: Impulsó la creación de nuevas escuelas y campus, ampliando el acceso a la educación superior pública para sectores tradicionalmente excluidos; por el Fomento a la investigación y la cultura: Apoyó el desarrollo científico, tecnológico y cultural, consolidando a la UNAM como referente en América Latina y, finalmente, la Gestión de crisis: Mantuvo la estabilidad institucional durante movimientos estudiantiles y conflictos internos, privilegiando el diálogo y la negociación.

Desde luego que ha habido muchos rectores exitosos en México que han compartido una visión de inclusión, autonomía, modernización, compromiso social y defensa de la universidad pública. Han sabido navegar contextos complejos, gestionar crisis y fortalecer el impacto de sus instituciones en la sociedad.

A nivel internacional, hay múltiples ejemplos, incorporaré a mi artículo a una mujer, Drew Gilpin Faust (Presidenta de Harvard, 2007–2018) citando sus Factores críticos de éxito: Visión inclusiva: Primera mujer presidenta en la historia de Harvard, impulsó políticas de diversidad e inclusión, ampliando el acceso a estudiantes de diferentes orígenes.

Gestión en tiempos de crisis: Lideró la universidad durante la crisis financiera de 2008, tomando decisiones difíciles para asegurar la estabilidad institucional. Fomento de la investigación interdisciplinaria: Promovió la colaboración entre facultades y el avance en áreas emergentes como la biomedicina y el cambio climático. Y, finalmente, la Comunicación efectiva: Supo mantener la confianza de la comunidad universitaria y de los donantes, incluso en momentos de incertidumbre.

Para complementar esta entrega, le consulté a la IA, sobre las 10 características deseables en quienes han dirigido Harvard, Yale y Oxford

  1. Visión estratégica:Capacidad para anticipar el futuro y guiar a la institución hacia metas ambiciosas y sostenibles.
  2. Integridad y ética: Compromiso con valores sólidos, transparencia y honestidad en la toma de decisiones.
  3. Capacidad de liderazgo inspirador:Habilidad para motivar, unir y movilizar a una comunidad diversa hacia objetivos comunes.
  4. Gestión eficaz de recursos:Competencia para administrar grandes presupuestos, captar fondos y asignar recursos de manera eficiente.
  5. Habilidad diplomática:Destreza para negociar, mediar y construir alianzas dentro y fuera de la universidad.
  6. Apertura a la innovación:Disposición a promover el cambio, la experimentación y la adopción de nuevas tecnologías y enfoques pedagógicos.
  7. Compromiso con la diversidad:Sensibilidad y acción efectiva para crear ambientes inclusivos y equitativos.
  8. Capacidad de adaptación: Flexibilidad para responder a crisis, cambios sociales y desafíos globales.
  9. Excelentes habilidades de comunicación:Claridad y persuasión para transmitir la misión y visión institucional a públicos internos y externos.
  10. Pasión por la educación y la investigación:Amor genuino por el conocimiento, la formación de personas y el avance científico y cultural.

Finalmente, estoy convencido que, quienes compartimos un vínculo común al ser egresados de Nuestra Alma Mater, estamos llamados a seguir preservando e incrementando su prestigio; por ello, más allá de las labores de los Patronatos, tenemos que integrar órganos de vigilancia ciudadana para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas con independencia de criterio.