Atisbo digital a la implementación de identificación biométrica
Podrían enumerarse una serie de consideraciones adicionales en torno a cada tipo de biometría y su uso en cada uno de los ambientes, no obstante, por el momento se hace necesario cerrar esta serie de colaboraciones para advertir de manera práctica, cuáles son los principales retos que en los ámbitos nacional e internacional, público y privado, enfrentamos día a día en torno a su uso, para lo cual, también se vuelve útil tomar como referencia los riesgos asociados con la descripción de las personas a través de biométricos con rasgos que hoy en día no se conocen pueden ser significativos y plantean preocupaciones tanto en términos de privacidad como de seguridad.
Si se desarrollan métodos biométricos que permiten la identificación de características físicas o de comportamiento previamente desconocidas, existe el riesgo de que se puedan crear perfiles detallados e invasivos de las personas, lo cual, podría incluir características faciales, gestos, patrones de voz, marcha u otros rasgos únicos que no se habían considerado previamente.
Por otra parte, si se descubren nuevos rasgos biométricos que pueden utilizarse para la autenticación y la verificación de identidad, existe el riesgo de que los atacantes desarrollen métodos para suplantar o falsificar estos rasgos, socavando la seguridad biométrica y aumentar el riesgo de fraude.
También, la capacidad de identificar a las personas a través de biométricos desconocidos podría aumentar el riesgo de vigilancia masiva por parte de gobiernos, empresas u otras entidades, así como llevar a la recopilación y el seguimiento indiscriminado de datos biométricos de individuos sin su consentimiento. La identificación de nuevos biométricos podría fomentar una carrera armamentista tecnológica en la que se desarrollen herramientas cada vez más avanzadas para la vigilancia y la identificación. Esto podría llevar a un aumento en la invasión de la privacidad.
Adicionalmente, la identificación de nuevos rasgos biométricos podría llevar a la creación involuntaria de sesgos y discriminación. Si estos rasgos se utilizan en sistemas de toma de decisiones automatizados, como la selección de personal o la aprobación de préstamos, podría haber un riesgo de decisiones injustas o sesgadas.
Es así que, s los datos biométricos se recopilan y almacenan de manera insuficientemente segura, existe el riesgo de que los ciberdelincuentes puedan robar estos datos y utilizarlos para cometer fraudes o suplantar la identidad de las personas, y, así como, la identificación de nuevos rasgos biométricos plantea desafíos adicionales en términos de protección de la privacidad.
La recopilación de datos biométricos altamente detallados, como información sobre el iris, puede proporcionar una imagen precisa y única de la identidad de una persona. Esto plantea preocupaciones de privacidad, ya que la exposición de estos datos podría permitir una identificación precisa y la creación de perfiles invasivos sin el consentimiento de la persona, a la par de la capacidad de recopilar datos biométricos altamente precisos también puede aumentar el riesgo de suplantación de identidad. Si un atacante obtiene acceso a datos biométricos precisos, podría utilizarlos para autenticarse en sistemas o servicios en nombre de la víctima.
Por otra parte, los datos biométricos detallados pueden ser utilizados en ataques de ingeniería social. Los atacantes podrían tratar de engañar a las personas para que compartan sus datos biométricos bajo falsos pretextos, comprometiendo así su seguridad y privacidad. La información biométrica detallada, como la iridología, podría combinarse con otros datos personales, como información médica o datos de redes sociales, para crear perfiles de usuario extremadamente detallados. Esto podría ser utilizado con fines de marketing, pero también plantea riesgos de abuso y manipulación de datos.
Por ello, si se utiliza la iridología u otras técnicas biométricas avanzadas en sistemas de vigilancia, como cámaras de seguridad o sistemas de reconocimiento facial, podría haber una escalada en la capacidad de seguimiento y vigilancia gubernamental o corporativa, amenazando la privacidad y la libertad individual.
Por ello, la seguridad de los datos biométricos es crucial. Si los datos biométricos se almacenan o transmiten de manera insegura, existe el riesgo de que sean vulnerables a ataques cibernéticos y robos de datos.
También, como hemos visto, la eventual precisión prospectiva de la iridología y otras técnicas biométricas puede variar según la población y las condiciones individuales, llevando a sesgos y discriminación si se utilizan en sistemas automatizados de toma de decisiones, como la selección de empleados o la aprobación de préstamos.
La información biométrica detallada podría utilizarse para crear perfiles erróneos o incompletos de personas, ya que no siempre reflejaría con precisión la identidad de alguien.
Por lo cual, destaca la importancia creciente de la seguridad biométrica en la sociedad actual, ya que estos métodos proporcionan una forma altamente confiable de autenticación y verificación de identidad en una amplia gama de aplicaciones, desde dispositivos móviles hasta sistemas de acceso físico, resaltando los avances tecnológicos recientes en el campo de la biometría, como el uso de algoritmos de aprendizaje profundo (deep learning) y la fusión multimodal (combinación de múltiples modalidades biométricas), así como, las aplicaciones emergentes en áreas como la medicina, la banca, la seguridad pública y la gestión de identidad.
Por ello, la privacidad y la ética en el tratamiento de datos biométricos y la protección de datos personales constituye un tópico central, tanto en la recopilación, almacenamiento y uso de estos datos sensibles, así como las preocupaciones sobre la vigilancia masiva y el riesgo de abusos, a la par que la normatividad establece previsiones para su adecuado manejo a través de regulaciones sólidas para proteger los datos biométricos y garantizar su uso responsable, en lo cual, la legislación en materia de protección de datos personales en Europa y México, resulta relevante.
Entre los desafíos técnicos que aún persisten en el campo de la biometría, está la mejora de la precisión, la robustez ante ataques de suplantación y la interoperabilidad entre sistemas y posibles áreas de investigación futura, como la biometría basada en el comportamiento y la biometría en entornos adversos.
Por ello, es importante que como ciudadanía identifiquemos los beneficios y riesgos de la biometría y generemos concienciación sobre su seguridad y la necesidad de tomar precauciones para proteger la privacidad de las personas, a partir de la colaboración entre la industria, la academia y los gobiernos para avanzar en el campo de la biometría de manera ética y sostenible y el desarrollo de tecnologías que beneficien a la sociedad en su conjunto.
Por ello, resalta la relevancia continua de la biometría en un mundo cada vez más digital y conectado, así como su potencial para mejorar la seguridad y la comodidad en diversas aplicaciones, pero también se vuelve importante enfatizar la necesidad de abordar los desafíos relacionados con la privacidad y la ética de manera proactiva. Hasta la próxima.