+Ayotzinapa, un poema que ya no es mío, me dijo David Huerta en 2019, al recibir el Premio de Literatura en Lenguas Romances, en la Fil del 2019

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La frase:

Para mí nunca será un amigo fallecido, si eso significa olvidado. Tu presencia permanecerá, porque siempre serás una gran parte de mi vida periodística.

GRACIAS POR LAS ENTREVISTAS DAVID

 

Primera de dos partes

Hace cincuenta años nos vimos por vez primera. Aún no sonaba ni resonaba como poeta. Estaba la figura de su padre, Efraín Huerta. Hoy, David es Premio de Literatura en Lenguas Romances, mismo que acababa de recibir en la Fil de Guadalajara del 2019. Hoy, 3 de octubre de 2022David Huerta ha muerto, a los 72 años de edad. Quiero recordarle con esta entrevista. Le pregunto:

¿Cómo calificas tu poesía?

Con una cierta forma de proselitismo, con un discurso que generalmente viene del poder, frente al compromiso del que se habla continuamente, propongo la idea del radicalismo.

Los poetas tienen que ser radicales no negociar ni encontrarse en un terreno mediano con nadie, sino ser radicales, llegar al fondo de sus exploraciones, afanes, tareas, investigaciones de sus obras frente al compromiso que no me acaba de convencer y que, reconozco, es necesario en el mundo de la vida práctica.

Por ejemplo en el de la política, está el radicalismo del verdadero arte de las tareas del pensamiento, de qué nos sirve un filósofo que está comprometido con ésta o aquella escuela, si no puede explorarlas todas y llegar al fondo de lo que se ha propuesto pensar y formular. Esa es mi idea.

Ahora efectivamente algunos poetas han levantado la voz, en primer lugar en nuestro país en los años recientes y por desgracia, mi querido y admirado Javier Sicilia. Hace algunos años la tragedia que lo avasalló, la muerte de su hijo Juan Francisco, desencadenó una actitud en él, que consiguió un poder de convocatoria muy grande, es evidente que por el sólo paso del tiempo, ese poder de convocatoria, ha disminuido y se ha convertido en un problema.

Quiero hacer votos porque la figura de Javier Sicilia sea respetada y protegida por todos aquellos a quienes les importe la justicia con dignidad, la justicia transicional de la que tanto ha hablado y sobre la que tanto ha escrito.

Necesitamos proteger a Javier Sicilia como ciudadano, como poeta, como militante por una causa justa, estoy comprometido con eso, como poeta es otra cosa, pero como camarada y lector de Javier Sicilia estoy dispuesto a lo que haga falta para protegerlo y para lo que él se ha propuesto en nuestra sociedad, se encauce y se lleve a buen puerto, ojalá algún día que, esperamos, nos sea más lejano aún.

¿En poesía que es la paz?

La poesía no es una pacificadora, es una inquietadora, sin llegar a los extremos que llegó nuestro señor, el conde Jesucristo, lo dijo no vengo a traer la paz sino la espada y ver que los poetas llegaron aquí a hacernos pensar, a imaginar, a satisfacer una curiosidad por cómo funciona el mundo, cómo trabajan las palabras, qué pasa con los significados, con las formas, con los ritmos.

Entonces frente a la idea de que la poesía nos va a traer alguna forma de paz, prefiero pensar que nos deja siempre un poco intranquilos, pero es una intranquilidad fecunda; no una intranquilidad del miedo, de la desazón que producen los problemas que todos conocemos, y padecemos, que aquí voy a explicar.

En tu discurso mencionaste que vivimos en un mundo de dolor, eres un muy atento lector de la poesía mexicana, siempre estás al día en cuanto a ella, ¿cuáles son las voces poéticas mexicanas que tenemos que atender con más cuidado en cuanto a su relación con este mundo del dolor?

Hay algunos compañeros poetas que siguen trabajando y lo han hecho siempre muy bien, hay un libro de Elsa Cross que se llama Insomnio, en el que hay un poema que a mí me parece fundamental sobre lo que ocurre en nuestro país; la voz de Javier Sicilia aunque ha dejado de escribir desde algunos años a raíz de la tragedia que vivió, pero en general, diría que hay que prestarle atención a todos los poetas, incluso a los que no hablen explícitamente de todos los problemas por los que estamos.

México es un país en el que ha habido grandes pintores y grandes poetas, a lo largo de su historia, podemos no ser una potencia en el terrero de la ciencia, de la innovación tecnológica, pero en el terreno de las artes, de las humanidades, de la creación artística, tenemos mucho qué presumir.

Por eso prefiero contestar su pregunta de esta forma, hay que prestar atención a todos los poetas mexicanos, tengo muy presente, en mi corazón, a un gran poeta estricto, contemporáneo mío, que se llamaba Jaime Reyes y él recogió voces de la gente común, de la gente pobre e hizo grandes poemas con ello.

En Jalisco hay grandes poetas Ricardo CastilloRicardo Yáñez, no deja de ser tapatío; Jorge Esquinca, tantos otros, Vicente de Aguinaga.

Me llamó la atención que hiciste alusión a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, podría comentar ¿por qué en este recibimiento, en este homenaje que se le hace, prefieres evocar en su discurso, en su poesía a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa?

En realidad me referí a uno de los muertos esa noche, muertos de manera violenta no a los desaparecidos sino a Julio César Mondragón quien fue asesinado.

Te voy a contestar de esta manera, si estamos hablando de poesía y debido a mi trabajo poético se me otorga este premio, quiero unir lo que ocurrió en 2014 con esto que estamos celebrando, que es la poesía en general, no sólo lo que hago.

En el mismo año de 2014, la noche de Iguala, fue del 26 al 27 de septiembre, unas pocas semanas después me llamó y me contactó, Francisco Toledo el gran pintor oaxaqueño quien murió hace poco y me pidió que escribiera un poema sobre lo que acababa de ocurrir, a todos nos tenía impresionados, muy sacudidos.

Admire siempre –y sigo admirando a Francisco Toledo– y le dije, si tú me lo pides no me puedo negar, voy a hacerlo, pero me va a costar mucho trabajo no le temo, voy a decirlo de esta manera, no le hago el feo al género texto por encargo, si Francisco Toledo me encarga que escriba un poema, lo tengo que hacer.

Me costó mucho trabajo, finalmente lo hice, el poema se llama Ayotzinapa y es, de todo lo que he escrito, el conjunto de versos, el poema que ha tenido mayor proyección, mayores alcances.

Si uno lee con cierta atención, verá que habla mucho de los muertos, habla de los desaparecidos, eso en algún momento me incomodó, porque decía el problema son los desaparecidos, pero de los muertos se habla poco, pero son muertos.

Es un poco difícil pensar que los muchachos, los 43, sigan vivos, sigámoslo pensando, sigamos hablando como si realmente creyéramos que están vivos, eso es una consigna.

El poema se llama Ayotzinapa, circuló muchísimo por las redes sociales, en la ciudad de Londres, se encargaron de traducirla a más de 20 lenguas y de difundirlo por las redes, se tradujo al chino cantonés, al chino mandarín, al rumano, al francés, al catalán.

Las últimas traducciones que supe fueron más. El poema ya no es mío. Durante largo tiempo me decían, llamaban y me pedían permiso para reproducirlo y les deje ya no me pidan permiso porque ese poema ya no es mío, es de la comunidad solidaria con los padres de los 43 muchachos desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa.

Sin embargo, si pudiera volver a ese poema y hacer como hacen algunos poetas con textos publicitarios, meterle mano como se dice, de hacerle una sola modificación en el título en vez que se llamara Ayotzinapa le pondría sencillamente, México.

Si con esto que nos relatas del poema Ayotzinapa ¿a la poesía le hace falta que resurja, que sea un grito de protesta ante todos los problemas económicos y políticos?

Lo que hace falta no es tanto que resurja, porque nunca ha dejado de estar en nuestro país, ahí están los poemas, las obras, los libros no sólo lo que llamaríamos la poesía culta sino también las diversas manifestaciones poéticas.

Lo que hace falta es que los políticos hagan la tarea, eso sí hace falta, que cumplan lo que prometieron, que sean consecuentes con lo que plantearon en sus campañas y que lleven adelante todo lo que necesitamos para que los problemas se resuelvan y lo que está enturbiado, se aclare.

Eso sí hace falta, la poesía está en un estado de salud de plenitud, que resulta motivo o debería resultar motivo de alegría, de gusto porque es algo de lo que pasa en este país que vale la pena, como la pintura, sí acabó de mencionar a Francisco Toledo, lo que hace falta no es eso, que la poesía resurja, la poesía siempre ha estado ahí y ha sido una voz disidente, que aunque se ocupe de la pena amorosa o de la vida sentimental, significa un contrapoder como dije en mi intervención.

¿Se cumple un año del nuevo gobierno, cuál sería tu balance de la política cultural?

La política cultural de México no le hacen falta bases, hay una serie de instituciones que están ahí y que, necesitarían funcionar con mayor ímpetu, con mayor vigor, con mayor brío, para eso –por desgracia– hace falta dinero, no es absolutamente  indispensable, se puede hacer mucho con poco, pero conviene que haya más.

Lo que hace falta es revisar los criterios con los que asignan las partidas presupuestales, para que eso que está bien y que ha estado bien en nuestro país, siga estándolo.

El discurso de la secretaria Alejandra Fraustro Guerrero me gustó porque habla de muchas cosas que son asignaturas pendientes, con la culturas, las lenguas originarias; sin embargo, vale la pena llamar la atención sobre el hecho de que las culturas originarias y las lenguas que se hablan en México, las sesenta y tantas lenguas, no deben ser vistas con paternalismo, digamos que resulta el tema de un discurso que suena bonito, pero que no les sirve de nada a quienes hablan mixteco, otomí, etcétera.

No quiero decir que no me parezca lo que dijo, lo que quiero decir es que hay que atajar cualquier atisbo de hipocresía, de demagogia frente a nuestros hermanos indígenas y hacer algo como lo que hizo el maestro Miguel León-Portilla.

Ahí está el ejemplo de lo que hace el maestro Alfredo López Austin, a quien no le hace falta baños de pueblo, por cierto qué fue lo que dijo el presidente que le hacía falta cuando el maestro López Austin, protestó muy comedidamente debo decirlo, por el proyecto del tren maya.

Se lo digo, a Francisco Toledo, a Julio, están lo que hacen nuestros grandes antropólogos, los arqueólogos, los historiadores, los etnolingüistas, esa es la vía que hay que seguir, no la vía de la demagogia ni de la hipocresía.

Un comentarista adulador del régimen, dijo que ya bastaba de la cultura aristocrática que hacía falta ocuparse de otras manifestaciones culturales como el rap en otomí. Eso me parece, aparte de una tontería, una cursilería casi intolerable, porque estoy seguro que ese adulador del régimen no sabe otomí, a lo mejor si sabe, a lo mejor no, y me sorprendiera, pero lo dudo seriamente.

No sabemos náhuatl, no sabemos mixteco, no sabemos zapoteco, los hispanohablantes que somos mayoría en este país de qué estamos hablando entonces, vamos a aprender esas lenguas y entonces pregunto lo que vale la pena tomar como motivo de reflexión para qué, a quienes nos hemos acercado, viví algún tiempo en Chiapas, a las comunidades indígenas, nos resulta bastante claro que a un indígena tzotzil lo que le interesa es dejar atrás su lengua originaria sino, no tiene oportunidades en el mercado de trabajo, eso es una realidad cruda, descarnada, eso no significa que olvidemos que somos originarios, significa que estamos obligados a verlas racionalmente, metódicamente con un criterio claro que nos deben dar lo antropólogos, los que realmente saben.

Una de las cosas que más perturban el ámbito del debate público es la descalificación continua de los expertos, de quienes saben de los especialistas qué vamos hacer sin ellos ante las culturas originarias, pura demagogia, pura hipocresía.

¿Cuál es tu opinión de los discursos políticos que se dieron en la inauguración, hablar de los recortes a las universidades públicas y ante la misión monolítica de la cultura de lo racional?

No creo que haya una misión monolítica de la cultura del gobierno federal, creo que lo que dijo la secretaria Alejandra Fraustro muestra una conciencia sobre la diversidad cultural, perdón empiezo contestando tu pregunta con una adversativa, pero bueno.

Los discursos fueron interesantes, me llamó la atención, las cifras impresionantes de la producción librera en la India, es algo a lo que deberíamos aspirar en un país como éste, tan parecido a la India.

En mis tiempos se hablaba de los países no alineados, de los países del tercer mundo y la India y México se mencionaban juntos. Hubo observaciones críticas que me parecieron valiosas, como quien dice es la punta de un hilo que hay que jalar para ver qué hay ahí.

La crítica de las asignaciones presupuestales, es un tema que hablé hace un momento, debe estar ahí todo el tiempo sobre la mesa, para introducir un poco de racionalidad en la asignación de los dineros públicos que deben ser manejados con todo decoro y limpieza.

Ahora no estoy en contra de que el presupuesto tenga un sentido, una forma y un tamaño, estoy en contra de los abusos que son fruto del irracionalismo y la premura. (Continuará)