CON AROMA A CERA QUEMADA Y SENTIMIENTO DE NOSTALGIA, AMANECIERON EN METEPEC

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Con aroma a cera quemada, las calles de Metepec amanecieron, así como con un sentimiento de nostalgia abrazada a la alegría, pues los difuntos llegaron a casa para visitar a sus seres queridos.

Los panteones de Metepec como el Municipal y el San José ubicado en San Jerónimo Chicahualco, se iluminaron como cada año de color anaranjado, para no faltar con la promesa de brindar luz al andar de las almas.

«Solamente en la pandemia no pudimos asistir, pero nunca faltamos, para nosotros es muy especial saber que nos reuniremos con nuestros seres queridos», detalló Claudia Ortega, habitante del municipio.

 

Música de guitarra, canciones rancheras, de rock y hasta boleros, se escucharon en cada una de las tumbas que conforman ambos panteones, para amenizar lo que significa fiesta y unión.

Las flores se iban colocando lentamente hasta formar una cruz que cubra el tamaño de la lápida y se rezaban padres nuestros y el rosario para continuar con las súplicas de que sus amigos, conocidos y familiares tengan descanso eterno, así como un camino seguro hasta sus hogares.

«El Día de Muertos es de importancia para que nuestros seres amados encuentren paz en donde estén y también para seguir con las tradiciones, para que siga compartiendose entre las generaciones», argumentó Baltazar, visitante del Panteón San José.

Aunque no se tiene un dato aún confirmado por cada uno de los panteones, se estima de acuerdo con los coordinadores y administración de ambos espacios, que se tuvieron poco más de dos mil visitantes en cada uno el 1 de noviembre y se espera que el día 2 del mismo mes, sea mayor la afluencia.

Así como existe júbilo por la visita de las almas, vendedores de flores, destacan que la época de Día de Muertos es siempre fructífera para sus productos y por ende, para sus ganancias.

«Contemplando que la flor sube de precio, sabemos que aumentamos nosotros también los costos y al ser algo esencial para la fecha, las personas compran y nos va muy bien. Tenemos clientes que días antes nos encargan cierto tipo de flores o cierto número de ramos y se los preparamos. Es decir, casi nunca serán días de pérdidas», señaló Joaquín Cruz, vendedor de flores.

El negro de la noche, de acuerdo con visitantes de los panteones, nunca se difumina con tal fuerza, como sucede en Día de Muertos, pues las flama no solamente ilumina las almas de los difuntos, sino también la de los vivos y permite recibir calor

entre el posible frío que se cuele.