Dos poemas
RETABLO DEL DESIERTO
Bajo las sombras de la noche oscura,
sobre la tibia arena del desierto,
en la curva del cielo, misteriosa,
las estrellas brillaban por completo.
Y allá, sobre esas cálidas arenas,
el oasis y el agua reflejaba
en el ocaso de mi triste otoño,
el desierto que mi alma aprisionaba.
*
En esa inmensa bóveda de arena,
los camellos, lentos atravesaban,
dando tregua a su mortal fatiga
pretendiendo alargar su triste vida,
donde la viva luz resplandeciente
se mira junto al fresco y verde oasis,
tan secreto y oculto en el silencio,
y su frescura a descansar convida.
*
Y las doradas nubes en el cielo
reverberan en fúlgidos reflejos
de anaranjado tono azafranado
imitando un mural de maravillas.
PAISAJE DE MI TIERRA
Las azules montañas platinadas
que rodean a mi pueblo natal,
le dan vida y verdor a esta tierra
con el reflejo de las cosas bellas
que en etéreos paisajes intangibles
nos muestran desde el Valle hasta la Sierra.
*
Igual que un impasible sueño utópico
sigue el camino marcado por el tiempo
en combinación perenne de colores.
Verde cetrino el color de los campos,
de plata, las montañas azuladas,
el Valle, de reflejos claroscuros
que contrastan con la blancura de la iglesia
del pueblo evocador y fascinante.
*
Rociado con gotas de oro y plata
que brotan de lo hondo de las minas,
se forma el regio marco de la naturaleza.
Zimapán, Hidalgo, México.
- R.