Dos poemas
Naturaleza muerta
Te lo dije, los icebergs
fueron volcanes felices
que perdieron a sus
amantes y fueron
a derretirse al mar
para vengarse,
en cualquier momento
frente a un trasatlántico.
Casa real
Una mujer no sonríe, evapora penas puntuales
No hace el amor, abraza con la piel haciendo gemir a cualquier apagón
No transpira, brilla
No cocina, hierve y fríe con la vieja chistera asteriscos de levadura
No camina, patina descalza por los semáforos sin color
No duerme, colecciona sueños y su próximo crimen
No se maquilla, se unta espejos de mar y lagos en mejillas y labios
No llora, se le chorrea el mundo
No mira, escanea la silla turca para que te sientes a su lado
No come, los alimentos buscan su abrigo
No actúa, ensaya diarios estrenos
No ama, le tira el tarot a un Dios de vacaciones
No canta, escucha estrellas negras de blues
No modela, sale a pasear
No es mala, se distrae
Por segundos, una mujer son todas las mujeres,
Y, eternamente, son hembras, que dicen sí, cuando quieren.