EL ESCRITOR POLÍTICO Y EL POLÍTICO ESCRITOR
La verdadera diferencia no está entre conservadores y revolucionarios sino entre los partidarios de la autoridad y los partidarios de la libertad. George Orwell.
Escritor político, acérrimo enemigo de la concentración de poder, el severo profeta del Apocalipsis totalitario, George Orwell, falleció un 21 de enero de 1950.
Fue un personaje fundamental del siglo XX, con una gran determinación para enunciar verdades difíciles de metabolizar, que odiaba a la política que la veía por su propia naturaleza llena de violencia y de mentiras.
Abogaba por la política para proteger mejor los valores no políticos, como la decencia y la honradez. Combatió el autoritarismo y el comunismo, postulaba que el colectivismo lleva a los campos de concentración, el culto al jefe y a la guerra.
Para Orwell, las palabras – pueblo, transformación, bienestar- son el ingrediente perfecto para los políticos deseosos de vomitar pócimas plagadas de mentiras y engaños para hipnotizar, mejor dicho, de idiotizar a sus fanáticos seguidores.
Orwell era un demócrata radical y, por tanto, partidario de un Estado de derecho capaz de asumir sus funciones «con la mayor eficacia y el mínimo de coerciones posibles»
Su novela 1984, una de las más leídas en la historia de la literatura, buscaba poner en relieve las perversiones a las que se expone una economía centralizada ya que es la ruta perfecta al comunismo y al fascismo.
La democracia mundial, le debe un reconocimiento permanente a el escritor político y el político escritor: Orwell y Churchill, cada uno por su lado, desde su trinchera, fueron capaces de ver que lo que estaba en peligro era la libertad del ser humano y que, más allá de su color, un gobierno que negaba a la población sus derechos constituía una amenaza totalitaria contra la que había que luchar.
Al final, Churchill y Orwell demostraron estar a la altura de lo que los tiempos pedían y la influencia de sus obras perdura a día de hoy. En conjunto, sus vidas fueron un canto al poder de las convicciones morales, y al valor que se requiere para mantenerse fiel a ellas, contra viento y marea.
Es por ello, que a 74 años de su fallecimiento, vale la pena reflexionar sobre diez lecciones políticas que se pueden extraer de su novela 1984, para blindarnos en estos tiempos en que la democracia mundial esta contra las cuerdas.
- El Poder de la Vigilancia: La omnipresencia del Gran Hermano simboliza cómo la vigilancia constante se utiliza para controlar el comportamiento de las personas y suprimir la disidencia.
- Manipulación del Lenguaje: La neolengua muestra cómo el control del lenguaje puede limitar la capacidad de pensamiento crítico y expresión.
- Reescritura de la Historia: La alteración constante de los registros históricos ilustra cómo los gobiernos pueden distorsionar la verdad para mantener su narrativa.
- Cultura del Miedo y Paranoia: La novela demuestra cómo el miedo y la sospecha constante pueden ser herramientas poderosas para controlar a la sociedad.
- Importancia de la Disidencia: A pesar de los riesgos, la resistencia muestra la importancia crítica de la disidencia en cualquier sociedad.
- Totalitarismo y Autoritarismo: «1984» es un estudio exhaustivo sobre los peligros y las características de los regímenes totalitarios.
- Poder y Corrupción: La novela muestra cómo el deseo de poder puede corromper y cómo el poder absoluto corrompe absolutamente.
- El Rol de la Verdad y los Hechos: La constante manipulación de la verdad subraya la importancia de defender los hechos objetivos frente a la propaganda.
- La Importancia de la Individualidad: «1984» resalta el valor de la individualidad frente a la presión de conformarse a las normas impuestas por la sociedad o el Estado.
- El Peligro de la Apatía y la Conformidad: La novela advierte sobre los riesgos de la apatía y la aceptación acrítica de la realidad impuesta, destacando la necesidad de cuestionar y pensar críticamente.
Estas lecciones siguen siendo relevantes en el mundo contemporáneo, ofreciendo una advertencia sobre los peligros del autoritarismo y la importancia de preservar las libertades individuales y la integridad de la información.