El Presupuesto
Usted, amable lector, dispensará el atrevimiento de mi parte, por no haber publicado la semana pasada, pero como se festejaba el 1 de Noviembre, creí que todo iba a estar muerto.
Aunque para el mundo capitalista perder un día, es perder dinero y eso es algo inconcebible habemos quienes podemos darnos ese lujo.
Recordará, sin embargo, que hablábamos de cómo atacar la deuda. Bien, pues le tengo a usted un arma que sabiéndola usar es un remedio infalible contra eso y más.
Le presento a El Presupuesto.
Seguramente ha usted escuchado mencionarlo, ya sea que lo oiga en las noticias, cuando al fin de año, los diputados deben autorizarlo; o que trabaje usted en alguna empresa y tenga que ver directa o indirectamente con su aplicación.
Si las empresas, que son, entes orgánicos, carentes de alma, tienen y manejan un presupuesto, incluso hasta una misión y visión, y una escala de valores bien definida –en otras publicaciones hablaremos a detalle de todo ello, ahora centrémonos sólo en el presupuesto– ¿Por qué nosotros, –bueno, ustedes– que si tienen/emos alma y son personas no cuentan con uno?
El Presupuesto es útil en el manejo de las finanzas, cuantimás, las personales. Dice una máxima de la Ingeniería: Lo que no se puede medir, no se puede mejorar. Y me sorprende que mucha gente va por la vida sin saber cuánto gana realmente. Si le preguntara a usted ¿Cuánto le ingresa monetariamente a su cuenta bancaria de manera mensual? ¿Tendría la respuesta veraz y oportuna? ¿Tendría que hacer cálculos? ¿Me daría una cantidad aproximada? Y si le preguntara ¿Cuáles son sus gastos? ¿En qué gasta?, con todo respeto, creo que no sabría qué contestarme o me dejaría sin respuesta.
Pues, eso, tristemente refleja la realidad de la economía personal. Pocas, muy pocas personas saben con exactitud cuánto y en qué gastan. Claro que nuestra memoria falla, y eso es normal, pero mi abuelo decía: El papel más corriente vence a la mente más hábil, quizá ahora, ya no se maneje tanto papel, pero tenemos la computadora y los archivos electrónicos, donde podemos y debemos registrar nuestros ingresos y nuestros egresos.
En una hoja de papel, o en una hoja de cálculo en su computadora, debe colocar dos columnas. En la columna de la izquierda le colocará de encabezado Ingresos Mensuales. Y a la de la derecha el título de Gastos Mensuales.
Acto seguido, debe identificar a detalle todos los ingresos en cantidades mensuales totales que recibe ese mes, llámese sueldo, salario, pensión, renta de algún local, o de alguna casa habitación de la cual usted se beneficie, si maneja un automóvil de aplicación, si vende algo por catálogo o en físico, si recibe algún ingreso extra, etc. Entre más detallado sea, mejor.
Y en la columna de los Gastos, colocará, como su nombre lo indica, todos los gastos que realice en total, de manera mensual. No quiere decir que tenga que colocar, me compré un chicle ayer y coloco 5 pesos. Mejor súmelos todos los del mes y coloque el campo Chicles: 300 pesos.
Entre más campos identifique mejor: Si paga usted una renta por vivir en una casa, o si es la hipoteca, si está pagando la mensualidad de su automóvil, si paga la colegiatura de sus hijos o de algún familiar, si está cursando un diplomado o taller y eso le genera un costo, cuánto gasta en despensa, en luz –ésa la divide entre dos, porque es bimestral aquí en México– en gas, en gasolina, en diversión, medicamentos, cigarros, chicles, etc. Le repito, entre más detallado sean los campos mejor.
Seguiremos en la siguiente publicación