El verdadero legado de Alfredo del Mazo Maza
Por Justo Madrazo
Hoy fue el sexto y último informe de gobierno del gobernador que pasará a la historia por haber entregado, en charola de plata, el Estado de México a AMLO y su partido, a cambio de impunidad para él y sus más cercanos. Para que quedara claro, hasta el propio Presidente vino a Toluca a recibir la entidad, siendo el único informe de un gobernador al que asiste López en casi cinco años como primer mandatario.
Así termina un vergonzoso sexenio estatal que se caracterizó por su mediocridad y pobres resultados. Sin duda, el peor gobernador mexiquense de las últimas seis décadas: un gobernador gris, tibio, ausente, alejado de la gente, cobarde, corrupto y traidor. ¿Qué dirían su padre y su abuelo, ambos ex gobernadores? Estarían avergonzados de él y su gobierno entreguista, con toda seguridad. Su nombre y apellido quedarán como sinónimo de traidor.
Ahí están los números que deja Del Mazo Maza, en todos los rubros muy por debajo de sus antecesores. Sin grandes logros ni grandes obras. Sin resultados dignos de destacar. Su programa estrella fue un fracaso, por los malos manejos en su operación y por el bajo alcance que tuvo. ¿Decisiones firmes? Solo la forma autoritaria en que impuso a su candidata Del Moral. ¿Resultados fuertes? Ninguno.
Lo más destacable del gobernador saliente es que siempre fue un colaboracionista sumiso y servil del Presidente López. Aunque Alejandra del Moral siempre trataba de defender a su jefe diciendo que eran “buenas formas de hacer política”, la realidad es que era burda cobardía e indigna abyección a cambio de impunidad. El papel más humillante que ha hecho un gobernador mexiquense.
Arturo Montiel, Enrique Peña y Eruviel Ávila también fueron gobernadores en oposición, pero jamás se rebajaron ni se arrodillaron ante el presidente en turno como Alfredo del Mazo Maza. Dentro del límite de sus atribuciones, los tres dieron excelentes resultados y entregaron el gobierno estatal a otro priista. Con absoluto respeto a la legalidad, pero sin miedo, los tres apoyaron decididamente a su partido en todo momento.
Prueba de lo anterior es que los tres ex gobernadores lograron el voto mayoritario de los electores mexiquenses para su sucesor, de manera incuestionable. Además, los tres fueron en su momento considerados como serios aspirantes del PRI a la Presidencia de la República, gracias a los buenos resultados de sus gobiernos. Del Mazo Maza ni siquiera figuró como tal. Alfredo solo debilitó al PRI e impuso a su candidata, previa confabulación.
Hoy terminamos de constatar que aquellos rumores de la entrega del Estado de México, en realidad, no lo eran. Dando un espectáculo denigrante, hoy el gobernador saliente se desvivió en adulaciones para el Presidente y para la gobernadora electa. Estuvieron ausentes la dirigencia nacional del PRI, así como priistas connotados. Aplaudieron a Alfredo solamente sus cómplices y sus nuevos compinches del partido de López. Esta generación de servidores públicos que participaron en su gobierno son los más ineptos de la historia de la administración pública estatal. Por eso, ninguno de los secuaces de Alfredo debe quedarse con la dirigencia del PRI mexiquense.
No se necesita ser un experto en política para comprobar que el gobernador saliente y su candidata perdedora solo nos utilizaron a los priistas mexiquenses. Por cierto, la ex candidata tampoco hace apariciones públicas por temor a recibir reclamos y ofensas. Prácticamente todos los líderes de opinión y columnistas comentaron hoy el grosero descaro de Del Mazo Maza. “Si grazna como un pato, camina como un pato y se comporta como un pato, entonces, ¡seguramente es un pato!” Y así fue hasta el triste final del único gobernador mexiquense que sale por la puerta trasera.
Los priistas mexiquenses debemos aprender la lección, reagruparnos y fortalecernos para 2024. Ya sin un “jefe político” que imponga sus caprichos y ocurrencias en el PRI Estado de México, tenemos la gran oportunidad de renacer como el ave fénix y defender a México del autoritarismo. Tenemos la oportunidad de ser una oposición firme y digna. Debemos regresarles a los militantes de base el orgullo de ser priistas.
El verdadero legado de Alfredo del Mazo Maza es el peor Gobierno del Estado de México de la historia moderna, así como la traición al PRI, partido que lo llevó al poder.
Fue la misa de cuerpo presente para el primer priista del Estado