ÉRASE UN 7 DE DICIEMBRE DEL 2022
Después de un año, casi año y medio de llamarse Presidente, y portar la banda bicolor presidencial, un 7 de diciembre, encontrándose en un callejón sin salida, nos demostró, una vez más, y ahora sí, sin lugar a la mínima duda, su incapacidad absoluta, en todo sentido, hasta para usar el sentido común y ser capaz de hacerse el mismo un jaque mate. Pedro Castillo Terrones, el que se llamaba Presidente del Perú, da GOLPE DE ESTADO. Acto seguido a esto, sus Ministros renuncian, Castillo huye con su familia a la Embajada de México, donde lo estaban esperando con los brazos abiertos para darle asilo político. Es VACADO como Presidente por El Congreso, lo cual da el pase a sus escoltas que lo tomen preso y lo lleven a la Prefectura. Dina Boluarte asume por orden de mando, la Presidencia. En su primer discurso, indica que gobernará hasta el 2026. Se desata el caos a nivel nacional.
Un país, que mediamente vivía con seguridad y resguardo, de pronto, se vió, envuelto en llamas, en terror, en pérdidas, en violencia, violencia producto de la ignorancia y la simple falta de sentido común.
60% del país tomado por protestantes, seguidores del comunismo, seguidores fieles de Pedro Castillo Terrones y de todo su séquito de corruptos, nunca antes visto en la historia del Perú, cosa, que sin duda, será añadida en el curso de nuestros hijos de primaria en todas las escuelas del país.
Más de 150 civiles heridos, 20% graves, luchando por su vida, esa vida que se la quieren arrebatar, de manera injusta, por querer hacer cumplir sus derechos de ciudadanos, que trabajan, que pagan impuestos, que cumplen con el civismo y tan sólo exigen un gobierno que haga, no que deshaga y que no haga nada.
160 policías heridos, 30 graves y mutilados, 190 familias, clamando por la vida de sus seres queridos, esos seres que enfundan sus pistolas, que juran por su país, sintiendo miedo de ponerse como carne de cañón, para intentar resguardar el orden y la paz de su país, arrebatada, por rebeldes sin rumbo, por rebeldes que salen a las calles a matar tan sólo por una propina, no por un propósito real que beneficie a toda una Nación, que espera progreso, crecimiento, trabajo, salud, seguridad pública entre otros.
Saqueos incesantes en Loreto, sus habitantes en pánico intentan ponerse a buen recaudo, pierden sus pertenencias, pierden su materia prima con la cual trabajan y llevan comida a sus hogares.
Los aeropuertos de Arequipa, Ayacucho, Cuzco y Juliaca, son tomados, incendiados, los vuelos cancelados, turistas varados a su suerte, sin comida, sin dinero, sin refugio, pero sobre todo sin seguridad en un país ajeno que prometía diversión y fantástico turismo, no una guerra civil de la cual terminaron siendo rehenes.
Las fiscalías, comisarias incendiadas, documentos importantes de años, que se resguardaban se perdieron entre el fuego y la violencia sin poder recuperar absolutamente nada, quedando en el olvido, expedientes de muchos delincuentes que ahora pueden quedar libres y los ciudadanos más expuestos a sus ataques.
Las estaciones gasolineras prendidas en fuego, a sabiendas de que la gasolina y el petróleo son inflamables y que la onda expansiva puede alcanzar varios kilómetros cuando la chispa hace BOOM BOOM CHAU, como diría Palermo en medio de un atraco en la tan conocida y vista Casa de Papel.
Atentados sin freno en dos de los canales de televisión principales del país. Los periodistas tienen miedo, pero aún con el miedo, se arriesgan y siguen dando la cara en la calle, sumándose a la lucha por la democracia, a la lucha por recuperar a su país, preso del comunismo y de una sarta de delincuentes terroristas que lo gobiernan.
Un sinfín de carreteras bloquedas al Sur y al Norte, las personas varadas, no pueden llegar a sus destinos, zonas desabastecidas de comida, por los bloqueos, niños mueren camino a la capital, porque fueron trasladados de emergencia para ser operados y no los dejaron pasar, ¿increible no? Sí, pero totalmente cierto. 25 muertos hasta el momento, bueno, los que nos dan a conocer, porque el número exacto nunca se sabrá.
Se decretan 15 regiones con toque de queda, para apaciguar los actos violentos, pero de nada sirve, porque el mal no tiene límites.
La presidenta, da orden de que salgan las fuerzas armadas, y tomen las calles y resguarden a los ciudadanos, porque ese es su deber y para eso han sido preparados. Así mismo, pide encarecidamente al Congreso, que recapaciten y que voten a favor del adelanto de elecciones, que éste mismo ha rechazado en primer pedido.
Y así podría continuar listando los sucesos que se vienen presenciando y que vivimos todos aquellos que estamos en el Perú y que no nos explicamos hasta dónde puede llegar la estupidez, el egoísmo y la sed de poder de una persona, digo persona, porque llamarla humano, sería insultar a todos los que nos consideramos humanos, que con actos positivos nos lo hemos ganado a pulso.
El Señor Pedro Castillo Terrones es condenado preventivamente 1 año y medio para que se le investigue, por más de 35 cuadernillos fiscales, basados en liderar una organización criminal para delinquir. Ese señor fue nuestro Presidente, hoy en día, gracias a un milagro, Ex Presidente. Ese Señor portó la banda bicolor, ese señor fue el líder del holocausto en nuestro querido Perú, logrando colocar su disque gobierno como líder negativo en los 201 años de Independencia del país. Ese señor no es sólo comunista, ese señor es terrorista, pertenece a Sendero Luminoso, y gracias a él, el terrorismo quiere nuevamente empoderarse del Perú, pero no va poder, porque el peruano esta vez ha demostrado, que figurita repetida nunca más, cueste lo que cueste, porque nuestra libertad y nuestra paz ya no tienen precio.