EXIGEN PADRES DE FAMILIA A LA SEP CONOCER NUEVOS LIBROS DE TEXTO
Padres de familia, maestros, especialistas investigadores en temas de educación y Sociedad Civil organizada, alzaron la voz para exigir a la Secretaría de Educación Pública que se transparente el contenido de los nuevos libros de texto gratuito, pues tras analizar el nuevo libro de Español para primero de primaria, encontraron que “normaliza el uso incorrecto de algunas palabras” y “romantiza la pobreza”.
“Exigimos a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública que, en un ejercicio de transparencia, informe de manera puntual el estado que guardan los demás libros de texto y el por qué no se ha convocado a las entidades y a los diversos actores a participar. Urge conocer los nuevos libros. Los tienen en la opacidad”, declaró Paulina Amozurrutia, quien preside la organización Educación con Rumbo.
Y añadió: “Queremos que dejen de jugar con la educación de nuestros niños; que la educación tenga un sustento real en lo que marca el Artículo 3° de la Constitución: educación científica, gratuita y laica. No vamos a parar mediática y jurídicamente hasta que conozcamos los libros, el fundamento pedagógico y hasta que dejen de adoctrinar y dejen de jugar con la educación de nuestro país”.
En conferencia de prensa, Luis Arturo Solís Bravo, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia expuso: “Estamos frente a procesos opacos, asambleas y foros a modo con los cuales pretenden mantenernos engañados y una anunciada capacitación que lo único que está haciendo es confundir más a los maestros”.
Enfatizó que no es pertinente un nuevo marco curricular, si se considera, además, que hay más de un millón y medio de niños, niñas y jóvenes fuera de las aulas post pandemia, “y alumnos con conocimientos empobrecidos y faltas de aprendizaje de más de dos ciclos escolares”.
Señaló que en un primer diagnóstico sobre los contenidos de los libros de texto gratuito para los alumnos que cursarán el primer año de primaria en el próximo ciclo escolar, “nos preocupa que quienes “elaboraron” los libros, dan por sentado que los alumnos ya saben leer y escribir, que entienden de porcentajes y que ya conocen los elementos químicos de la tabla periódica”.
Marco Esponda, presidente de la Alianza de Maestros, agregó que quienes idearon estos cinco libros al interior de la SEP, dieron también por hecho que todos los niños de primer grado tendrán acceso a internet y dispositivos electrónicos para seguir enlaces de códigos QR que se encuentran en diversas temáticas y poder así, consultar recursos complementarios. “Lo peor del caso es que dichos códigos no llevan a ningún sitio o son enlaces a YouTube que ya están caducos”.
José Antonio Cabello Gil, investigador, refirió que como consecuencia de la propuesta de contenidos temáticos de los libros de texto para alumnos de educación básica, prevén la generación de una visión de educación limitada a la recuperación de saberes sociales e informales, confundiendo educación formal e informal, y este planteamiento, advirtió que “agranda la gran desigualdad social, cultural, económica y educativa que padecemos”.
Francisco Landeros, presidente de Suma por la Educación advirtió también consecuencias sociopolíticas como el aumento de la desigualdad, de la pobreza, de la ignorancia y el aumento de la polarización. “El no contar con una buena calidad educativa, limita los aprendizajes, reduce las oportunidades de desarrollo personal y social. Es mucho más complicado encontrar un trabajo formal razonablemente remunerado. La situación de pobreza de considera una virtud y un estado “ideal” del individuo. Y esto se ve reflejado en las cifras en el aumento de pobreza en el actual sexenio”, pues de 2018 a 2022 la cifra de personas que se encuentran en pobreza aumentó en 6.1 millones, reveló.
Paulina Amozurrutia dijo, además, que no se conocen los otros libros en sus diferentes niveles. Por ello, apuntó, se exige a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública que en un ejercicio de transparencia informe el diagnóstico del Plan de Estudio 2017 para respaldar que no impulsaba el aprendizaje de los estudiantes; el estado que guardan los demás libros y el por qué no se ha convocado a las entidades y a los diversos actores a participar.
“Si en efecto, ya se concluyó la edición de los cinco libros de texto de primer grado de primaria y, de ser así, por qué no se sometieron a revisión de docentes, académicos y padres de familia”, dijo.