Falsos enfoques

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Negar la realidad que vivimos es un craso error, no podemos tapar el sol con un dedo y más nos vale comenzar a enfocar nuestros esfuerzos de una manera congruente, si dejar de lado aspectos fundamentales para la construcción de una interacción más sana: congruencia y valores.

El tema tiene pertinencia y prácticamente cabida en todos los ámbitos en los que nos incrustemos, desde los más formales, entendidos como escuela y trabajo, hasta otros en áreas como el deporte o el esparcimiento.

Por ejemplo, ya fue abanderado el representativo que nos representará en los Juegos Olímpicos que dan inicio el próximo mes de julio; una cascada de comentarios al respecto, enfatizando que se tienen muy pocas oportunidades de éxito.  Aquí cabe la pregunta, ¿de verdad esperamos algo mejor?

No es posible que un país con tantos rezagos, en educación, en salud, en formación, en preparación, en alimentación, pueda competir en las mismas condiciones que aquellos que tienen todas esas necesidades resueltas; es un tema de sentido común, primero debemos erradicar el hambre y después pensar en ganar 70 medallas de oro, lastimosamente, desde los grupos del poder ideológico se siembre la necesidad de placebos que distraigan la atención de la gente, priorizando equivocadamente.

Y algo muy similar sucede con nuestro cuestionado futbol soccer, antes de pensar en una decepción nacional campeona del mundo, tendríamos que hacer ajustes en las condiciones de la liga; ¿Cómo logramos fortalecer a los jóvenes talentos de fuerzas básicas cuando todos los equipos, honrosa excepción de Chivas, tienen y alinean a 8 extranjeros en sus equipos?, de nuevo, enfoques no pertinentes.

Y si lo llevamos al ámbito familiar, encontramos que hay padres de familia que se enervan porque sus retoños sus ofendidos en las escuelas, incapaces de aceptar que a su hijo le digan gordito, pero felices y festejando en las reuniones familiares conductas similares; incluso esos mismos padres de familia aluden a sus hijos o sobrinos con motes creativos.  Fascinación por mirar la paja en el ojo ajeno, pero intolerantes ante todo aquel que les afecte tantito.

Y en los espacios laborales las cosas no son tan diferentes; personajes que exigen respeto, pero que son incapaces de respetar al prójimo, colaboradores que en el discurso venden una postura leal y comprometida, pero en los hechos viven de la simulación y del engaño; esperan tener resultados exitosos, pero se la viven echando culpas a todo y todos de sus incapacidades.

La vida misma nos puede llevar por esa ruta, por un lado, quejándome de mi precario estado de salud, pero en paralelo chompeándome mis 10 tacos de carnitas, dos gorditas y un pambazo, con mi refresco de dieta, por supuesto, porque me cuido.

Para enfocar adecuadamente, debemos tener claras nuestras prioridades y nuestras responsabilidades, y tenemos que trabajar en consecuencia por ellas, haciendo lo conducente para encaminarnos de manera positiva; en la medida en que sigamos pretendiendo o simulando, no avanzaremos y seguiremos anclados en la tan odiosa zona de confort.

¿Por qué no buscar salir adelante?

horroreseducativos@hotmail.com