FRÁGIL, TRATAR CON CUIDADO
Recuerdo que la madre Teresa de Calcuta decía, que ellos son como las estrellas, nunca hay suficientes.
Ellos viven en constante aprendizaje, es clave enseñarles siempre, porque si ellos aprenden, ya no será necesario castigar a los hombres.
Casi siempre, encuentran una ventana que se abré y sin titubear y con su empujón fuerte, los lanza al futuro.
Su esencia es increíble, tan mágica que si los conservas y nunca te olvidas de ellos, harán que tu alma nunca envejezca.
Ellos son parte siempre del hoy, no saben del mañana, no saben de las esperas, por más cortas que sean, ellos son el hoy, nunca el después.
Su mayor propósito, pero no el único, es poder ser felices, con poco o con mucho, pero sin infaltablemente, con compañía y amor.
Las preocupaciones no son lo suyo, no tienen la mínima idea de como manejarlas, lo suyo, sin duda, son las emociones.
Su espíritu es tan grande, que tienen el poder, a menudo, de hacernos sentir superhéroes inmortales.
Muchas cosas que pasan ellos no las entienden, menos la información que llega de alguna manera a sus oídos, pero más adelante se encargarán de hacerlas florecer en su corazón.
Conforme crecemos, y, con el tiempo, muchos nos olvidamos de ellos, y eso, a veces, es como estar muerto en vida.
Nos pasamos la vida hablando de progreso, en todas sus formas, pero el progreso pierde el sentido en el momento cuando uno de ellos, empieza a ser infeliz.
Muchos nacen con ciertas habilidades, otros con habilidades diferentes, pero con lo que estoy segura que nacen todos, es con la verdad clavada en la boca.
Son grandes maestros, y entre las cosas que nos enseñan, se encuentran, el estar contentos sin motivo aparente, a saber exigir lo que realmente queremos y finalmente, a siempre estar ocupados con algo.
Viven constantemente cometiendo errores, y a diferencia de nosotros, equivocarse, los tiene sin cuidado alguno.
Andan por la vida fijándose en la gente, en lo que somos, usualmente no recuerdan lo que nosotros queremos enseñarles.
Una pera, una hierba luisa, obtienen su fragancia y su olor de su raíz. Nosotros, obtenemos nuestras virtudes gracias a ellos.
Dominan muy bien las emociones, sobre todo la del amor, es un don innato, que en algunos casos se pierde y en otros se potencia.
El dinero y el poder nunca podrán igualar su riqueza a la de ellos, la riqueza que ellos llevan de nacimiento es simplemente inalcanzable.
Mirko Badiale, filósofo italiano decía: Tratar con cuidado, contiene sueños.
Y sí, estoy de acuerdo, porque a título personal, ellos, los niños, son la primera maravilla del mundo, ellos, son el mundo.