+ La Cuarta Transformación: Invocar al Pueblo para Evadir la Ley; huacamote, caro y poco
La frase:
La salud no se trata del peso que pierden sino de la salud que ganas.
VERDAD DE A KILO
EL DETALLE: El huacamote, yuca o tubérculo de la familia de las euforbiáceas, es un cultivo perenne con abundantes ramas y llega a medir hasta dos metros de altura, sus flores son de amarillo verdoso y sus frutos son parecidos a pequeños plátanos y son comestibles, se desarrolla en zonas húmedas y cálidas.
Este árbol recibe diversos nombres, como yuca en Centroamérica o mandioca en Sudamérica. De su raíz se obtienen dos tipos de productos, el primero para la alimentación del ganado y el almidón para la industria alimenticia (pan, pastelería, mermeladas) así como en la fabricación de papeles o adhesivos.
Su fruto, es el huacamote y a pesar de que se siembra en Tabasco, en donde se producen hasta 19 mil toneladas, así como en Michoacán 3.5 toneladas y en Morelos 1.8 toneladas, este año, se le consideró en el mercado de productos de Día de Muertos como en peligro de extinción, ya que difícilmente se encontró y al precio de 2 mil pesos la cajita de unos 12 kilos.
Quizá porque a los productores lo que menos les conviene es vender los frutos y prefieren industrializarlos.
La Cuarta Transformación: Invocar al Pueblo para Evadir la Ley
Históricamente, las naciones europeas han marcado la pauta del avance democrático y de la forma más civilizada de salir de los radicalismos tanto de derecha como de izquierda en que se ha caído en países como España, Italia, Alemania, Polonia, Francia, Inglaterra, entre otros, privilegiando las libertades ciudadanas y los derechos humanos, para que sea la vía del voto popular la pauta para moverse en el espectro político que defina la mayoría, pero siempre venciendo cualquier intento de totalitarismo o autoritarismo.
Bien lo define la pensadora italiana Nadia Urbinati, cuando dice que el régimen plebiscitario es una de las principales deformaciones de la democracia al propalar la noción de pueblo como signo de identidad colectiva, cuando en realidad lo que hace es convertir a las masas en meros espectadores. Se invoca al pueblo como pretexto para evadir la ley, la rendición de cuentas y la transparencia.
Para Urbinati los regímenes se mueven en tres diferentes niveles que deforman claramente la democracia: el populismo, el de los expertos, y el plebiscitario.
Es evidente que la democracia en México no avanza, o lo hace lentamente; los gobiernos emanados del PNR, PRM, PRI, PAN y Morena, se han estancado en alguno de estos tipos de regímenes, burlando en todo momento la Constitución, la pluralidad política, la libertad de expresión y el voto libre y secreto.
Incluso el actual gobierno de la Cuarta Transformación, emanado del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y que obtuvo el triunfo con una votación histórica que alentaba elevadísimas expectativas de avance democrático, desde el inicio de la gestión cayó en la tentación del centralismo, el presidencialismo a ultranza, el militarismo y el sometimiento de todos los contrapesos democráticos, pero eso sí, burlando el cumplimiento de las leyes de todo tipo, escudándose en una supuesta voluntad popular reflejada en encuestas.
Pero más todavía, amenazando a los integrantes de los poderes Legislativo y Judicial, a los medios de comunicación, a los gobernadores, presidentes municipales y a cualquier voz de la sociedad civil o defensor de los derechos humanos que se atrevan a manifestarse en contra de las decisiones unipersonales del titular del Ejecutivo, no solo con opiniones críticas sino aun presentando todas las evidencias de corrupción, daño a la economía nacional o al medio ambiente.
El linchamiento desde el poder se inicia con ataques, desacreditaciones, denostaciones y hasta difamaciones desde el aparato mediático, usado como arma propagandística y promoción política del partido político en el poder, contra las voces críticas, pero sin ofrecer ninguna explicación o aclaración sobre las denuncias publicadas, sino únicamente aludiendo al afán de perjudicar al representante del pueblo, y guardando silencio cómplice.
Así el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en la figura política más dominante en la historia de México, en tan solo cuatro años de gobierno con rasgos autoritarios y cuasi mesiánicos para manipular a las masas a través de una retórica machacona como víctima de los enemigos del pueblo.
Por lo mismo, y a dos años de que concluya su gestión presidencial, vale la pena repasar el retrato mostrado por Enrique Krauze en el libro El Mesías Tropical:
*Era obvio que el mundo lo tenía sin cuidado. Su mundo era México. Y el mundo de su mundo era Tabasco.
*Fue un niño muy vivaracho –recordaba su padre– pero tenía una enfermedad: no se le podía decir nada ni regañarlo, porque se trababa.
*Había dos maneras de animar la conversación con López Obrador: hablar de béisbol o hablar de Tabasco. Me leyó un párrafo de uno de sus libros: en Tabasco la naturaleza tiene un papel relevante en el ejercicio del poder público. De aquí parte mi teoría sobre el poder tropical; el tabasqueño debe controlar sus pasiones.
*Era difícil que un hombre encerrado en su mundo viera la necesidad de reformarlo en un sentido a la vez realista y moderno. En el concepto de López Obrador, todo lo que México requería para su futuro estaba en su pasado.
*Sustituyó en el gobierno de la Ciudad de México al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y desmanteló todo el avance democrático que se había logrado para privilegiar las medidas sociales de relativa simplicidad, pero con efectos masivos.
*Con López Obrador, la teoría de la conspiración se volvió política de Estado: toda crítica era parte de un “complot” para desbancarlo. Su estrategia política no consistió en honrar su lema de gobierno “honestidad valiente”, sino relativizar los hechos, desmarcarse de toda responsabilidad y declararse víctima de un complot.
*Andrés Iduarte, el mejor escritor de Tabasco según AMLO, refiere: el desprecio a la muerte, presente en todo mexicano, adquiere en Tabasco un diapasón subido…el tabasqueño peleaba y mataba sin saber que hacía algo malo…lo malo no es que maten (en Tabasco), lo malo es que crean que matar es algo natural.
*Lo que preocupa de López Obrador es López Obrador. No representa a la izquierda moderna, representa la izquierda autoritaria.
*La preocupación de Cárdenas era que al asumir, como Luis Echeverría, una personalidad mesiánica, podría tener la tentación autocrática de disolver de un golpe, o poco a poco, las instituciones democráticas, incluyendo la no reelección.
Parece que el profeta Cuauhtémoc Cárdenas tenía razón, y los daños democráticos ya son incalculables, ¿no le parece a usted, estimado lector?