+La generación del Crack en la literatura mexicana; estábamos confusos o confundidos quienes lo proponíamos, dice Nacho Padilla; escribía en cuadernos rojos y tinta morada; Carlos Fuentes nunca suprimió a quienes le hacían sombra
La frase:
Me aterro de la cantidad de obras que a pesar mío han salido a la luz.
IGNACIO PADILLA
LA DE NACHO PADILLA, UNA HISTORIA DE PREMIOS
Integrante de la Generación del Crack, a la que pertenecen Eloy Uroz, Jorge Volpi, Pedro Ángel Palou García y Ricardo Chávez Castañeda, Ignacio Fernando Padilla Suárez, mejor conocido como Nacho Padilla, fue quizá el más brillante de los escritores de esa generación.
Ganador de premios como Juan de la Cabada, Juan Rulfo y Malcolm Lowry, el Kalpa, el José Revueltas, el Gilberto Owen, el Primavera de Novela, el Luis Cardoza y Aragón, el Gabriel García Márquez, el Debate de Casa América y La Otra Orilla. Fue agregado cultural de México en la embajada de Gran Bretaña y director de la Biblioteca José Vasconcelos.
Falleció debido a un accidente automovilístico el 20 de agosto de 2016.
Dos años antes, en la Fil de Guadalajara lo entrevisté en razón de la publicación de su libro Las fauces del abismo en Editorial Océano.
Era un hombre amable, risueño, de mirada penetrante. Le cuestioné:
¿Las fauces del abismo es el bestiario de Ignacio Padilla?
Es una parte de probablemente un bestiario más amplio, la tradición de los bestiarios medievales que es una de las inspiraciones de este libro, es que exista un bestiario de tierra, un bestiario de aire y un bestiario de agua.
Sin pensarlo, en el momento en que me nació este libro he descubierto a posteriori que probablemente sea éste el bestiario de tierra de una serie que podría o no engendrar después un bestiario aéreo y un bestiario acuático.
Recién salió.
Es un libro recientísimo, tiene tres semanas, los tiempos de las editoriales generalmente están regidos por la Feria de Guadalajara, así es que hemos comenzado a ofrecérselo al lector desde hace algunas semanas.
¿Qué te parece la Feria?
Siempre me emociona muchísimo, me extraña año con año que en el país de América Latina con menos lectores, exista, sin embargo, la Feria más completa del mundo.
Me alegra muchísimo que los libros congreguen a tanta gente, festejo que las nuevas generaciones son generaciones que leen mucho y escriben mucho.
En los medios electrónicos por ejemplo y que han tenido una oferta importante de novelas amplias, en sagas seriadas, algunas de ellas con alto valor literario, es algo que yo no tuve.
Entonces la veo cada día más grande, más entusiasta, más encendida, desde luego tan tensa como siempre, porque siempre hay algún motivo extraliterario y más bien político que por ser la Feria de Guadalajara un escaparate, se convierte también en un espejo de todo lo que sucede en nuestro país.
Sí y ponen barreras, por ejemplo cuando vino Calderón, se repitió cuando vino Peña.
Pero ya había venido el Subcomandante Marcos, siempre hay un político, algún buscapiés que le envían al político.
Pero el colmo de la seguridad fue el año pasado, con el presidente de Israel Shimon Peres.
Claro, que hubo servicios de seguridad brutales, era un tema delicado, porque era un país con una complejidad política aún mayor que la nuestra.
Vamos a hablar un poco de tu historia, a 18 años de que fue lanzado, ¿cómo observa Ignacio Padilla El manifiesto del crack?
Lo observo como una de las historias más felices de la literatura, al menos a nivel personal, una actividad que suele ser tan solitaria, la viví como una experiencia de amistad la literatura, puesto que conocí a gente tan neurótica, tan sola, tan extraña como yo en una edad tan temprana y pude constituir con ellos El manifiesto del crack, me ha permitido vivir la experiencia de la literatura como una experiencia colectiva.
Creo que a nivel histórico el crack en su momento, igual que el grupo Macondo son referencias históricas necesarias, importantes, al margen de si participé o no en el crack, al margen de si la gente comprendió exactamente qué es lo que estábamos proponiendo, me parece que la reciente y muy notable transformación y renovación de la literatura latinoamericana o de la literatura en español se debió en una medida relativa a lo que hizo el crack en su momento.
Ese cambio hubiera ocurrido de cualquier forma con o sin el crack, el desgaste que la literatura del posboom estaba generando contra la magnífica literatura del boom, iba a generar una recapitulación necesarísima, me parece que el crack en su momento fue un catalizador importante, creo que es una referencia importante.
Percibo en mi obra y en mi persona y en la obra y en la persona de quienes contribuimos a lo del crack una consistencia con lo que todos proponíamos, si bien cada uno ha seguido haciendo sus propuestas literarias, particulares desde estéticas no necesariamente iguales, nuestra idea de la literatura sigue siendo la misma.

¿Entonces no fue una especie de locura juvenil?
Tuvo un elemento importante de locura juvenil, tuvo incluso un elemento de confusión juvenil, el planteamiento del manifiesto del crack en el 96 era confuso, porque confusos o confundidos estábamos quienes lo estábamos proponiendo, él tenía un elemento parricida importante, un elemento de altanería juvenil necesaria en cualquier movimiento renovador artístico.
Fue interpretado de maneras totalmente distintas a lo que nosotros proponíamos en algunas ocasiones, la gente y las academias y los escritores se han inventado su propio crack.
El propio Carlos Fuentes tenía una idea del crack distinta de la nuestra con miembros en algunos casos distintos de nosotros y está bien que así sea.
Sí tuvo un elemento de juvenilismo importante, pero qué revolución no la tiene.
¿A propósito de Fuentes, qué opinas de lo que dice de tu libro de la contraportada?
Desde luego se lo agradezco profundamente, tanto como lo extraño, me compromete muchísimo, pero sobre todo es una muestra más allá de lo que haya dicho de mi obra, es una muestra de lo que era Carlos Fuentes, el verdadero genio y eso es algo que él me enseñó y que me han enseñado los grandes, grandes de la literatura en español.
Es que el genio está también en la generosidad, Carlos Fuentes nunca se sintió ni se comportó como alguien amedrentado por las nuevas generaciones, no tuvo esta gestualidad, que por desgracia sí tuvo Octavio Paz de suprimir a quienes le hacían sombra.
Carlos Fuentes por el contrario, era un hombre seguro de su posición en el escenario literario y siempre supo apoyar a las nuevas generaciones, su comentario sobre mi obra es uno, entre muchísimos, que hizo Carlos Fuentes a escritores tanto de mi generación como de la suya.
Entonces lo echo sin duda en falta.
En el caso de Vicente Leñero.
Ahora más que nunca, también no había caído en la cuenta de que uno de los comentarios críticos en Las fauces del abismo es de mi querido Vicente, también lo echo de menos desde ahora, su desaparición no fue tan abrupta como lo fue la de Carlos Fuentes; sin embargo, de cualquier forma sí llegué a intuir o temer que tenía de alguna forma que ausentarse o dejarse ir Vicente, justo durante la Feria del Libro de Guadalajara de este año.
Maestro, amigo, excepción, además el último de su especie, se suele decir que las buenas personas no suelen ser buenos escritores y eso es casi siempre cierto, en el caso de Vicente Leñero es una excepción a casi una regla.
Vicente Leñero era una magnífica persona, un hombre además con un valor, con una devoción, un compromiso con la sociedad, un pensador de izquierda hacia el mismo tiempo sin un maje de confesional, supo demostrar que se puede ser buena persona y buen escritor al mismo tiempo, eso lo hace sumamente raro.
Retomando lo del crack, ¿qué le faltó para ser considerado un movimiento literario de fuerza?
Creo que nada, creo que el movimiento del crack, incluso a pesar nuestro, fue, sigue siendo para mi asombro, considerado un movimiento literario latinoamericano.
Al principio, nosotros lo percibimos como una butade, como una broma en serio y era un grupo de novelas, eran cinco o seis novelas que presentaban al escenario mexicano seis o cinco escritores mexicanos sin más pretensiones que hacer una pequeña sacudida y que la gente leyera sus novelas.
Nunca pensamos que se produciría una bola de nieve de ese tamaño, que se estarían dando seminarios en la Universidad de Oxford sobre el movimiento del crack, tampoco pensamos que se fuera a utilizar el término generación del crack, cuando nosotros en realidad éramos un grupo.
Se ha llegado a decir que la generación del crack es un movimiento generacional latinoamericano de autores que están en contra del boom latinoamericano y que sólo escriben novelas sobre nazis.
Ni el crack estaba en contra del boom latinoamericano sino todo lo contrario, estaba a favor del boom latinoamericano, contra el posboom, como que ha escrito mucho más novelas que novelas sobre nazis, pero es una bola de nieve gigantesca, creo más bien le sobraron cosas para hacer lo que originalmente pretendía ser.
¿Se podría decir que tú en su momento eras una especie de máquina de escribir?
En realidad escribo a mano, escribo toda mi obra a mano y soy más que nada un cuentista al que de vez en cuenta le nace una novela, un ensayo o una obra de teatro o un libro para niños, pero siempre estoy escribiendo cuentos, me considero sumamente lento, prolijo, moroso, neurótico y por eso escribo cuentos.
Escribir un cuento para mí me puede tomar un año, seis meses, y sobre todo escrito a mano, reescrito a mano, 17, 20 veces, transcrito después a un mecanuscrito ahora a una computadora.
Yo mismo me aterro de la cantidad de obras que a pesar mío han salido a la luz.
¿Con qué escribes?
Con plumines, en cuadernos de tapa roja, de una marca prácticamente extinta que seguramente cuando se terminen los saldos de esos cuadernos dejaré de escribir y escribo en tinta morada.
Escribo mucho a mano.
¿A qué se debió que hace 20 años, en 94 obtuvieras tres premios en cuento, novela y ensayo?
Los premios literarios cada uno tiene una personalidad, transcurren hacia distintos géneros y en distintas circunstancias, en distintos momentos de la vida literaria y distintos momentos de la vida de un escritor.
Particularmente en México, en el caso de los reconocimientos que he obtenido en mi país, me parece importante y además muy válido que en un país sin lectores, como es el nuestro, no en un país donde los tirajes de literatura compleja suelen ser bastante pequeños y donde sin embargo, mientras hay pocos lectores, hay muchos escritores.
Los premios literarios, al igual que los apoyos estatales y gubernamentales para la escritura, son una forma de recibir un reconocimiento y de profesionalizar al gremio literario en un país donde no hay lectores.
Los premios literarios me permitieron financiar mis estudios en el extranjero y sobre todo empezar a recibir una gran gratificación por un lado económica, pero por otro lado moral, espiritual, intelectual que permitió una mejor difusión de mis libros en ese entonces y con premios que he recibido posteriormente.

¿Se editó Los funerales de Alcaravan?
No en principio, luego se publicó porque ese libro obtuvo el premio, esto fue posterior en el 98 cuando recibí el premio José Revueltas de ensayo, fue muy curioso porque era un ensayo en el cual estaban ya puestas, fue escrito antes del crack, en el 94, 95 y ya estaban puestas las semillas de lo que iba a ser la transformación de la literatura latinoamericana.
Era extremadamente duro, virulento, con ciertos autores del posboom latinoamericano, que cuando tuve oportunidad de publicarlo, ya había ocurrido la revolución, ya habían sido puestos en evidencia y puestas en evidencia las escritoras y escritores del posboom, entonces me pareció que era demasiado duro.
Me pareció que ya era bastante fuerte lo que le estaba sucediendo a esa generación de mala literatura, como para contribuir con un ensayo que era extremadamente duro y que parecía escrito a posteriori, el ensayo era un poco anticipatorio, pero se iba a publicar después de la transformación de la literatura.
¿Qué me puedes decir de los fallecimientos de autores de trascendencia de los últimos tiempos?
Hemos tenido mal año o yo añadiría, que hemos tenido muy malos años recientemente, es natural. Por otro lado, sí consideramos que los autores que se están yendo eran octogenarios en su mayoría, hemos tenido algunas muertes prematuras, pero fundamentalmente las muertes de Fuentes, de Pacheco, de Vicente Leñero ahora, de Juan Gelman, son parte de la vida, de la historia natural y era previsible que sucediera eso.
También hay que considerar que suenen más fuerte, porque hay un hueco generacional importante, la muerte de los grandes autores del boom, claro García Márquez también, deja ese hueco de una generación perdida a la que nosotros intentamos salir al relevo.
Digamos se están muriendo mis abuelos literarios y no hubo en la generación de mis padres literarios figuras de esa talla, entonces eso hace más visible sus ausencias, más pesadas.
¿Algunos de ustedes, algo nuevo va camino a?
Hay muchos escritores, es muy pronto para decirlo, todavía en lengua española tenemos afortunadamente escritores de la generación inmediata magníficos como Ricardo Piglia, perdimos en edad temprana a quienes apuntaban a ser los grandes herederos de la literatura latinoamericana como Daniel Sada y Roberto Bolaño.
Me parece que ésos, eran los grandes relevos generacionales del boom latinoamericano y los dos murieron prematuramente, es ahí donde está el hueco.
De mi generación desde luego hay gente talentosísima y que se van a producir y se están produciendo obras literarias de una calidad absolutamente digna del siglo de oro de la literatura latinoamericana.
¿En críticos cómo andamos?
Mal.
Me refiero a los dos grandes que despertaron del boom, Ángel Rama Emir Rodríguez o en México Emmanuel Carballo.
Nos faltan. Claro faltan críticos, porque faltan espacios de crítica literaria, yo creo que si hubiera espacios, si no hubieran desaparecido los suplementos literarios de las épocas gloriosas, si la academia estadounidense no hubiera devorado a los críticos literarios para convertirlos en críticos académicos, podríamos tener a un Emir Rodríguez Monegal o a un Ángel Rama.a
Tenemos un déficit importantísimo, preocupante de críticos literarios.