LA PLAZA DE LAS PALABRAS
Era primavera, y la plaza del pueblo estaba llena de vida. Los árboles
florecían y la gente se reunía para celebrar un día especial: El Día
Internacional de la Poesía
*
En el centro de la plaza había un escenario donde se reunían los poetas
del pueblo. Cada uno llevaba un papel en la mano, con sus versos más
queridos. La multitud se reunía alrededor, ansiosa por escuchar las
palabras que fluirían como un rio.
*
La primera poetisa se acercó al micrófono, su voz era suave como la
seda y sus palabras eran como gotas de rocío que caían sobre la
multitud.
POESÍA
Es el sol que alumbra las
penumbras.
La voz que nos habla
desde el alma.
Un canto de consuelo y
esperanza.
Un sentir buscando su
destino.
Una estrella mirando
desde el cielo.
El vestido dorado de un
lucero.
Un camino sin fin a lo
inefable.
La caricia sagrada de una
madre.
La mirada sublime de los
niños.
Una hogaza de pan que
se comparte.
El poema de amor de los
amantes.
Un verso de justicia y
oración.
Eres poesía, la verdad que
nos muestra el corazón.
Inés Sánchez Rico
La gente se quedó en silencio, absorbiendo cada palabra. Luego, un
Poeta más:
NO LO SABE
Ella no lo sabe
pero nació bajo el embrujo de la luz,
una mañana fulgurante
de matices tornasol.
Nació sonriendo, nació cantando.
Sus voces le resuenan desde adentro,
desde el origen mismo de sus pasos.
Ella no lo sabe
pero es niña desde siempre,
con los sueños frescos
y la piel alegre,
con el asombro navegando
por las sombras ámbar de sus ojos.
Ella no lo sabe
pero le cuelgan flores del cabello
y frutos dulces de los labios.
Sus caricias siembran apetitos
que germinan en invierno
y sus besos, de pálpito infinito,
son afluentes curanderos.
Ella no lo sabe
pero es la tormenta perfecta,
la marea incesante,
el faro, la brújula, la luna llena;
La esperanza de mi alma resignada.
Ella no lo sabe
porque se equivoca rotundamente al mirarse.
Eduardo Alquimero
La multitud se quedó en silencio, absorbiendo cada palabra. Luego
aplaudió con entusiasmo pidiendo una más:
VIENTO
Hola viento
estoy aquí contigo,
siempre juegas con mi pelo
mueves mis pensamientos,
Y si camino en silencio
te enteras de mis secretos.
Se que eres mi cómplice
y le llevas mis recuerdos para
acortar la distancia, cuando me
prestas tus alas,
para mirarlo a lo lejos.
Quiero preguntarte viento,
si le has llevado mis versos,
si se ha envuelto en el perfume
que resguarda mis anhelos.
Si cuando duerme profundo ha
soñado en el regreso y me susurra
al oído, yo te amo, yo te quiero.
¿Qué lejanos caminos,
distancia y ausencia,
habrá olvidado mis letras?
tu dime viento,
¿dónde se encuentra?
Hoy te pido viento, que le cuentes
mis secretos,
lo espero en ese camino,
donde la distancia termina
donde la luz de la luna y el cielo
negro azul, nos mira.
Allí donde los silencios hablan.
No te compliques, amor, ¡tú sabes!
Donde nos espera la vida.
@laura
Y así, uno a uno, los poetas se acercaron al micrófono, cada uno
compartió, sus sentimientos, sus sueños.
La poesía se convirtió en un puente que unía a la gente en un lazo que
los conectaba, llevando consigo las palabras que habían escuchado.
Sabían que esas palabras les acompañarían siempre, que les
recordarían la belleza de la vida, la importancia del amor y la conexión
con los demás
La plaza de las palabras se quedó vacía, pero su espíritu permaneció,
esperando la próxima vez, en que la poesía volviera a unir a la gente.
Un agradable sueño… Quizá.
El poema no es el tesoro
ni el paraíso ni el secreto detrás de la puerta.
Es la chispa, el fuego, la llave…
La única llave.
Eduardo Alquimero
@laura