Las esposas de Will (2a. Parte)
Además, bueno, Will Smith se hizo un actor cada vez más serio, pero su carrera y sobre todo su fortuna, está cimentada en la comedia. Por otro lado, es importante señalar esa frase que dicta: “cuando la comedia muere, el fascismo asoma la cara”.
El príncipe del rap me cae bien, defiendo su Oscar. Creo que el premio se lo dieron por los trabajos anteriores: En busca de la felicidad, Siete alma, Ali o Contusión. A la academia le gusta premiar trayectorias y la perseverancia. Eso y que debemos apelar por la obra del artista. Que Will responda por lo hecho, pero que el Oscar no lo toquen. Más bien deberíamos estar encabronados con él porqué se llevó con el numerito dos reuniones históricas en la misma ceremonia: la del Padrino y la de Pulp Fiction.
Y de todos modos Will no alcanzó a arruinar la ceremonia del todo, pues algunos aseguran que vimos una representación moderna de Macbeth. Aquella épica de la literatura en que una endemoniada mujer mueve los hilos hasta coronar a su rey. Hubo todos los elementos: Chris Rock diciendo Macbeth (la maldición dicta que está prohibido hacerlo en un teatro), las tres brujas (Regina Hall, Wanda Sykes y Amy Shumer), esa noche contendía por el Oscar a mejor actor, Denzel Washington por su papel en una nueva visión de Macbeth y todo sucedió el día mundial del teatro. Eso y otras coincidencias hizo de esto algo delirante.
Pero no, lo peor vino después. El debate de los curiosos se salió de control y hubo comentarios lamentables.
Volviendo a la comparación de Macbeth, en que Lady Macbeth mata al rey para coronar a su esposo, ¿vieron la mirada de Jada cuando Will se reía del chiste de Chris Rock? Muchos han hecho hincapié en eso. Incluso es bien sabido que es una relación desgastada desde que ella tuvo relaciones con el mejor amigo de su hijo. Sin embargo, dijeron que tienen una relación abierta.
Pero el problema de Will Smith no es su esposa en turno, sino las esposas de Will luego del incidente. La apoteosis del mal gusto. Por supuesto acusan que Will hizo gala de su machismo arcaico al golpear de esa manera a Chris Rock por una broma. Otros, que Jada hizo gala de una dominación lamentable sobre él. ¿Será eso feminismo nocivo? Tal vez. Una discusión valida y nutritiva en estos tiempos.
Pero volvamos al inicio, a la baja audiencia y a los curiosos. Por supuesto que a muchos hombres lo hecho por Smith no les generó interés en absoluto, no hubo jactancias ni nada parecido. Pero a las mujeres el suceso sí las sacudió. Las mujeres del medio optaron por armar encuestas en Instagram para validar su apoyo a Will y a su desliz. Pero, fuera del ojo público y la corrección política, hubo otras que literalmente dijeron que de no haber golpeado a su Chris Rock, se insultaba a él mismo por no tener los pantalones de defender a su mujer a cualquier costo. Lo decían en post de Facebook de esos compartidos por miles en páginas de memes.
La discusión hoy día está tan avanzada que a pesar de que pueden existir puntos de vista, el debate ha provocado que haya cosas que sencillamente no pueden ser más. Pero, ¿cómo les explicamos eso?
Por supuesto que habrá hombres que piensen del mismo modo. No los vi, pero lo preocupante es que las mujeres tengan esa perspectiva de lo que una relación de pareja es, porque es altamente probable que, bajo ese criterio, se permitan muchos otros abusos.
Pienso en un Tik tok de la politóloga Gloria Álvarez, que recriminaba en redes una nueva tendencia de responsabilizar a las mujeres por ser selectivas a la hora de establecer relaciones sentimentales-coitales.
En cuanto Gloria planteó la idea, tuve que rectificar mis propias conjeturas pues es una idea que exploraba antes. Saber que no es novedosa y escuchar sus argumentos, me exigen mesura. Sin embargo, lo sucedido en el Dolby y los ímpetus reaccionarios en redes me obligan a pensar que en efecto el enemigo muchas veces está en casa. Que las relaciones hoy se han convertido en una transición salvaje de servicios, pero sobre todo de poder primitivo-instintivo de dominación.
Gloria Álvarez expone, de acuerdo al estudio en el libro Why Woman Have Sex, que la mujeres buscan aromas, personalidad, estatura y sentido del humor, no obstante, no me cuesta trabajo ver a quien piense así, como mercancía de cambio un 14 de febrero con sus mejores prendas, como un exacerbado culto a la belleza, la neurosis de compartir y encajar en redes, pero sobre todo con nulo interés por lo que sucedería el pasado domingo con Jessica Chastain o Jane Campion pues el homenaje a Benito Rivers no era en la gala de los Oscar.