LENGUAJES DEL ARTE CON ÓSCAR FERNÁNDEZ
escritor
Trazar la palabra; comunicar es el acto en el que el escritor se rompe junto a los
esquemas que asumió. En la acción se da más importancia al proceso que a su
resultado, el autor conecta lo que aprende con lo que vive, une puentes entre
sucesos que rechaza y sus labios de alfabeto, ellos encuentran renglones en
cada coordenada del mundo. Oscar; persistente, entero, firme enfoca sus
caminos de letras hacia el desaprendizaje, vehementemente, impulsivamente,
con un fin; abrazar.
¿Cuál es tu palabra favorita?
Desaprender.
¿Cómo te describes en dos adjetivos?
Temperamental, perseverante.
¿Cuál es el tema de conversación predilecto?
Lo desconocido, lo nuevo, otras culturas, otras maneras de ver la vida, me
encanta el factor sorpresa.
¿Prefieres leer ficción o no ficción?
No ficción.
¿Qué sobra o qué hace falta en el mundo?
Sobran animales abandonados, gente quejándose, sobra odio, sobra criminalidad,
falta amor, consideración y buenos modales.
Actualmente hay un semillero de escritores, jóvenes creadores, escritores de
amplias semblanzas y/o reconocimientos, importa que los lectores hablen de
sus poesías ¿Cómo lograrlo?
Hay a quien le importa, también hay a quien le da igual, la calidad no tiene que
ver con que se hable de uno, el morbo es una manera de estar en boca de la
gente, ser provocador, algo contradictorio.
Quién lee se involucra con el mundo social ¿Qué les dirías a los adultos
lectores? ¿Y a los no lectores?
Que observen y no juzguen, que tomen lo que les sirva de una lectura y lo que no
les sirve que lo desechen, que no crean en la superación personal de la que
hablan los libros, pues nadie nos conoce como nosotros mismos, nadie sabe
nuestros anhelos y sueños. Y a los no lectores que se quiten la venda de los ojos.
¿Cómo viviste tu infancia?
Turbulenta, fui difícil para adaptarme a tanto cambio, hay un libro que habla de
eso, pero tampoco puedo decir que todo fue malo, pues la inocencia no se rompe
tan fácil. Además hay niños que desde muy chicos pasan hambre y eso es más
duro.
Cuéntanos ¿Cómo aprendiste a leer, cómo a escribir y cómo te descubres
como autor?
Me costó mucho trabajo, iba a regularización para aprender a leer y a escribir, fui
mal alumno, por consiguiente como autor me descubrí por accidente, un viaje a
Haití me cambió la vida.
¿Cómo es tu manera de ser y de vivir?
Soy inquieto, siempre de aquí para allá, no conozco la rutina, todos mis días son
distintos, me gusta pasar tiempo con mis mascotas, cuando les hablo me siento
más cerca de lo que soy, sin máscaras, así nada más, yo mismo.
Y soy alegre, muy influenciable al medio, me afectan las cosas que ocurren a mi
alrededor, en mis reacciones son impredecible, puedo ser muy generoso, así
como muy distante.
¿Comparte una experiencia en tu trayectoria como escritor qué haya
transformado tu vida y como lo resuelves ahora?
Fui a una feria de niños que se llamó “Ellos también cuentan” se trataba de hacer
un boceto donde cada niño iba a escribir una historia y entre todas las historias
juntas salía una edición con cierto tiraje.
Conocí a uno de los niños y él tenía un libro mío, “El Inframundo”, en esa escuela
me contactaron y los fui a visitar. Mi sorpresa fue mayúscula cuando en el librito
“Ellos también cuentan” todos hablaban de historias referenciadas a mi libro,
bueno casi todos, se habían prestado el libro unos a otros y me invitaron a leerlo y
hablar de lo que ellos escribieron y porqué me habían escogido, fue una gran
sorpresa.
¿Por qué razones escribes?
Es mi manera de comunicarme con el mundo, de llegar a donde mis palabras no
se escuchan, es mi razón acompañar a muchas personas en su camino y
encontrarlas, aunque no las pueda abrazar físicamente.
¿Qué ha sido tu éxito y como llegas a él?
El éxito es efímero, yo soy más cercano a recibir crítica, pues los rebeldes y los
halagadores no estamos familiarizados. Mi éxito es encontrar a gente feliz, que me
comparta lo que sintió con el libro, también sus tristezas, si se identificaron o no.
Actualmente, ¿Qué lees y qué escribes?
Leo lo que cae en mis manos, escribo lo que siento, soy capaz de dejar un libro y
pasar a otro sin remordimiento, lo mismo con mis trabajos, muchos se quedan
congelados, luego los retomo, pero intento hacer lo que me gusta, lo que me
enseña.
La vida es una, sean felices, hagan lo que les gusta, nadie va a vivir por
nosotros, la vida no es sufrimiento, es aprendizaje. Creo que un buen libro,
una buena canción y una buena pintura deben tener mensaje, como nuestras
vidas.