LIDERAZGO RESILIENTE

Views: 1461

Les invito a que sigamos recordando a nuestra Toluca de hace medio siglo, con motivo de los festejos conmemorativos por los 50 años de egresados de la Generación 1969-1972 de la Escuela Secundaria Nº1 “Miguel Hidalgo”; de donde han salido, desde 1944, más de 25 generaciones y más de 10,000 alumnos. La mayoría con trayectorias muy destacadas en todos los ámbitos de la sociedad mexicana y en el extranjero.

Hace medio siglo, se vivía cómodamente en Toluca, una ciudad de ambiente familiar provinciano, muy segura y limpia, que se caracterizaba por las bajas temperaturas, al grado que era muy socorrida la frase: En Toluca sólo hay dos estaciones; la del ferrocarril y la del frío.

Como decía un maestro de la uno : Los perros se amarraban con longaniza y no se la comían. Gobernaba el Maestro Hank, quien recientemente había inaugurado el majestuoso Paseo Tollocan, una entrada digna de la capital del Estado, que crecía a pasos agigantados, acelerando la creación de la zona metropolitana con con otros municipios como Metepec, Zinacantepec y San Mateo Atenco. Hoy son en total, 17 municipios y sigue creciendo.

Metepec se llegaba por un largo y ancho camino de terracería que cruzaba extensos terrenos de labor, en donde ya se proyectaba en esos años, el Club de Golf San Carlos, para ofrecer más alternativas de zonas residenciales, ya que sólo se contaba en ese tiempo, con residencial Colón y residencial Ciprés; así como el incipiente fraccionamiento Plazas de San Buenaventura, a un costado de la también recientemente inaugurada avenida Vicente Guerrero, famosa en aquella época, ya que era la pista perfecta para celebrar las carreras de autos de cuarto de milla, en donde jóvenes como Pepe Acra QEPD y Pepe Manzur, corrían sus autos preparados por Pipo Villa, hoy reconocido como uno de los mejores preparadores de autos de competencia de México.

Quienes asistíamos a la secundaria uno, gozábamos la hora de la salida, para dirigirnos a degustar unas deliciosas tortas de pierna y de milanesa en La Vaquita del Portal, que entonces vivía su mejor momento; o unas de bombas o de estopa con el ojeis y, no faltaban las fresas que preferían ir a la Queni a comer una hamburguesa con su malteada.

El ambiente se hacía en los helados de La Élite de la calle de Galeana o, de plano, se organizaban las tardeadas en casa de algunos compañeros en donde sólo se consumían sándwiches y refrescos. Éramos muy bien portados. Bueno, yo no tanto, ya que el tercer año, al igual que otros compañeros, nos pasaron al turno de en la tarde, con compañeros de banca provenientes de los famosos barrios bravos de: La Retama, Santa Bárbara, El Cóporo y también vecinos de la famosa miscelánea El Reflejo. Fueron tiempos recios.

Les cuento: al director de la secundaria, se le apodaba el Viento Negro, por su color de piel y porque sembraba vientos y cosechaba tempestades y que a diferencia de su esposa, que daba español, no era muy querido; nos hacia bullying y gastaba bromas y luego no se aguantaba. Un día, para mi mala suerte, nos cruzamos en uno de los pasillos y sin más me dijo: jovencito, usted se ha de comer un perro todas las mañanas, a lo que le contesté sin medir consecuencias: pues usted se ha de desayunar su café negro y un costal de carbón; y zas! Que me contesta: lo voy a mandar al turno de la tarde para que haga su tercer año.

 

Teníamos maestras y maestros de gran calidad humana y preparación, empezando, por la consentida de todos: nuestra muy querida maestra Gina, Georgina Dávila Maldonado Q.E.P.D. Jorge Camarillo, Luis Arciniega, Jorge Pardiñas, Yoyel Jaimes, Conzuelo López Cuadros, Alfredo Ramírez Zapata, Ignacio Rodríguez Santa María, Alfredo Reyes Velasco, Jesús Alvarez, Héctor Ortega, Indalecio López Silva, Fernando Soto y por supuesto, una mención especial a quien tenía la prerrogativa de dejarnos salir o entrar al edificio: Don Samuel Becerril y su inseparable franela.

Pero, ¿Y a qué viene todo esto que les he platicado? Pues para recordar las tierras fértiles en donde un grupo de mujeres y hombres toluqueños, soñadores y emprendedores, empezábamos a construir los cimientos de una vida exitosa y con propósito, que hoy, a 50 años de distancia, nos hace sentirnos orgullosos y satisfechos gracias a nuestro esfuerzo y aprovechamiento de nuestras fortalezas, logramos un liderazgo resiliente que nos cohesiona e identifica con el escudo y estandarte de nuestra gloriosa secundaria uno.

La resiliencia es la capacidad de estar bien incluso cuando las cosas van mal. En el campo social tiene que ver con nuestra resistencia de carácter, con la capacidad de sobreponernos, de recuperarnos ante los efectos nocivos de la adversidad y lograr un desarrollo exitoso, como todos los que formamos esta Generación 1969-1972.

Benigno Rojas Moreno, de la dinastía de los dentistas Rojas, emigró a Canadá, vive en Edmonton, Alberta a 4,000 kms de distancia y actualmente, es un alto funcionario en ese Estado. Jorge Virchez González también ha triunfado por esas latitudes. Alberto Labastida Barrios, pionero ambientalista y muy comprometido. Fernando de la Colina Alva, Martelena Doporto, Armando Alvarez Ovando.

También egresaron en esa generación: Patricia Sánchez Flores, Fausto Fabela González, Guillermo Mondragón, Noemí Zerón, Celina Celorio, Alicia Hoyo, Alejandro Jarquín, Ana Elena Reyes, Tomás Sanabria y Jesús Domínguez Magdaleno Q.E.P.D.

Las hermanas Silvia y Sonia García, Diego García Torres, José Luis González, Amparo Navarro, Jesús Nieto, Concepción Quijada, Gloria Solleiro Granados, Laura Vilchis y Victoria Zenil de la Rosa.

Gerardo Benhumea, René Benítez Treviño, Miguel Ariceaga Paredes, Luis Abraham Tavira Mondragón, Arturo Cañas, Abelardo Nieto Enriquez, Patricia Ramírez, Miguel González y Domingo Merino.

Disfrutar de la sexta década de nuestra vida y recordar que hace medio siglo concluimos nuestra educación secundaria cuando estábamos en nuestra segunda década, sin duda, es un buen motivo para reunirnos a celebrar el próximo viernes 11 de junio, y desde luego, recordar a quienes siendo parte de este equipo de la uno, se nos adelantaron a la vida eterna.