Los derechos humanos y la alimentación

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La reflexión de esta semana es en torno a la alimentación, esto porque el próximo 16 de octubre se celebra el Día Internacional de la Alimentación. Quiero entonces poner énfasis en varios puntos con respecto a esto que nos lleven a concienciar qué debemos hacer al respecto a fin de proteger por un lado a la tierra, y por otro, a nosotros mismos, pues sabemos que una mala alimentación siempre acarrea malas consecuencias en nuestra salud. 

En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) nos alerta que 40% de la población mundial no nos permitimos una dieta saludable y esto posibilita el grave aumento de la obesidad. El contexto de la pandemia por covid-19 nos deja una lección clara en este sentido, que nos obliga a cambiar la ruta, pues si bien, muchas de las personas que se infectaron por esta enfermedad lograron sobrevivir, otras, en casi todos los casos presentaron algún grado de obesidad, que si bien, no todos que padecieron este riesgo necesariamente fallecieron, pero sí un porcentaje alto, incluso así lo advierte un artículo publicado en The British Medical Journal (BMJ): “existe evidencia creciente que indica que la obesidad es un factor de riesgo independiente para enfermedades graves y muerte por covid-19”.  Por ello, comprender el papel de la obesidad debería ser una prioridad de salud pública, dada la alta prevalencia de esta condición en nuestro país y a nivel mundial. 

Así, la pandemia ha propiciado acciones que, primero, nos mostraron cuán frágiles y vulnerables son los sistemas alimentarios de la humanidad, pues según el informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición” en el mundo, 811 millones de personas estaban desnutridas en 2020, un aumento de 118 millones con respecto a 2019; y más grave aún, investigaciones del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente destacan que 17% de los alimentos del mundo se tira a la basura.

Por otro lado, por primera vez la Organización de las Naciones Unidas convocó a la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios, en septiembre, en donde líderes mundiales se unieron en un impulso para encontrar formas novedosas de producir alimentos saludables para la creciente población mundial, sin dañar el planeta.

En el marco de esta reunión se abordaron temas como la importancia de entrar a una nueva era de producción y consumo sostenibles de alimentos; pues  en esta cumbre participan lo mismo gobiernos que empresas, agricultores, pueblos indígenas, jóvenes, académicos y ciudadanos para generar una ruta detallada hacia mínimo a los sistemas naturales que sustentan la vida en la Tierra.

Ahora bien, con este paso se espera que más de 85 jefes de Estado y funcionarios de gobierno fomenten estrategias para vigilar que las comidas escolares sean más saludables, asimismo, que disminuya el desperdicio de alimentos, así como desbloquear la innovación agrícola para cumplir los objetivos climáticos.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Alimentación estamos obligados a reflexionar sobre nuestra alimentación y nuestra forma de producir, consumir y, lamentablemente, desperdiciar alimentos, lo cual le cobra un precio muy alto a nuestro planeta, ejerciendo una presión innecesaria en los recursos naturales, el medio ambiente y el clima.