Martes con M de Mito: Guardar los billetes de ajolotito, es ¿ahorrar?
Recuerdo muy bien que hace unos 30 años, se publicó un libro donde se postulaba la teoría de que, en México, donde hay o había grandes yacimientos de plata, se podría tener monedas de argentum –nombre en latín del precioso y finito metal, razón por la cual, en tabla periódica de los elementos químicos se le identifica con las letras Ag– y así elevar el nivel económico de nuestro rico país.
Una teoría que, al parecer pareció descabellada, ya que han pasado los años y no tenemos monedas de plata que circulen de manera corriente. Y precisamente uno de los impedimentos o limitantes de esta descabellada teoría, era que las personas, al tener en su poder plata, difícilmente iban a hacer circular el dinero. Ya hemos dicho en varias ocasiones que para que una economía esté sana, el dinero debe fluir. Y si una persona se rehúsa a deshacerse de sus monedas de plata al tener que pagar con ellas al consumir los productos y servicios, lo único que está haciendo es impedir que la economía fluya y generar graves consecuencias.
Alguien podría argumentar que la plata incrementa su valor, y esto es más o menos, en parte, cierto. Ya que, al todos tener plata en sus bolsillos, generan que la plata se convierta en comodity –para fines prácticos, se convertiría en un producto genérico, que todos tienen, y por lo tanto no merece aumentar su valor–. Esto es: nadie querría gastar sus monedas de plata, pero nadie podría sacar provecho de ellas, porque todos tendrían monedas de plata. La economía se estanca.
Si eso pasa al guardar la plata, un metal precioso. No quiero ni pensar qué pasaría al guardar plástico. Pues eso es lo que está ocurriendo. Personas que creen que al guardar sus billetes de ajolotito contribuyen enormemente con el desarrollo de la economía de este país. ¡No puede haber idea más errada! Están afectando a la economía doméstica y a la nacional al resistirse a gastar, a usar el dinero.
Primero: porque ya vimos que una economía sana es una economía que fluye. Y aquí no está fluyendo.
Segundo: Porque si guardaran oro o plata, por lo menos recuperarían su peso en oro. Pero aquí lo que se guarda son billetes ¡de plástico!
Tercero: Ya hemos visto que el patrón oro dejó de funcionar a mitad del siglo pasado. Ahora nos rige el sistema fiduciario.
Cuarto: Ese dinero guardado en casa, en forma de billetes de ajolotito, lo único que está haciendo es perder su valor. Ya hemos aclarado que el ahorro debe de ponerse a trabajar para generar rendimientos y dividendos.
Así que si usted es de las personas que tienen y presumen 5 mil pesos en billetes de ajolotito, lo invito a que los use, en algo de provecho y que sepa que esos 5 mil pesos, ya no valen lo mismo que valían antes. Es decir; gracias a la inflación esos 5 mil pesos le alcanzan para menos cosas que antes.
Entonces ¿Qué debe hacer?:
Guarde uno, sólo uno ¿eh?, enmárquelo si quiere, póngalo en un portarretratos, si gusta; pero gaste, –ya hemos visto que gastar es: ahorrar inteligentemente, invertir, consumir–. Porque gastando es como la economía va mejorando.