Martes con m de Mito: las tarjetas son malas
Continuamos con el tema de las tarjetas de crédito. Ya vimos la importancia de tener un historial crediticio, porque nunca sabemos cuándo requeriremos de esa herramienta. Como dicen por ahí, es mejor tenerlo y no usarlo que necesitarlo y no tenerlo. Y ya hablamos sobre cómo se puede usar una tarjeta de crédito sin temor a que se convierta en un dolor de cabeza.
Bien, ahora tome en cuenta las siguientes recomendaciones:
Al momento de contratarla busque una que no sea muy costosa de anualidad. Hoy, son varias las tarjetas que prometen que con ellas no va a pagar anualidad, pero recuerde lo que ya le he dicho en anteriores ocasiones, cuando le dicen que algo es gratis o sin costo, revise bien, porque alguien más lo pagará y recuerde también que las empresas no querrán hacerlo, buscarán siempre que lo termine pagando el cliente.
Sabiendo lo anterior, no se deje engañar, con la famosa promoción: Anualidad gratis de por vida, No pagas anualidad, o No pagas anualidad el primer año, etc. Ya que si bien, estará exento de pagar esa anualidad, seguramente se verá compensada con compras mínimas o tasas de interés más altas que lo acostumbrado. Esto es: Sí, te damos la anualidad gratis, pero, siempre y cuando tengas una compra mínima al mes de “tanto”. Hey, no se desanime. En ese caso lo recomendable es cargar a esa tarjeta el pago del internet, la luz, el gas, el servicio de teléfono celular, el servicio de plataformas de video o música… algún servicio que usted sepa de antemano que lo hará recurrentemente mes a mes. De ese modo, usted estará “cubriendo” con la condición de “consumo mínimo” y de paso se lleva su anualidad gratis.
Supongamos que no le dan la cláusula de consumo mínimo, entonces seguramente se irán por el tema de tasas de interés. Aquí es donde debe de comparar y ver qué tanta diferencia existe entre una y otra. En honor a la verdad, la variación es muy poca; sin embargo, todavía existen algunas tarjetas que sobrepasan el promedio.
Cuando eso ocurre, regularmente es porque le ofrecen beneficios exclusivos que ninguna otra institución puede otorgarle. Ya dependerá de cada quien si le parece atractivo o no. Quizá una persona se la viva de concierto en concierto y le sea bastante atractivo el beneficio de preventas exclusivas para eventos.
Tenga cuidado con las compras a meses sin intereses. Otra vez, vea si está en sus manos adquirir el producto o servicio en una sola exhibición, obviamente pagándola con la tarjeta de crédito. Porque de lo contrario puede caer en la trampa de pensar que va a pagar una pequeña cantidad mes a mes, pero luego se emociona comprando todo a meses sin intereses y de poquito en poquito se va haciendo un montoncito. Entonces el pago de un producto de 200 pesos al mes, se junta con otros veinte del mismo monto y resulta que tiene que pagar 4,000 en ese mes.
Por eso es importante leer bien los términos de los contratos, y no dejarse llevar por los boletos de avión que le regalan al momento de contratar una tarjeta de crédito. En este caso sí aplica eso de La información es poder, porque al conocer las cláusulas usted podrá sacar mejor provecho de ellas.
Recuerde siempre que el dinero en un medio, nunca un fin. Sabiéndolo usar, le traerá grandes beneficios, no sólo económicos, sino de toda índole.