Martes con M de Mito: ¿para qué un fondo de emergencia?
Este mito es de los menos comunes, gracias al Cielo, pero no por ello quiere decir que sea menos peligroso.
El otro día en una de mis tantas conversaciones escuché, con cierto desagrado, que una señora se expresaba de la siguiente manera: Yo no necesito un fondo de emergencia, ni que fuera pobre. Grave error. Todos necesitamos tener un guardadito para cualquier eventualidad. En otras ocasiones hemos comentado que los expertos sugieren tener un ahorro disponible de al menos 3 meses de sueldo.
Obviamente existen varias versiones, hay quien dice que se deben tener 6 meses, 12 meses o incluso he llegado a escuchar la recomendación de ¡3 años de salario! Si le es posible, adelante, hágalo ¡qué mejor! Pero considero que entre 3 y 6 meses estaría muy bien. Demasiado bien, tomando en cuenta de que existen personas que no tienen nada, ni un día de salario ahorrado.
Y es que no habrá quien diga en México no se puede ahorrar y sí eso se lo dice a su mente, déjeme decirle que así será, nuestra mentalidad limita nuestro entorno. Ya, también en otras ocasiones he comentado hasta el cansancio el tema del Presupuesto y cómo elaborarlo, de manera que nos permita llegar a las metas y cumplir los sueños. Así que, asumamos que ya superó la etapa del no se puede. Porque ya vimos que sí se puede.
Una de las primeras metas financieras que deben cumplirse es generar un ahorro que represente al menos 3 meses de sueldo, comúnmente se le llama fondo de emergencia y sirve precisamente para eso: emergencias, imprevistos, accidentes.
El tiempo en que logre juntarlo dependerá de muchos factores: si vive solo, en pareja, con mascotas o con hijos, pequeños o adolescentes… Es muy recomendable y retador, ponerse el propósito de juntarlo en un año.
Ese dinero, deberá estar disponible en el corto plazo ya que se supone es para atender una emergencia. Así que, mi recomendación experta, es: como ya hemos visto que el dinero sin actividad es semejante a una bolsa de abono, recomiendo que se tenga en instrumentos de inversión de poco riesgo y del que pueda disponer en corto plazo; un plan en CETES, podría ser una buena idea. Ya que lo tendrá disponible en cuestión de días. Mientras, acuda a la tarjeta de crédito –¿recuerda cuando vimos el manejo de estos plásticos?–. Si tiene un buen historial crediticio tendrá una buena disposición de crédito, lo que le permitirá enfrentar casi cualquier situación. Se hace cargo de su emergencia, cargándolo a la tarjeta de crédito. Y cuando le llegue el estado de cuenta, usted ya habrá tenido el tiempo para retirar su dinero del plan de inversión a corto plazo.
Así, pues, podrá pagar la tarjeta sin ningún problema; ésta, le dará más beneficios por el monto gastado, le podrán aumentar el crédito, le darán más puntos, etc. Y usted habrá salido beneficiado de esa emergencia; primero porque tenía un dinero trabajando para esa situación, y pudo resolverlo. Segundo, porque al hacerle frente con la tarjeta de crédito, también significó beneficios para usted en un futuro inmediato.
Comparado con que, si hubiera tenido el dinero en su cuenta de banco, es decir en la tarjeta de débito. Ahí ya vimos que su dinero no genera nada y por el contrario nada más pierde valor. Y si además saca su dinero para enfrentar la emergencia en efectivo, no tiene ningún beneficio con la institución crediticia. Lo que le podría cerrar algunas puertas en el futuro.
Recomendación extra: siempre repóngalo, si ya tiene un año ahorrado y ocupó la mitad para enfrentar alguna situación, repóngalo cuanto antes. Pero como seguro sigue todas mis recomendaciones, ese dinero lo debe tener en un plan de inversión, así que solito sigue creciendo. Aún así, ayúdele regresando lo que tomó.