MÁS DE 32 MIL MEXIQUENSES SUFREN EL PROBLEMA OBESIDAD
Ahora que las fechas de celebración de fin de año se perciben cercanas, al igual que un consumo calórico mayor del habitual, se debe tomar en cuenta que la mala alimentación puede devenir en problemas de estado de ánimo y el deterioro del funcionamiento del sistema nervioso, por lo que es importante consumir alimentos con nutrientes que regulen el buen funcionamiento del cuerpo, así como también se debe considerar el tipo de color, textura, olor y sabor de los mismos para contribuir a la salud física y mental, según la académica e investigadora Osiris Pichardo.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, perteneciente a la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, el Estado de México se encuentra como la entidad con mayor número de personas con problemas de obesidad, al registrar 32 mil 239 habitantes en dicha situación, cuestión que es derivado por la construcción social y cultural que envuelve al tipo de alimentación en la entidad, de acuerdo con Pichardo, quien pertenece a la Facultad de Medicina de la UAEMéx.
Dijo que la combinación entre la gastronomía y la psicofísica que deriva de un estímulo visual, se obtiene a través de la percepción del aroma, el olfato y el sabor, que deviene en la sensación de apetito, así como un estímulo placentero, lo cual se presenta en mayor parte, con la textura grasa de los alimentos.
La estimulación con un olor, activa la corteza periforme, junto a una fuerte motivación del córtex orbitofrontal y conecta con las emociones y el sistema límbico, que provoca el consumo de alimentos, que mayoritariamente no brindan los nutrientes deseados en el cuerpo, tal es el caso de la comida chatarra.
Refirió que los colores de los alimentos se asocia con un gusto particular: el color negro, violeta y púrpura se asocia con un sabor amargo, el gusto salado se asocia con colores blancos y azules, el amarillo y verde se asocia un sabor agrio y lo dulce con uno rosado y rojo.
Por ello, la mayor parte de la comida chatarra o comida rápida, se identifica con colores que se asocian con un estado de ánimo de alegría, que incitan a la persona a consumirla, incluso cuando no tiene sensación de hambre, lo que conlleva en un consumo calórico desmedido y en problemas en el sistema nervioso.
Ante ello sugirió que para evitar una ingesta calórica que repercuta en la salud, se debe tomar en cuenta el tipo de alimentos que no solo brinden satisfacción en un sentido visual, sino también, proporcionen los nutrientes suficientes para el bienestar físico y psicológico, pues como la comida chatarra, los colores asociados con la felicidad, pueden obtenerse de productos como las frutas y las verduras, que además contribuirá a la salud del sistema nervioso.