MEDIO AMBIENTE EN EL SEXENIO DE ALFREDO DEL MAZO
Este lunes 4 de septiembre se llevó a cabo el 6to y último informe del Gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Masa, dentro del marco normativo como lo establece la ley para presentar los logros o avances que se ejecutaron durante su gestión. Más allá de visualizarlo como un elemento político con mucho mensajes y símbolos dentro del mismo acto, lo que me interesa destacar si es posible algunas acciones emprendidas por el GEM en este sexenio.
La administración del gobernador supuestamente tuvo como prioridad mantener ecosistemas resilientes en sus Áreas Naturales Protegidas (ANP), a través de su protección y conservación. Comprendiendo que el mejoramiento de su infraestructura permitió a los mexiquenses realizar actividades ecoturísticas y proteger su fauna con programas de conservación de especies prioritarias, conciliando el crecimiento económico y la protección de los recursos naturales.
La estrategia se basó por medio de la participación de las y los mexiquenses en eventos y acciones de educación ambiental, se fomentó una cultura ecológica para conocer y valorar los servicios ecosistémicos que proporcionan los ecosistemas y promover la participación ciudadana en la conservación, cuidado y uso responsable de los recursos naturales.
En seis años de Gobierno, la forma de hacer frente al impacto ambiental fue a través de actividades antropogénicas con políticas públicas clave en materia de manejo integral de residuos, además de prevención y control de la contaminación atmosférica. Asimismo, se le prestó atención a los a retos como el calentamiento global y el cambio climático, así como el crecimiento urbano y su impacto ambiental, que de acuerdo a lo presentado en el informe el Estado de México cuenta hoy con los instrumentos y acciones que le permitan contar con un territorio limpio, ordenado y sustentable, algo de lo cual en lo personal no estoy seguro de ello.
Si bien el Estado de México posee diversos tipos de paisajes naturales, tipos de clima y una vasta biodiversidad, misma que debe protegerse y conservarse a través de la principal herramienta de conservación que son las ANP. Con una superficie total de 999 mil 667 hectáreas, que representan el 44.4 por ciento del territorio mexiquense, existen 90 ANP; 75 con decreto estatal y 15 con decreto federal; estas zonas aseguran la generación de servicios ecosistémicos, que van desde la recarga de mantos acuíferos hasta la actuación de sumideros de carbono.
Sin embargo, las ANP y sus recursos están sometidos a una permanente amenaza por el crecimiento demográfico y la expansión de zonas urbanas. Por lo que cabe destacar que estas, cuentan con Programas de Manejo que son instrumentos jurídico-administrativos que determinan las estrategias para su protección y conservación. Ahora se cuenta con 71 Programas de Manejo, lo que permite realizar más acciones que promueven y fomentan acciones de vigilancia para preservar y proteger los recursos naturales, como recorridos, acciones de vigilancia y monitoreo de la fauna.
Por otro lado, un punto a resaltar son las acciones de conservación, protección y vigilancia de la superficie protegida, en donde destacan las labores de prevención y combate oportuno de incendios forestales, la administración llevó a cabo la apertura y mantenimiento de más de 693 kilómetros lineales de brechas cortafuego, que permiten contener el fuego en caso de ocurrir. Para optimizar la detección y atención
También mencionare la sinergia con la CEPANAF para recibir para su guardia y protección, por conducto de instancias como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Fiscalía General de la República y la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (PROPAEM), 295 ejemplares decomisados, como felinos, aves, primates, carnívoros, entre otros, mismos que son atendidos por médicos especializados para su resguardo, rehabilitación y posible liberación en su hábitat natural. Durante la administración se registraron 690 nacimientos de diversas especies como jaguares, jirafas, antílopes, cérvidos, guacamayas, entre otros, los cuales, aunados a los ejemplares ya existentes suman un total de mil 726 ejemplares de 189 especies conservadas y protegidas por el Gobierno estatal.
Es así que podemos vislumbrar que fueron pocas las acciones emprendidas a favor del medio ambiente, pero al menos algunas de ellas tienen repercusión directa sobre algunas problemáticas desatendidas. En este sentido como sociedad debemos solicitar un mayor compromiso del nuevo gobierno y su especial atención con la relevancia que amerita la situación ambiental de la entidad de manera incluyente y resiliente. Ojalá que la o el nuevo secretario de Medio Ambiente tenga la preparación y el liderazgo suficiente para tal responsabilidad.