Mercadeo digital

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El marketing o mercadeo digital es la vertiente de la mercadotecnia, es decir, el conjunto de principios y prácticas que buscan el aumento del comercio, especialmente en la demanda, en el ámbito digital, es decir, a partir del uso de canales digitales representados principalmente a través de los medios conectados a internet, por ello, no sobra decir que, constituye principalmente un mecanismo comunicacional que permite a los ofertantes de productos y servicios aumentar su cartera de clientes potenciales, y, a partir de ahí incrementar su volumen de ventas y con ello, las ganancias asociadas.

Existen diversas teorías en torno a las razones que subyacen dentro de una relación comercial, sin embargo, considero que una de las más fundamentales se genera en función de tres elementos subyacentes: el sector de la economía al que se dirige, puesto que conviene advertir que los primeros principios fundamentales de la economía se dan en función del valor y riqueza que se generan a partir del uso y aprovechamiento de los recursos existentes, y por ello, el primer factor es advertir si estamos frente a una relación entre empresa, gobierno y ciudadanía o consumidores y sus múltiples combinaciones, así como los elementos inherentes económico – fácticos que se encuentran en el marco de dicha relación; por otra parte, la estratificación dentro del sector al cual nos refiramos a fin de identificar los puentes necesarios entre los actores involucrados, y, finalmente el segmento al cual se dirigen los productos o servicios que son susceptibles de comercialización en función de las necesidades que dan origen a su comportamiento, de lo cual, estaremos pasando de las necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales, de estima y finalmente, la autorrealización como las principales necesidades de las personas, que nos permitirán en un principio, realizar un diagnóstico situacional de nuestra entidad y el mercado en el que se encuentra, a fin de advertir de manera clara cuáles son nuestros competidores y aliados dentro de una cadena de suministro.

Si bien, creo que no se puede tocar el ámbito de marketing digital sin abordar primero una perspectiva de negocio y el cumplimiento de los requerimientos económico, legales y facticos u operativos, lo cual abordaremos en otra serie de entregas, a fin de poder advertir una estrategia eficaz de marketing digital, lo primero, es contar con un diagnóstico mínimo, que puede tomar como referencia los elementos anteriores, respecto a qué hacemos, cómo lo hacemos, para qué lo hacemos y qué nos diferencia de los demás, a fin de determinar si, en un principio, somos una persona o entidad que quiere generar una o diversas relaciones comerciales a mediano o largo plazo, o, si nuestro modelo es de temporadas y, en función de ello, calendarizar nuestras acciones y prioridades.

En términos de lo anterior, más que conocer primero a la población objetivo como podría parecer el primer paso lógico de una estrategia de marketing digital, el primer paso, es identificar y conocer adecuadamente la actividad de la entidad y su prospectiva a fin de advertir los canales adecuados de comunicación, que, principalmente constituyen los objetivos sobre los cuales se trazarán las estrategias de marketing digital, es decir, a fin de aumentar la demanda buscar incrementar la presencia en los compradores potenciales, lo cual, si bien debe ajustarse en función del tipo de empresa y su posición dentro de la cadena de suministro, también lo es que las diversas modulaciones derivadas no distinguen en sustancia, de los elementos que aportan los canales digitales a fin de poder colocar sus productos o servicios.

Generalmente, el primero de los casos, respecto de las empresas segmentadas o por temporadas, en caso de que su labor sea esporádica, podría dar lugar a la oferta potencial, principalmente de productos de temporada, ocasión o, de eliminación de saldos, también lo es que su subsistencia requiere de una sistematización y ordenación de procesos que permita escalar el negocio a un mayor nivel, que, inclusive requeriría procesos administrativos y logísticos más dinámicos que los de empresas dedicadas a un sector, producto, servicio o ramo determinado y por ello, las estrategias de marketing serían similares en torno a la creación de una base fidelizada de usuarios, sin embargo, resulta importante advertir que, también es posible generar micro campañas para este tipo de ventas esporádicas que no solamente se dan en ese tipo de productos y servicios, sino, también a partir de eventos especiales, promociones, prospectivas, estudios, entre otros, que requieren una vinculación comercial.

Particularmente, para tener éxito y ajustarse a los estándares de licitud de los diversos regímenes, este tipo de campañas debe de tener especial cuidado de contar con los elementos de cumplimiento adecuados, puesto que, del mismo modo como pueden generarse beneficios de carácter instantáneo, también se trata del mecanismo adecuado por el cual, se facilitan las estafas y fraudes puesto que, con independencia del tipo de estrategia, esta se traducirá a la vez a través de campañas, sin embargo, considerando que cada vez estas campañas surgen y se agotan de manera inmediata en el marco de un canal digital, se produce de facto no solamente el seguimiento de muchas de estas campañas que se convierten en zombies, así como un gran cadena de incumplimientos legales que se generan a partir de entidades con o sin personalidad jurídica que no tienen como finalidad seguir subsistiendo, sino que se crearon a partir de una necesidad específica.

Es así que, si en principio la entidad no tiene como objetivo lanzar solamente una campaña determinada y a partir de ahí dejar que se acabe el impacto de su marca, producto o entidad, lo mejor es que antes de generar campañas espontáneas, primero se enfoque en realizar un análisis situacional y valorar sus recursos y objetivos de marketing, a fin de determinar, los canales digitales a partir de los cuales tendrá presencia de manera permanente para que sea localizado por sus clientes o usuarios y determinar sus diferenciadores y su mercado a fin de determinar cuales son los contenidos de su empresa o su actividad que pueden ser compartidos a fin de que el cliente potencial pueda tomar la decisión de explorar los contenidos o servicios de la empresa.

Una vez determinado lo anterior, deberá definir sus objetivos de marketing, es decir, incrementar ventas, incrementar conocimiento de la empresa, incrementar nivel de influencia, lo anterior, en términos de los objetivos de corto, mediano o largo plazo que se defina en función de las necesidades de la empresa y de su estrategia de expansión, puesto que el mayor número de clientes, de ventas y de ingresos, dependerá de la segmentación que se hubiera realizado de manera previa a fin de realizar golpes de precisión a su población objetivo, la cual deberá asociarse a dichos objetivos.

En estos términos, quisiera finalizar señalando que, esta es una de las razones por las que principalmente las campañas de ventas a través de redes sociales o plataformas digitales no logran atraer un mercado potencial de manera sustentable, puesto que, al momento en el cual lanzan micro campañas de publicidad queman sus objetivos  al no inyectar una prospectiva a largo plazo y con ello, corren el riesgo de que sus usuarios los perciban como entidades poco confiables, a la par, de que, como vimos previamente los algoritmos de las plataformas digitales van a seguir proporcionándoles propuestas de usuarios que cada vez van a lograr un menor valor y van a hacer menos redituable la publicidad, puesto que, si bien es cierto que para dichas microcampañas la distribución de productos o servicios se vuelve un éxito ante la inmediatez del consumo ante la oferta, también lo es que en la mayoría de los negocios, nos interesa no sólo que el usuario se quede, sino que refiera a más personas para que el fenómeno de viralización de las redes, juegue a nuestro favor. Hasta la próxima.