MES DE NOVIEMBRE

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Ella es la pequeña, la penúltima de 15 hermanos, nacida muchos años atrás, en el mes de noviembre.

Ella es risueña, pues siempre cuenta chistes y se ahoga entre su propia risa antes de poder contarlos.

Ella es enérgica, envuelta en un carácter de directora de internado suizo, estoico y no negociable.

Ella es impaciente, porque le gustan las cosas hechas al instante, porque le roba tiempo al reloj que lleva en la mano y siempre quiere aprovechar cada segundo que transcurre y no sabe parar.

Ella es aguerrida, pues no le teme ni al más grande ni temerario ni poderoso hombre del mundo. No hay Jeque Árabe, no hay un Lenin, Bush, Putin o Hitler, que podrían con ella.

Ella tiene una fortaleza incalculable, inhumana, pues siempre termina sus batallas de pie, protegiendo a los suyos, cueste lo que cueste, duela lo que duela.

Ella es soñadora, pues siempre con un telescopio invisible, mira al más allá, al punto más lejano haciéndonos ver  que lo lejano si se alcanza, con esfuerzo, dedicación, pero sobre todas las cosas con disciplina.

Ella es respeto, con una mirada, con un simple movimiento de pestañas, te da la señal, de que lo que estás haciendo no es lo correcto.

Ella es ejemplo vivo de modales, de justicia, de responsabilidad y de orden impecable, en donde no caben las mínimas fallas.

Ella es música, porque su voz que entona las más complejas y simples melodías, sabe arrullar y encantar sin mucho esfuerzo.

Ella es baile, pareciera que flotara en el aire, cuando su cuerpo se deja llevar por el compás de distintos ritmos, que ninguno, sin excepción, le sale mal.

Ella es comida, porque sus manos casadas con su cerebro, puestas en la cocina, crean los platos más jugosos, deliciosos y apetecibles del mundo, con una dosis extra de cariño.

Ella es fidelidad, hace 45 años atrás juró amar, proteger y venerar en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, al que hoy en día es su esposo y con quien lucha estoicamente al pie del cañón para seguir sosteniendo con amor, respeto y entrega a lo que ellos llaman SU FAMILIA, SU TODO.

Ella es magia, lleva en sí misma una varita mágica, que con tal solo moverla, convierte la noche en día, la oscuridad en luz, la guerra en paz, el odio en amor, la soberbia en humildad.

Ella es abuela, de una nena, y dos nenes, que ama con locura, pero sin perder la cabeza, porque ella es una convencida que amar no es malcriar, amar es hacer que esos niños, sean niños de bien y que crezcan con amor, humildad y respeto hacia sí mismos y hacia el prójimo.

Ella, esa simple, pero maravillosa mujer, yo la llamo PILO, una palabra pequeña, que envuelve cuatro letras tan grandes y significativas como es el amor que siento por ella.

La P, de Poder, ese poder que sólo ella tiene de sostenerme en los momentos más duros de mi vida.

La I, de Incondicional, que sólo ella sabe ser, sin pedir nada a cambio.

La L, de Locura, esa locura que la lleva a superar los retos más dolorosos y casi imposibles que le ha dado la vida.

La O, de Ombligo, ese ombligo con el cual estoy conectada y del cual no quisiera desconectarme nunca, porque si algún día me falta, parte de mí se iría con él.

Ella es mi MADRE, la madre que nunca pedí, pero escogí inconscientemente, porque dicen que uno escoje a sus padres antes de nacer, y quiero recalcar, que es la elección más certera, correcta y de lejos la mejor que hice para mi vida, a pesar de haber sido inconsciente.

Madre, cinco letras que envuelven el título que te ganaste al traerme al mundo y ser quien eres para mí.

Gracias por ser la M de Majestuosa, porque tu garbo, tu elegancia, la de una Reina sin igual, no lo hubiera encontrado en otra.

Gracias por ser la A de Amor, ese amor puro, entregado, impoluto, gigante, interminable, maravillosa envidia de cualquier ser humano.

Gracias por ser la D de Dación, ese dar sin esperar nada de vuelta, de dar lo poco o mucho que tiene, haciéndome valorar y enseñándome a ser siempre humilde.

Gracias por ser la R de Responsabilidad, de terminar las cosas cuando se empiezan, de hacerlas bien, sin permitir errores, de estar en todos los detalles.

Gracias por ser la E de Ejemplo, que pocos tienen y muchos anhelan, y que me llena de orgullo, de saber que lo tengo y que siempre termina siendo infalible.

Gracias mes de noviembre por traerte, eternamente gracias por ser MI MADRE.