+ México: Prensa Asediada y Gran Premio a la Libertad de Expresión

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La frase:

La trayectoria periodística de Carmen Aristegui, ha sido impecable.

UNA VERDAD

 

México: Prensa Asediada y Gran Premio a la Libertad de Expresión

Nunca en México se había orquestado una campaña tan furiosa de asedio contra la prensa y los periodistas desde el máximo cargo del poder político, por lo que el Gran Premio a la Libertad de Prensa 2023, que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) otorgó a la periodista mexicana Carmen Aristeguirepresenta el triunfo de la libertad de prensa contra el autoritarismo en la nación mexicana.

Y es que se trata de la más alta distinción que otorga la SIP, y en el caso de Carmen Aristegui, el Comité Ejecutivo y la Comisión de Premios, destacó que la periodista mexicana recibe el reconocimiento por su compromiso y valentía a lo largo de su trayectoria periodística y que, en el último año, pese a las adversidades ha elevado los estándares a favor de la libertad de expresión en México.

El presidente de la Sociedad Interamericana de PrensaMichael Greenspondirector global de Licencias e Innovación de Impresión de The New Times, expresó: la sólida ruta periodística de Carmen Aristegui está anclada en la rectitud, el valor y la inquebrantable vocación de arrojar luz sobre las gestiones de la institucionalidad mexicana, peso a las múltiples fuerzas que intentan callar su voz en un país donde el ejercicio de la prensa libre es objeto de un constante y muy peligroso acoso.

Carmen Aristegui ha soportado el asedio del poder presidencial de todas las tendencias ideológicas que han gobernado en México: el Partido Revolucionario Institucional (PRI), sobre todo bajo el mando de Enrique Peña Nieto; el Partido Acción Nacional (PAN), bajo los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderóny actualmente el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien utiliza todo el aparato propagandístico para desprestigiar y atacar la labor periodística de la comunicadora, quien ha publicado diversas investigaciones sobre casos de corrupción de familiares e integrantes del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, al igual que lo hizo en las pasadas administraciones.

El caso del actual presidente mexicano ha alarmado más, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, por tratarse de un líder de izquierda que elogió permanentemente la labor profesional de Carmen Aristeguimientras buscó el poder presidencial a lo largo de veinte años de opositor, pero que en cuanto asumió el cargo diseñó toda una estrategia mediática desde el aparato propagandístico presidencial para denostar, amenazar y acosar a Carmen Aristegui y a todos los periodistas y medios de comunicación críticos, por el solo hecho de cuestionar su nulo cumplimiento en temas vitales como el combate a la delincuencia organizada, a la inseguridad, a la pobreza, al rezago social, de salud y educación pública; en su decisión de militarizar al país, cuando su ofrecimiento había sido regresar a las fuerzas armadas a los cuarteles.

Pero, sin duda, el principal motivo de acoso a periodistas como Carmen Aristegui, han sido las publicaciones de los casos de corrupción en que han estado involucrados familiares directos del presidente López Obrador, y gran parte de sus colaboradores más cercanos, sin que se hayan tomado medidas para frenar y castigar estas prácticas de abuso de poder, violación sistemática de las leyes y total opacidad en el manejo de los recursos públicos.

La campaña mediática contra la periodista mexicana, desde el aparato propagandístico presidencial ha sido permanente, sistemática, abusiva, ofensiva y mentirosa, buscando desprestigiar a la comunicadora quien, sin embargo, no ha variado su línea editorial de compromiso con la verdad, con la libertad de expresión, la libertad de prensa y con su audiencia, por lo que su voz sigue trascendiendo fronteras, lo cual le ha valido múltiples reconocimientos en Europa y América.

De igual forma, prácticamente todos los organismos nacionales y organizaciones internacionales de derechos humanos y de defensa de los periodistas, se han pronunciado contra las prácticas antidemocráticas e ilegales del gobierno mexicana contra los periodistas, los medios de comunicación, los intelectuales, los defensores de los derechos humanos, contra las madres buscadoras de desaparecidos y contra los defensores del medio ambiente, sin encontrar respuesta y menos compromiso para corregir el camino, ni del presidente mexicano ni de su gobierno.

Desde 1954, la SIP otorga el Gran Premio a la Libertad de Prensa a periodistas, medios y organizaciones del continente americano que se destacan por su férrea defensa y promoción de la libertad de prensa y expresión o que sufren abusos y ataques por su labor periodística, como le ha acontecido a Carmen Aristegui.

El año pasado la SIP concedió el Gran Premio de la Libertad de Prensa a 13 periodistas mexicanos asesinados en cumplimiento de su labor:

Sheila Johana García Oliveros, Yessenia Mollinedo Falconi, Luis Enrique Ramírez, Armando Linares, Juan Carlos Muñiz, Jorge Camero, Heber López Vásquez, Roberto Toledo, Lourdes Maldonado, Margarito Martínez, José Luis Gamboa, Alfredo Cardoso Echeverría y Fredy López Arévalo.

Lamentablemente, el caso mexicano de agresión a la prensa y a los periodistas no es aislado, sino de una práctica que se va generalizando en el mundo, a tal grado que el escritor británico Ian McEwan, considera en su libro Lecciones, dice estamos en una recesión de la libertad de expresión.

IANMcEwan

El autor estima que este libro podrían ser sus memorias y recordó que, siendo joven, Phillip Roth le recomendó: siempre tienes que escribir como si tus padres estuvieran muertos, lo cual ha intentado cumplir hasta ahora a sus 75 años.

En México, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador entró ya a su último año de gestión, pero lejos de mostrar visos de atender las exigencias nacionales e internacionales de respetar el derecho a la libertad de prensa; con su creciente concentración de poder, más bien se perfila a agudizar sus ataques a la prensa libre y crítica, ¿no le parece a usted, estimado lector?