Milagro o tierno roble
(El nombre ya no importa)
Descubro tarde
Al Duende de Lorca
Salido de los libros
Hecho ser con falda y melena
Del siglo pasado y voz más que contemporánea
Como si esa voz saliera de todo su cuerpo
De poeta hecha de hoja de árbol
En algún desierto
O en medio del mar
O medio del mediodía
O en medio de ese cuerpo de su voz
Con ojos color ojos
Como alguna vez se me salió el mejor verso que pude,
Porque ella se convirtió en un segundo
En eso que la poesía busca tanto
Y no logra nunca
Un nunca que se disuelve
Cuando ella enciende su piel
Y las órbitas de pronto
Empiezan a funcionar
Y los relojes
Recién empiezan a tener
Sentido
En las muñecas o en las paredes
Y lo demás se silencia hasta
El propio silencio
Como un postre ilusionado que se nos cae para siempre
Y en este límite
Ella demuestra
Que la poesía recién empieza
Y que sólo la imaginación es la única que se le puede