Mujer Dormida
Desde la noche de niebla y sueño
escribo estos lejanos versos,
maduros como una semilla.
Rodeada y hecha fruto
preciso escribirlos aludiendo al luto.
Tu mente no corpórea
atenta contra mi nostalgia.
Autofecundo letras
–que después son palabras–
para impedir que un día te vayas.
*
Las golondrinas en los postes
Trinan voces de viento
Voces con promesas
Yo adentro les escucho
Y miro su vuelo efímero
Dispersarse por mi ventana
*
En una ciudad descalza
De horizonte pardo
Iluminando por el cuerpo
De una musa que yace dormida
Despreocupada
Oh! Iztaccihuatl de Enero
Descansa en ti la promesa
De despertar un sueño
En tu idiosincrasia
De peces y musgo
Canta el ave