MUROS VERDES DE VIDA Y HUERTO EN CASA

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México es un país de innovación, de grandes tradiciones, pero también de malos hábitos y poca educación en materia ambiental. La contaminación por el uso de automóviles afecta cada vez más al clima, así como a nuestra salud y estilo de vida.

Aunque falta mucho por hacer, existen diversas alternativas para aminorizar los daños por dicha contaminación y casi no hay inmuebles adaptados con ecotecnias, azoteas verdes, huertos intensivos, ornamentales, frutales y con especies endémicas y nativas de la zona del Valle de México.

Los muros verdes son una alternativa novedosa y súper ecológica. Son muros que embellecen y llenan de beneficios el espacio en el que se instalan; básicamente son jardines en las paredes que cuentan con un sistema de auto regado.

Crear un huerto orgánico en casa no es una misión tan complicada como se piensa. Se pueden colocar en azoteas, balcones o algún espacio que se tenga adaptado.

Desde hace algunos años, se implementa esta tendencia y ahora podemos encontrar muros alrededor de todo el mundo, en centros comerciales, casas u oficinas; no hay un límite para esta tendencia eco-amigable.

La forma de funcionar es a partir de que son sistemas que permiten colocar vegetación sobre las paredes y utilizan un sistema de riego automatizado. Están hechas de diferentes componentes e incluso existen agencias que utilizan materiales reciclados, dándole una segunda oportunidad a una basura que tardaría años en biodegradarse.

Esta alternativa rompe con cualquier esquema ya que puede ser utilizada para cualquier tipo de construcción, además, no sólo se basa en la estética, también tiene grandes beneficios:

Reduce hasta 5 grados la temperatura de un edificio en verano y en épocas de frío, mantiene la temperatura aislada, lo que te ayudará a ahorrar en calefacción; No atraen ni permiten la proliferación de insectos. Atrapan el polvo y smog; Funcionan como aislante acústico natural; Cada metro cuadrado provee el oxígeno suficiente para una persona, durante todo un año; Embellece a las ciudades; Transforma gases nocivos; Aumenta la plusvalía del lugar y son una buena inversión y no requieren de gran mantenimiento, únicamente la poda estética y aplicación de insecticidas en caso de ser requerido, además de la revisión del sistema de riego y ajuste de tiempos por temporada. Los mantenimientos son menos costosos que los de un jardín convencional.

Por otro lado si te interesa incursionar en los huertos además de los muros verdes se recomienda cultivar hortalizas de autoconsumo, que no requieran de tanto mantenimiento. Las más comunes son: jitomate, zanahoria, pimientos, lechuga y espinaca, además de los frijoles.

La Norma de Naturación en Azoteas dicta que solamente se pueden sembrar plantas con raíces poco profundas, para no dañar de ninguna manera la estructura de los edificios. También se pueden hacer crecer plantas de hoja como la acelga y el cilantro, e incluso podemos producir plantas medicinales como el romero, lavanda, tomillo o la hierbabuena.

Cabe señalar que es necesario contar con un ambiente propicio para el desarrollo de los cultivos, es decir,  con el espacio suficiente para crecer y una  exposición solar adecuada. En el caso de las hortalizas necesitan luz directa, mínimo por cuatro horas. Si no la tienen surge un problema llamado fototropismo y buscarán la luz. Se van a estresar y, por ejemplo, las lechugas crecerán para arriba en lugar de a los lados, y en vez de producir hojas, darán semilla.

En cuanto al lugar, se necesita de al menos tres metros cuadrados para poder adecuar muros verdes. Son zonas adaptadas sobre la pared, donde se colocarán pequeñas bolsas con tierra para sembrar.

Otra buena opción es utilizar botellas de PET, a las que se les abre un orificio lo suficientemente grande para que pueda crecer la planta —sobre todo de hojas, como la lechuga—, y se les pone la tierra y la semilla. Generalmente se cuelgan una arriba de otra, con el espacio necesario entre ellas para su desarrollo. Especies como el chile, la zanahoria, el jitomate, la papa y el betabel; requieren de un sitio más amplio.

También protegen los edificios de las lluvias ácidas y no humedecen las paredes, ya que se instalan varias capas para evitar que se filtre el agua a los muros.