OJO MUCHO OJO

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Querido y aguzado lector, estamos a unas semanas de ejercer nuestro derecho de elegir a nuestros representantes de gobierno, aquellos que habrán de abogar por nuestro bienestar.

Últimamente hemos visto cientos de candidatos en varios Estados contender por cargos federales, estatales y locales; hombres y mujeres tratando de darse a conocer entre los electores que buscamos encontrar algo de ellos, aquel que pueda dar lo mejor para el beneficio de todos.

Desde que el populismo tomó auge en nuestro país, ciertas formas de propaganda política han ido cambiando drásticamente, a mi parecer. El populismo comenzó con movimientos sociales que se basaron en ideologías agrarias y que apelaron una participación del pueblo1,  hacer presente la relación con los gobernantes y el pueblo.

Después como una fase de transición de una economía agraria a una industrial, la cual se distingue por la irrup-ción de líderes carismáticos que ocupan el Estado para promover la industrialización economía  y  establecer  un  orden  político  que  busca  satisfacer  las  necesidades  del pueblo2. Para que hoy pueda observarse al populismo como un tipo específico de lógica política, que  independiente de las condiciones socio-estructurales, se establece en distintos regímenes a causa de diversos déficits institucionales en los sistemas de re-presentación democráticos. 3

Al parecer este modo surge de las necesidades de los pueblos, para promoverse y que aprovecha como dice la última definición, las deficiencias, y poco serias acciones de los sistemas de re-presentación democrática, es decir, que se van formando según nosotros, el pueblo, aunque apuntan los autores Raimundo Frei y Cristóbal Rovira, que esto será independientemente de las condiciones socio-estructurales, aunque otros autores apuntan a que se trata de elegir a una de esas estructuras sociales, la más nutrida, tal vez, la más fácil de convencer.

Y no vayamos muy lejos, recientemente el presidente de México señaló que cierta estructura de la sociedad era la que más lo criticaba, y que se trataba de aquellos que tenían estudios universitarios, comentario que  a más de uno sorprendió, y más a sus seguidores. Pero con esto podemos constatar cómo esta forma de hacer política, ciertamente no es la más inclusiva de todos los estratos de la sociedad.

Además de que al momento de hacer propaganda sí, intentan acercarse a todas las esferas posibles, hoy hacen de todo por encontrarse con el votante, cara a cara, y cabe señalar que el populismo no es propio de las izquierdas, también los de derecha echan mano de esta estrategia; el populismo es un experimento político cuyo surgimiento está relacionado con el fracaso de las elites y que se distingue por la activación de emociones para constituir una entidad colectiva llamada pueblo, intentán-dose así dar vida a un singular modelo de dominación social que debe ser clasificado más allá de la democracia liberal y del totalitarismo4.

Me parece que deberíamos poner más atención en estas formas de gobierno que lejos de presentar un verdadero compromiso con la sociedad parecieran estrategias de marketing para vendernos un producto milagro, y creo, que nos merecemos algo mejor, pues como dirían en términos de mercadotecnia, ya vimos que lo barato sale caro.

Entonces a qué debemos prestar atención, qué es lo que debemos recordar al elegir un representante de gobierno, más allá de su popularidad y su carisma con la gente. Debemos recordar los principios básicos del sistema político, recordar los fundamentos que rigen al Estado, recordarlos y tenerlos presentes en aquellos que aspiran hacer política y me voy a permitir citar el concentrado que hizo Luis Canudas para la Revista de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, al señalar las decisiones fundamentales de nuestra Constitución de 1917, que es la que nos rige:

  1. En el Estado Mexicano, la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo.
  2. En el Estado Mexicano, todo poder público dimana del pueblo.
  3. En el Estado Mexicano, el pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
  4. El Estado Mexicano es un Estado que adopta la forma republicana de gobierno.
  5. El Estado Mexicano es un Estado federal.
  6. El Estado Mexicano es una democracia constitucional de carácter representativo.
  7. El Estado Mexicano reconoce los derechos individuales públicos de los hombres y los derechos sociales.
  8. En el Estado Mexicano existen tres poderes, a saber: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
  9. En el Estado Mexicano, el municipio libre es la base de su división territorial y de su organización política y administrativa. 5

Que no se nos olvide, por favor, tengamos presente lo que construyó esta República democrática.  Muchos han tratado que olvidemos que el pueblo es el del poder, que esos representantes tienen que responder ante nosotros por el trabajo que hacen o dejan de hacer, todo poder público dimana del pueblo, y como dicen popularmente, y para el pueblo.

Además de que debemos tener presente que el Estado no sólo reconoce las garantías individuales y colectivas sino que también está para salvaguardarlas y si tenemos aspirantes a representantes que no cumplen con ello, creo que deberíamos pensar dos veces si deberían merecer nuestro voto, pues aun sin llegar al puesto o sin tener el fuero, violan las garantías y o derechos, como que no pinta muy bien el panorama.

Es importante también que se mantenga la división de poderes para garantizar la soberanía y democracia de nuestro país, pues estaríamos en peligro de caer en un régimen totalitario, ello significaría una violación a la libertad y al correcto funcionamiento del Estado. Así le cueste mucho trabajo entender al mismísimo presidente.

Recordar que el sistema federal no deja en desventaja a ningún Estado y que esta relación no debería estar condicionada por la afinidad de partidos políticos con el de la presidencia. No siempre la disparidad de ideas es sólo caos, muchas veces pueden lograrse acuerdos y si es para un bien común, pues con mucha más razón.

Ojo, mucho ojo, querido lector, no nos dejemos envolver por las propagandas que sólo se quedan en los terrenos del sentimentalismo y el impacto mediático, exijamos verdaderas propuestas que vayan acorde con los principios básicos de las políticas que se eligieron desde 1917 para hacer una nación fuerte, libre y soberana en la que deben estar garantizados los Derechos Humanos, la Soberanía, la División de Poderes, por mucho que le incomode a tantos en el poder; el Sistema Representativo digno de una nación como la nuestra, que lucha por el bien común y la Supremacía de la Constitución.

Vayamos ejercer nuestro derecho al voto lo mejor preparados e informados y decidamos lo mejor para nuestro país, nuestra comunidad, nuestro Estado.

Fuentes:

  1. Frei, R., & Rovira Kaltwasser, C. (2008). El populismo como experimento político: historia y teoría política de una ambivalencia. Revista de Sociología, (22). doi:10.5354/0719-529X.2008.14485
  2. Ibíd.
  3. Ibíd.
  4. Ibíd.
  5. López, E. (2005). La lucha por el poder político en México. Universidad Autónoma del Estado de México.