Oscilaciones del devenir político integran la exposición Por la memoria, por la vida
Las oscilaciones del devenir político y la resonancia de figuras emblemáticas como Emiliano Zapata y el Subcomandante Marcos, vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), forman parte de la exposición Por la memoria, por la vida, del artista gráfico José Eduardo Juárez Garduño, que se presenta en la Galería Yvonne Domenge de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En 30 obras gráficas, el profesor del Departamento de Teoría y Análisis y del Área de Procesos Sociales y Formales del Diseño de esta sede académica expone escenas que dan cuenta de su compromiso político y de su labor como artista visual.
Como lo menciona en la cédula introductoria a la exhibición, la maestra Cristina Hijar González, investigadora de artes visuales en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap), se trata de una serie de “imágenes evocativas, denunciantes, amorosas, técnicas y calidades ricas y diversas, serigrafías en b/n o color a partir de dibujos y collages para compartirnos escenas vitales totalizadoras o detalles significativos que dan cuenta de crudas, pero también esperanzadoras realidades”.
Emiliano Zapata, símbolo de la resistencia campesina, luchador por la justicia social, la libertad, la igualdad y la democracia se erige como figura representativa de la conciencia social del país, como se puede constatar en las piezas tituladas Sagrada es la tierra y sagrados son quienes por ella luchan, Zapata vivo y Zapata vive.
Al mismo tiempo, el Ejército Zapatista a poco más de 30 años de su aparición, se muestra en algunas de las obras para ubicar al espectador en la relación del Estado con la sociedad indígena y los derechos de los pueblos originarios (tal es el caso de La Patria vive y es nuestra, o Basta ya), y con ello, el Subcomandante Marcos de quien se puede apreciar una serigrafía a partir de su escrito Instrucciones para cambiar al mundo.
“Eduardo Juárez tiene a esas dos figuras históricas como un referente para hacer su trabajo plástico, una labor en la que el artista hace énfasis en dejar claros sus propósitos: establecer los canales para ubicar el pasado de la revuelta de 1910, y aquella guerra que ocurrió al final del gobierno de Salinas de Gortari”, considera el narrador y ensayista Andrés de Luna.
En un texto que aparece en la exposición, menciona que Zapata es la gran figura del pasado que aún resuena en las mayorías, y el Ejército Zapatista tiene su auge en Chiapas, y repica por todo el país.
“El artista visual se coloca en el centro de ese islote y crea una serie de presencias, desde el niño que inicia su infancia con la convicción de ser parte de un movimiento, hasta otras presencias de indígenas que están aquí o allá. Todo un movimiento que es envidiable, además los grabados de Eduardo Juárez son envidiables, sobre todo porque tocan áreas que parecían olvidadas o colocadas en el arcón, hoy muerto, de la crónica mexicana”.
En cuanto a las técnicas, están presentes la serigrafía, el grabado en linóleo, donde se utiliza una plancha de linóleo para crear una impresión y la electrografía, procedimiento que reproduce imágenes mediante máquinas copiadoras, pero también procesos más orgánicos como el uso de lápiz sanguina sobre amátl, que confluyen en obras de mediano formato que datan desde 1998 hasta el presente año.
El maestro Juárez Garduño cuenta con una destacada labor como docente, artista ciudadano, activista y promotor cultural, desde la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), la Convención Metropolitana de Artistas y Trabajadores de la Cultura y el Taller de Gráfica Monumental.
Esta exhibición permite reforzar la forma en que la memoria histórica permite conocer el pasado, reconocer y reparar injusticias, además de ser fundamental para construir la identidad cultural de las comunidades, preservar tradiciones, valores y experiencias compartidas, y así fortalecer el sentido de pertenencia.
La exposición Por la memoria, por la vida, se presentará hasta el 30 de mayo en la Galería Yvonne Domenge ubicada en la Biblioteca Ramón Villarreal de la Unidad Xochimilco, Calzada del Hueso 1100, Coapa, Villa Quietud, Alcaldía Coyoacán, C.P. 04960, Ciudad de México.