OTRO BANDAZO CON EL OPERATIVO DE LA FISCALIA Y ANEXOS CON EL AGUA, DENUNCIAN
Un grupo de trabajadores dedicados al abasto y transporte de agua en pipas denunció haber sido objeto de operativos encabezados por elementos de la Marina, el Ejército y la Policía Ministerial, quienes aseguraron sus unidades y catearon domicilios particulares en distintos puntos de la capital mexiquense. Los afectados aseguran que las acciones fueron “arbitrarias” y que el gobierno los trata “como delincuentes” pese a ser “gente de trabajo”.
Israel Gil y Adrián Jiménez, representantes del grupo, expresaron que las medidas del gobierno han afectado directamente su fuente de empleo y a más de 300 familias que dependen de esta actividad en Toluca y sus alrededores. “No somos huachicoleros ni clandestinos. Pagamos el agua y trabajamos con esfuerzo. Solo pedimos que nos dejen trabajar”, señalaron durante una manifestación pacífica.
Los trabajadores se congregaron en al menos cuatro puntos de la ciudad, entre ellos Calzada del Pacífico, Carretera Tenango del Valle, Boulevard Aeropuerto en Tollocan y Avenida Adolfo López Mateos. Desde ahí exigen diálogo con autoridades estatales y federales para buscar alternativas de abastecimiento y regularización de los pozos, sin criminalizar su labor.
De acuerdo con los manifestantes, el rezago histórico en la gestión del agua es responsabilidad de las distintas administraciones públicas que “no han tomado conciencia” del problema. Acusan que el gobierno municipal ha contratado pipas particulares que venden el líquido “al doble del costo” y utilizan agua proveniente de pozos municipales, lo que —según los trabajadores— resulta irregular.
“Queremos un trato digno, que nos escuchen y que liberen las unidades que fueron aseguradas. No pedimos privilegios, pedimos justicia”, afirmaron. También denunciaron que los cateos realizados en domicilios particulares excedieron los motivos establecidos en las órdenes judiciales, pues las autoridades “buscaron otras sustancias” que nada tenían que ver con las investigaciones sobre el agua.
Finalmente, los transportistas reiteraron su disposición al diálogo y exigieron la instalación de mesas de trabajo con el gobierno, tanto estatal como federal, para resolver el conflicto y permitirles continuar con su labor sin persecución.
“El agua es vida y trabajo. No somos rateros ni sindicalistas, somos ciudadanos que solo queremos llevar el agua a la gente”, concluyeron.
 
										
					
