PRESOS
Cuando queremos hacer algo y nuestra voz interior nos dice no puedes,
siempre aparece ella, que al oído nos susurra,
hazlo, arriésgate,
logrando que venzamos,
nuestras propias limitaciones.
Cuando se genera un conflicto de ideas,
un conflicto de lo que sea,
ella aparece y, sin darnos cuenta,
nos dice: Hola, ¡acá estoy!.
No tenemos que ser genios,
para lograr que las cosas sucedan,
porque si la tenemos a ella, y,
nos remangamos las mangas,
podemos lograr hasta lo imposible.
Usualmente los rincones pasan desapercibidos
porque pasamos de frente,
y es ahí donde está ella,
simplemente hay que observar atentamente.
Algunos la llaman la extensión de la física,
porque ella está conformada por números,
que, aunque no se vean,
el truco está,
en saber encontrarlos y descifrarlos.
Considero que no existe ser humano,
que no la lleve a ella en el adn,
la cuestión es que muchos vivimos negándola,
sí, negándola, sólo por temor a ella.
Ella es muy necesaria para sobrevivir,
en este mundo hermosamente caótico,
todos sin duda,
la necesitamos alguna vez,
más bien, diría que siempre.
Todas las artes son susceptibles a algo,
sin embargo,
la música, en especial,
es la más susceptible a ella.
Se relaciona mucho al deseo,
el deseo que tenemos de obtener algo, y,
mientras que el deseo y esfuerzo perduren,
ella,
siempre, vivirá en nosotros.
Ella, nunca nos ayuda a ver,
lo que todo el mundo ve,
pero nos ayuda a pensar,
en lo que nadie ha pensado.
Y como diría Joaquín Sabina:
Qué difícil intentar salir ilesos,
de esta magia,
en la que nos hayamos presos.