¡Quinientas semanas!

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La vida debe ser valorada por la cantidad de oportunidades que nos ofrece; ha sido constante en este espacio tratar de hacer voltear a los lectores hacia rutas más funcionales, buscando dejar de lado aquellas conductas y paradigmas que nos lastiman como personas y como sociedad.

En esta ocasión, se cumplen quinientas semanas de interacción en las que, sin duda alguna, la confianza de los lectores que –semana a semana– me  acompañan en el esfuerzo me ha permitido no cejar en la necesidad de hacer saber al mundo que cualquier situación negativa, por más compleja que parezca, ofrece una luz al final del túnel.

La principal palabra que viene a mi cabeza es gracias; gracias a la generosidad de Guillermo y Ricardo Xavier Garduño quienes confiaron en una propuesta de reflexión que ha permanecido en el agrado del público desde su primera entrega, hace casi diez años, todavía en el Diario de Toluca, aquel impreso de tradición en el Estado de México.

Luego vino un primer cambio de sede al diario Capital Toluca para posteriormente ser parte de la transición a poderedomex.com, espacio periodístico del que orgullosamente soy colaborador fundador.

En todo este tiempo, es claro que la gente sigue faltando a la ética, sigue asumiendo conductas egoístas, sigue buscando ascender a cualquier costo y sigue edificando mundos paralelos en los que el trinquete, la mentira y el abuso parecen el pan de todos los días.

A pesar de todo ese encono en contra, a pesar de la evidente decadencia ética y social –como formador– sigo apostando a que todavía tenemos una esperanza;  las retroalimentaciones que recibo semana a semana de quienes invierten algo de su tiempo para revisar mis puntos de vista dan cuenta de ello. Es común encontrar comentarios en el mismo sentido, coincidiendo en que todo comienza en casa; eso resulta el alimento más preciado de este trabajo de razonamiento que pretende ser colectivo.

Sería ingrato de mi parte no reconocer que en este periodo de aprendizaje, algunas personas han sido generosas conmigo y me han dado, no solo palabras de aliento, sino consejos y enseñanzas que fortalecen lo poco que pueda saber.

Thelma Morales, my friend, Directora del Museo de Culturas Populares de Toluca, quien me presentó con mi editor, Ricardo Garduño.  El propio Ricardo, quien con una sola frase logra sintetizar el sentido de lo que escribo dejándome claro que vamos en el rumbo correcto. Jorge Medina Viedas (QEPD), quien fuese Rector de la Universidad de Sinaloa, Director de RTC, Director de la agencia Notimex y Fundador del Suplemento Campus Milenio, que semana a semana me hablaba y con una honestidad que siempre agradecí no tenía empacho en decirme que el texto había estado flojito.

Gerardo Galarza, otrora subdirector editorial de Excelsior, quien en dos charlas con él dejó una huella profunda sobre el deber ser del periodista –no pretendo decir que lo soy– el escribidor como le conocemos es un referente y, por supuesto, Don Alfoso de Neuvillate y Ortiz, referente en la crítica de arte a finales del siglo pasado, mi tío, quien desde chico inyectó esa necesidad por compartir anhelos, sueños, conceptos.

Finalmente, gracias a ustedes, lectores, porque de nada sirve el esfuerzo sin un interlocutor del otro lado del texto. Gracias por el tiempo invertido, gracias por sus valiosos comentarios, gracias por su estoicismo.

Quinientas semanas que, con la aprobación de todos ustedes, podrán incrementarse aún más.

Amenazo con regresar.

horroreseducativos@hotmail.com