Retos de los gobiernos locales frente a la digitalización de la administración pública.

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Como se ha venido apuntando, la sociedad mexicana está en un proceso de cambio que va más allá de lo político, estoy seguro que actualmente, ha trascendido hacia una participación activa a partir de la apertura digital, un proceso que tiende a despolitizar el ambiente público y a empoderar a la ciudadanía, misma que a pesar de sus aproximaciones timoratas, encuentra respuestas favorables a las expresiones y opiniones que emiten a partir de plataformas digitales.

Hay muy pocos datos para aventurarnos a señalar la influencia en la opinión pública que han tenido las redes sociales y los liderazgos que surgen a través de dichos espacios de discusión, sin embargo, se vuelve que, en su momento dichos datos sean nutridos con los elementos materiales de bienestar de las diversas propuestas políticas, a fin de completar la interacción opinión –  contenido – preferencia. Nuestro país, tiene grandes retos por delante que están marcados por lo local, en una población lleva de talento que requiere espacios para poder llevar a cabo todo su potencial y ahí, están los principales retos de los gobiernos federal y, en particular los locales, a fin de tratar de contener y controlar el discurso público, o, la loable labor de ser el cauce de la representatividad de una sociedad con propuestas altamente efectivas para aportar por su propio bienestar. Es así que, en estos momentos resultan clave las decisiones en torno a la política pública que se desarrollará en los Estados ganadores para adelantar sus opciones políticos y empezar a conformar los liderazgos públicos frente a un ciclo que se cierra y, otro que se abre para la vida pública del país a partir de los aprendizajes de los resultados de las últimas dos elecciones, como la antesala de un nuevo ciclo electoral que marcará el cambio de la política pública federal a partir de las elecciones de la Presidencia de la República, la representatividad popular en el Congreso de la Unión en el Senado y, los Diputados, así como las elecciones de las demás entidades federativas, sus congresos locales y un gran número de ayuntamientos, por lo que, el escenario actual es la antesala del futuro de la voluntad política de nuestro país.

Desde el ámbito técnico, los fundamentos del gobierno digital constituyen una guía pronta que pueden ayudar a los gobiernos de cualquier nivel a impulsar una nueva agenda que cuente con dos efectos, por una parte, la liberalización del discurso público a través de medidas efectivas para dar cauce a la libertad de expresión, y, por otra parte de la fidelización de las corrientes políticas que se verán en un estado de confort, frente a la posibilidad de encontrar un espacio para una participación efectiva, siendo así que, en el escenario de desigualdad, pobreza y marginación existente, la revuelta política y los insumos del gobierno digital, pueden resultar el mejor catalizador para las condiciones efectivas de desarrollo del pueblo mexicano dentro del contexto mundial a partir de la digitalización, el uso de las tecnologías y las ventajas que estas representan.

Es así que, entre los aspectos relevantes a abordar desde lo local, destaco la importancia de los datos abiertos y el gobierno abierto, y cómo el impulso de los datos abiertos puede generar transparencia y participación ciudadana en la toma de decisiones gubernamentales, así como el acceso a la información y la rendición de cuentas son fundamentales para fortalecer la confianza entre el gobierno y los ciudadanos.

En ese sentido, sigue siendo clave la lucha contra la corrupción como un desafío central en la gobernanza digital y explorar cómo el uso de tecnologías digitales puede contribuir a identificar y prevenir prácticas corruptas, así como a fortalecer la transparencia y la integridad en el sector público.

Por otro lado, tenemos que en torno al desarrollo económico y social a través de la innovación el gobierno digital puede fomentar el desarrollo económico y la innovación social, siendo que las tecnologías digitales pueden impulsar el emprendimiento, mejorar los servicios públicos y promover la inclusión social, y, con el gobierno digital se mejora la responsabilidad pública y la inclusión social, ya que el uso de la tecnología puede mejorar la rendición de cuentas gubernamental y fomentar la participación ciudadana a través de la utilización de plataformas digitales para recopilar opiniones y retroalimentación de la población, promoviendo así la inclusión social en la toma de decisiones; así como, también, se vuelve clave la coherencia y coordinación en el uso de tecnologías digitales en todas las áreas de políticas y niveles de gobierno, y la integración de sistemas y datos para mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios públicos.

En ese orden de ideas, se mantiene como clave en un elemento de soberanía, la seguridad y privacidad en la era digital debido a los desafíos de seguridad y privacidad asociados con la gobernanza digital, aplicando enfoques de gestión de riesgos para garantizar la protección de los datos personales y la confidencialidad en los servicios digitales gubernamentales; así como la, sostenibilidad de los proyectos de tecnología digital a fin de desarrollar casos de negocio sólidos para respaldar la financiación y el éxito de los proyectos de tecnología digital, asignando recursos adecuados y garantizar la continuidad a largo plazo de las iniciativas digitales.

Finalmente, estos mecanismos abonan al fortalecimiento de las capacidades institucionales del gobierno para gestionar y supervisar la implementación de proyectos digitales, así como la necesidad de formación y desarrollo de habilidades para adaptarse a los cambios tecnológicos, lo cual, a su vez, debe adaptarse dentro del marco legal y regulatorio en el que se revisen los marcos legales y regulatorios existentes para aprovechar las oportunidades digitales, promoviendo regulaciones adecuadas que fomenten la innovación y la protección de los derechos ciudadanos en el entorno digital.

De manera particular, se observa que se vuelve imperante abordar la desigualdad y acceso a la información, ya que, a pesar de los avances en materia de datos abiertos, existe una brecha significativa en el acceso a la información entre diferentes sectores de la sociedad mexicana. Las personas en situación de pobreza y marginación a menudo enfrentan mayores barreras para acceder y utilizar los datos abiertos. Es fundamental abordar esta desigualdad y garantizar que todos los ciudadanos puedan aprovechar los beneficios de la transparencia gubernamental. Al igual, sobre la participación ciudadana efectiva, aunque el gobierno abierto busca promover la participación ciudadana en la toma de decisiones, es importante asegurarse de que esta participación sea significativa y tenga un impacto real en las políticas públicas. La inclusión de voces y perspectivas diversas, especialmente de aquellos que históricamente han sido marginados, es esencial para abordar los problemas de pobreza, desigualdad y marginación.

Se enfatiza que el combate a la corrupción sigue siendo uno de los desafíos más apremiantes en México. Aunque los datos abiertos pueden ayudar a detectar y prevenir prácticas corruptas, es necesario fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas y promover la transparencia en todos los niveles de gobierno. La implementación efectiva de sistemas de denuncia y la protección de los denunciantes son aspectos clave para lograr avances significativos en la lucha contra la corrupción.

En ese sentido, la estabilidad política y continuidad se da en el marco de la alternancia política en México ha generado cambios en las agendas y prioridades gubernamentales, lo que a veces puede afectar la continuidad de los proyectos relacionados con el gobierno abierto y los datos abiertos. Es necesario establecer mecanismos que garanticen la continuidad de estas iniciativas más allá de los cambios de administración, promoviendo una visión a largo plazo y evitando la politización de los datos y la información pública, y, en torno a las capacidades institucionales, para lograr una implementación efectiva de la gobernanza digital y el gobierno abierto, es necesario fortalecer las capacidades institucionales de los organismos encargados de recopilar, gestionar y publicar los datos. Esto implica invertir en capacitación y desarrollo de habilidades, así como en la adquisición y actualización de infraestructuras tecnológicas adecuadas. Además, se requiere fomentar una cultura de apertura y transparencia en todas las instituciones gubernamentales.

Finalmente, en la sensibilización y alfabetización digital, para asegurar que los datos abiertos y las iniciativas de gobierno abierto sean efectivas, es esencial promover la sensibilización y la alfabetización digital en la sociedad. Muchas personas aún enfrentan barreras para comprender y utilizar la información disponible, por lo que es fundamental brindar capacitación y apoyo en el uso de herramientas tecnológicas y análisis de datos para aprovechar al máximo los beneficios de la gobernanza digital.

Fomento de la apertura y de la privacidad que se vuelven elementos claves del desarrollo en el entorno digital, para lo cual, encuentran con grandes aliados como lo son los organismos garantes locales en materia de transparencia, acceso a la información y protección de datos personales, el Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales y, el propio Instituto Nacional de Transparencia, que, sumándose a la gran voluntad que surge a partir de la sociedad civil organizada, son aquéllos que pueden conformarse como los guías en torno a una nueva forma de gobernanza. Hasta la próxima.