Siempre en diciembre
No he podido dormir, la constante de tu ausencia me inquieta la noche. Si salgo a vagar por las calles frías de este lugar, se me congela el alma, y si me quedo en esta casa, me pongo a repasar los momentos junto a ti. Siempre en diciembre.
En serio resultó trágica la decisión de dejarte, pero era el mal necesario que tarde o temprano tendría que aceptar, me adelante para que fuera menos doloroso para mi , dejar de idealizarte, porque aprendí que con el tiempo ya no estás tan dispuesto a todo, el tiempo también te da para olvidar.
He querido tocar otras manos, mirar otros ojos, sentir otra piel, escuchar otro latido, pero siempre estás ahí, cierro los ojos y quiero verte otra vez y ya no quiero besar otros labios, ya no quiero tocar otra piel. No me dejas dormir, y entonces me parece que el haberte soltado no funcionó, el haberme adelantado no te borró de mi mente, que el tiempo no me va a curar de ti.
No he podido dormir, ya no quiero cerrar mis ojos, porque me veo en tus brazos, deseo que estés aquí, en mis noches y en mis días, que te quedes, conocerte bien, quererte bien o tal vez un día más, unas horas más, pero qué loco pensamiento el mío, aferrarme a un imaginario ¿no es cierto?
Que torpe pensar que ese vínculo fuera algo extraordinario, recíproco,
qué loco pensamiento el mío, y luego entonces, no puedo dormir. Siempre
en diciembre.
¿Cuál es el punto aquí? Si realmente no te conocí. Si tu interés no fue más allá que mi cintura. Si solo de mí sabías cuando tenías sed. ¿Por qué me aferré entonces? ¿Qué hay en ti? De tu corazón nunca supe… más que su agitación y parece que así
debía saber.
Cuando logro cerrar los ojos, en mis sueños te apareces, es curiosa tu participación, eres solo espectador, estás en ellos, lo sé, puedo sentirte, y de pronto, te veo, pero es breve, y al final te desvaneces; despierto. Siempre en diciembre
Siempre en diciembre que pierdo la cordura, lucho por no desearte porque no me perteneces, te recordaré y querré lo mejor para ti, con quien estés, en donde estés, porque soy así, y porque no sé qué me diste. Prometo ya no sentir nada por ti…
el próximo diciembre