Soberanía Digital
De conformidad con la UNESCO la gobernanza de internet es un conjunto de principios, normas, reglas, procesos de toma de decisión y actividades que, implementados y aplicados de forma coordinada por gobiernos, sector privado, sociedad civil y comunidad técnica, definen la evolución y el uso de la Red, siendo por tanto un tema prioritario, en el que, dicha organización reconoce el potencial de internet para fomentar un desarrollo humano sostenible, construir unas sociedades del conocimiento inclusivas y mejorar la libre circulación de la información y las ideas en el mundo.
La gobernanza de internet es la nueva política, y, por ende, resulta necesario que los países definan su posición dentro de dicho modelo multistakeholder a fin de preservar su ámbito de representación y de protección de sus poblaciones representadas, coadyuvando en la definición de reglas que permitan una ciber convivencia adecuada, para lo cual, la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información de la Organización de las Naciones Unidas y el Foro Global de Gobernanza de Internet, constituyen los foros de alto nivel para establecer los principales acuerdos sobre las interacciones de las y los cibernautas en el entorno digital.
Así, el modelo multistakeholder constituye a su vez una nueva forma de representación alineada a lo técnico en el que si bien los gobiernos constituyen uno de los sectores definidos dentro de esta agrupación, solamente representan algunos de los intereses en torno al funcionamiento de internet, en un espacio en el que se privilegian las propuestas frente a los discursos, y, si bien, pudiese ilustrar su funcionamiento los principales temas hacia los cuales se enfocarán los trabajos de esta año como lo son la inclusión económica y social y los derechos humanos en internet; acceso universal y conectividad significativa; regulación emergente: estructuras de mercados, contenidos, regulaciones sobre protección de datos, del consumidor, y, derechos de los usuarios; sustentabilidad medioambiental y cambio climático; ecosistemas inclusivos de gobernanza de internet y cooperación digital; y, confianza, seguridad y estabilidad, representan hoy por hoy, los tópicos más relevantes vinculados con la soberanía nacional, y la vinculación de nuestros países con el mundo.
Si bien el concepto de soberanía digital no es tan rígido como el concepto de soberanía rousseauniana, y, es más, pudiese parecer que su reconocimiento en el marco de los trabajos relativos se encuentra fuera de contexto, en el que el poder que ejerce un Estado como Nación se desdibuja frente a las necesidades colectivas mundiales de gestionar un mejor internet, por lo que, se vuelve más efectivo un Estado – Nación que establece propuestas técnicas que favorecen la gobernanza e integración global, que aquel que se avitualla desde lo local con soluciones parciales a fin de esperar que la revolución tecnológica no lo alcance. Sin embargo, en definitiva se vuelve fundamental la labor que realicen los países con sus propias estrategias digitales a fin de definir cuál es el rol que en definitiva adoptarán frente a dicha integración global.
A unos días de la celebración de la gesta de nuestra independencia nacional, y, a un par de semanas del bicentenario del reconocimiento de nuestro país como nación independiente, el ámbito digital se acerca a un nuevo frente en la defensa de la soberanía digital en la que, el 6 de septiembre de 2021, marcó el hito formal de la postura mexicana en el ciberespacio con la emisión de la Estrategia Digital Nacional 2021-2024 y, el Acuerdo por el que se emiten las políticas y disposiciones para impulsar el uso y aprovechamiento de la informática, el gobierno digital, las tecnologías de la información y comunicación, y la seguridad de la información en la Administración Pública Federal.
Creo que, más allá de realizar una crítica en torno al contenido del primero de los documentos mencionados, la estrategia digital de la actual administración es un paso necesario para la defensa de la soberanía digital, y, si bien su lanzamiento a media administración limita en gran parte la posibilidad de que los objetivos trazados en la misma puedan generar el impacto deseado, lo verdaderamente crítico es que dicha estrategia no cubra las demandas soberanas de nuestra planeación a largo plazo, ni nos posicione en el plano global en un horizonte determinado, para lo cual, sería necesario que en este segundo tramo del sexenio las semillas de las intenciones y el enfoque en torno a la autosuficiencia tecnológica cuente con cimientos sólidos queden reconocidas a largo plazo a través de una legislación que permita que el Estado Mexicano dote de carácter a su posición dentro del ciberespacio, entre las cuales, más allá de las medidas planteadas, llama la atención la declaración del principio de soberanía tecnológica que puede catapultar el ingenio y talante de las y los mexicanos, como signo distintivo de su propuesta frente al mundo.
Adicionalmente, la seguridad de la información se ha posicionado de manera estratégica en el entorno digital a través de la gestión de la triada de la seguridad que, ha evolucionado como barrera de entrada a los sistemas para su protección, a una estructura que posibilita los fundamentos del ciberespacio, del ecosistema digital y por ende, de la gobernanza y el gobierno de los datos; por tanto, también llama la atención de manera positiva que las políticas y disposiciones para el aprovechamiento de la tecnología contemplen de manera flexible que las instituciones de la Administración Pública Federal, deberán contar con un Marco de Gestión de Seguridad de la Información alineado a la política general de Seguridad de la Información, que procure los máximos niveles de confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información generada, recibida, procesada, almacenada y compartida por dichas Instituciones, a través de sus sistemas, aplicaciones, infraestructura y personal; dicho Marco deberá contribuir al cumplimiento de los objetivos institucionales, de Tecnologías de Información y Comunicación, regulatorios, organizacionales, operativos y de cultura de la seguridad de la información. La política general de seguridad de la información está orientada a garantizar certidumbre en la continuidad de la operación y la permanencia e integridad de la información institucional.
Condiciones bajo las cuales se han dado pasos importantes en la constitución de una soberanía digital que permita a nuestro país interactuar de manera activa en la gobernanza de internet con una propuesta distintiva de la intervención mexicana en la tecnología y el entorno digital a fin de que exista una expectativa de competitividad y aporte de nuestra creatividad frente al mundo. Hasta la próxima.