Soy un adulto con TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se ha convertido en uno de los trastornos de los que mucho se habla y poco se conoce. Incluso dentro de las escuelas mexicanas, se ha vuelto un concepto utilizado por profesores, coordinadores e incluso orientadores que consideran tarea fácil diagnosticar a todos los alumnos sin argumento alguno.
Generalmente, cuando hablamos de TDAH, en lo primero que podríamos pensar es en los niños. Sí, en efecto, este trastorno se manifiesta comúnmente en ellos y es habitual comenzar a detectarlo cuando se encuentran en edad escolar. Sin embargo, ¿qué pasa cuando dicho trastorno no es detectado en la niñez? ¿acaso ellos crecen y se transforman en adultos con TDAH?
Cabe destacar que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un patrón persistente de conductas que implican tener problemas para prestar y mantener la atención, controlar conductas impulsivas o premeditadas y ser excesivamente activos. En ocasiones se presenta únicamente la inatención, en otras, la hiperactividad e impulsividad, y en otras más, ambas. No obstante, aunque los signos de estos tres factores en los niños son bastante evidentes, ¿qué pasa con los adultos?
De pronto puedes conocer a alguien que no para de mover las manos o los pies, que es muy parlanchín, que tiene serios problemas enfrentando el estrés, que tenga varios empleos y parezca que nunca se cansa, que se enoje o caiga en llanto fácilmente, que siempre esté ocupado o que interrumpe las conversaciones con los amigos o la familia.
Probablemente, también conozcas a alguien que sea desorganizado, que no sepa establecer sus prioridades, que no sepa administrar sus horarios, que no pueda realizar múltiples tareas al mismo tiempo, que pierda las llaves o el celular en cualquier lugar, que parezca tener la mente en otro lugar o que es muy olvidadiza sin razón alguna.
Aunque probablemente ya hayas identificado a alguien cercano a ti que tenga dichas características y exista la posibilidad de que sufra de TDAH, lo esencial es que sea valorado por un especialista en psicología clínica o un psiquiatra, ya que éste es más común de lo que las personas se imaginan. Ser un adulto con TDAH no es sencillo, son personas que realmente se encuentran con muchas barreras para desarrollar una vida plena.
Es importante que las personas cercanas a quien sufre de TDAH comprendan un poco más sobre lo que un adulto con este trastorno enfrenta día con día. Son sujetos que han tenido problemas con la pareja, intentos de suicidio, baja autoestima, problemas en sus relaciones de amistad, en el trabajo, con la familia, en la calle o incluso con la ley. La empatía es la clave para saber comprenderlo y ayudarlo a buscar ayuda profesional.
Lo más importante de todo esto, es estar informados lo suficiente para ayudar a la persona a acudir a una evaluación psicológica y no mal diagnosticar a todo aquel que presente las señales anteriores de nuestro alrededor, siendo similares a otras afecciones como la ansiedad o los trastornos del estado de ánimo. Recordemos que, así como la salud física es sustancial y valiosa, la salud mental también lo es.
La Psicología no puede decir a la gente como deberían vivir sus vidas. Sin embargo, puede proporcionarles significado para un cambio personal y social efectivo.- Albert Bandura