+Tristeza, profundo dolor, pero también solidaridad en el funeral de Walter Antonio Gassire Osorio; se fue feliz, dijo Héctor Eugui, porque comió lo que quiso, los detalles del título 74-75
La frase
Claro que te recuerdo, como parte de los años que viví aquí que fueron ocho, me dijo al saludarla 33 años después
ANTONELLA GASSIRE
Tristeza, profundo dolor, pero también la solidaridad de familiares, amigos, aficionados y compañeros de equipo como Moisés Figueroa, Eduardo Ramos, “Morris” Ruiz, Héctor Velázquez, Mario Medina, Héctor Eugui, Ramón de la Torre en la capilla mortuoria de Walter Antonio Gassire Osorio.
Como en los buenos tiempos de campeones, hubo un lleno total, sin duda lo que dejó “El Flaco” por su calidad humana.
Tanto como jugadores, después como técnicos, la amistad entre Eugui y Gassire fue excepcional, Héctor como director técnico, Walter como auxiliar. Y así fue ahora.
Tras largo viaje desde Ciudad Juárez, donde reside, Eugui se acercó al féretro abierto, platicó unos minutos con su amigo, depositó un beso en el vidrio que los separaba y terminó con una oración.
Luego me dijo: Lo que más gusto me da, es que se fue contento, comió todo lo que quiso. Fue la verdad del amigo.
Después, Mario Medina Rojas, el gran compañero expresó: La alineación campeona, se está terminando, primero se nos fue don Ricardo de León, luego Italo Estupiñán, Luis Manuel Torres Salinas, Javier “Hijín” Cárdenas y ahora Walter Gassire.
Luego hubo una misa de cuerpo presente que terminó con aplausos para el campeón y una porra.
Mensaje de Héctor Eugui: Se ha ido mi hermano, al que amé y sigo amando. Somos de la misma camada, del mismo país, con una vida compartida, con muchas cosas agradables y otras no. A Walter nada se le dificultaba, fue un hombre honesto y con muchos amigos. A nombre de su esposa Patricia y de sus hijos, gracias a todos.
A nombre de la afición habló Pablo Carbajal, rojo for ever. Rojo es vivir, así fue Walter. Gracias por llevarnos a un título, gracias por tus acciones y tu forma de ser. Gracias por tu amor a la camiseta.
Finalmente el cuerpo de Walter fue cremado.
Extrañaré su paso diario frente a mi casa.
SEGUNDA DE TRES PARTES DE LA HISTORIA DE GASSIRE
¿Cómo conjuntó esa defensiva en donde tú no eras portero? diría que eras una especie de líbero y había un trasportero que lo mismo era Torres Salinas o López.
Efectivamente, ellos cerraban, cuando hacía esto, ellos cerraban como último hombre, era todo practicado, mucha gente no sé si te has enterado, entrenábamos sin balón y él te decía, qué aburrido es esto, pero tenemos que hacerlo, porque el domingo lo vamos a hacer y sí lo hacíamos y, lo hacíamos perfecto, sabía cada quién lo que iba a hacer.
Se formó un equipo donde había juventud, veteranos y habíamos medios, vino Roberto Matosas de San Luis, fue extraordinario.
Vicente Pereda empezó el torneo y se lesionó, usted no se preocupe, le dijo don Ricardo yo lo quiero para la final. Vicente habrá dicho en su interior, en la final quién me va a tomar en cuenta, llegó la final y dijo juega Vicente Pereda y diez más.
Era un hombre que tenía personalidad, estaba completamente seguro de lo que hacía, me refiero al profesor de León, por eso todos respondían.
Esa es la anécdota de Vicente.
De Vicente, imagínate qué anécdota, que no estés jugando casi todo el torneo, que el equipo venga ganando y que llegues a la final y te diga juega Vicente Pereda y diez más.
¿Cómo reaccionaron al interior, que había las críticas en la televisión que el cangrejo rojo?
Él sabía cómo ubicarnos, el profesor de León, cuando recién que comenzó a jugar los campeonatos, dice en el centro de campo, fíjese porque casi no había gente al estadio, dijo, cuando voy por la calle hasta los niños me hacen…, ahora no viene nadie al estadio.
A media temporada se van a pelear por un boleto aquí, así fue. Yo no digo, soy un gran admirador del profesor de León, no era un mago, pero sabía lo que hacía perfectamente en bien de todo el equipo y en bien de cada uno de nosotros.
Llegaba a los partidos en la noche en la concentración, a las siete de la noche teníamos la plática, de repente jugábamos contra Cruz Azul y él te hacía sentir, a mí en lo personal que era mucho mejor que Miguel Marín, Miguel era un fenómeno, pero el tipo te hacía sentir que eras mejor y así era con cada uno de los que jugábamos.
Siempre te buscaba el lado positivo, lo mejor de cada quien. Era algo sensacional y también tenía algo importante, él inventó lo de la segunda cancha, el cabeceo en el medio, decía, tenemos que tener una segunda cancha, tanto defensiva, medio y arriba.
Había muchas cosas, él lógicamente debía tener un apoyo, pero como el equipo hacía todo, don Nemesio daba todo también, él sabía que le íbamos a responder, sabía que le estábamos respondiendo.
Era un hombre, don Nemesio muy fuerte de carácter, pero en el cual él sabía que los jugadores se podían brindar mucho más y daban. Realmente por eso, no había gente que a mí en el caso particular, que me impactara, respeté mucho al señor Fernández, mucho, como respeté a todos y quise mucho a don Nemesio, la verdad fue extraordinario.
Llegan a la liguilla ¿cómo lo enfrentaste?
Esa fue otra de las grandes jugadas del profesor de León, empezamos la liguilla en México y perdimos, pero venimos a Toluca y fue cuando ganamos a Cruz Azul, después fuimos a León a jugar contra Curtidores, cuando le dijo al negrito Ítalo Estupiñán, vas a alinear, pero no vas a jugar, bueno iba a jugar lógicamente, vas a jugar de extremo derecho, porque te van a seguir y vamos a dejar todos los huecos por en medio para que entren Figueroa, Cárdenas y vamos a ganar a Curtidores.
Hicimos pedazos a Curtidores. Son las grandes genialidades que tenía, después vino Curtidores, ganamos y llegó la gran final con el León, estaba ahí la gran disputa entre el profesor de León y el Pulpa Washington Etchamendi, era un director técnico uruguayo también, donde había un gran pique entre ellos dos.
Triunfó el profesor de León, le ganamos y fuimos campeones.
¿Qué pensaste esa tarde, la más lluviosa, 26 de junio 1975?
Cuando eres campeón, se ven coronados tus sueños, adquiriste jugar profesionalmente y eso es el sueño de todo jugador, ser campeón, ahí están todos los logros que buscaste, que luchaste.
En aquel momento no teníamos navidad, año nuevo, porque tenías que jugar dejabas a la familia, a tus hijos, a todo el mundo, realmente son sacrificios que la gente no ve, van a un partido de futbol, la onda es que deja muchas veces todo por un ideal, un profesionalismo que tienes que tener y quieres ser campeón.
Fue un gran logro, porque era decirle al profesor de León, cumplimos; don Nemesio, ya cumplimos; señor Hank González ya cumplimos y afición, ya cumplimos.
Es un gran sueño, algo que uno no lo puede olvidar nunca, por eso dirás por qué ustedes la gente los quiere, nos quiere porque dimos todo, por eso.
¿Cuándo viste lluvioso qué dijiste?
Cuando llovió dije ya somos campeones. A todos los porteros les dispara jugar en la lluvia, a mí me valía gorro, porque teníamos confianza en el equipo, luego veías el estadio lleno, puras cosas azules en lugar de rojas, muchas mujeres, todos cubriéndose, un aguacero que estaba cayendo impresionante, fue muy bonito.
Después el festejo, la gente, la ciudad.
Cómo viste al profesor de León, hay una foto con los brazos extendidos, como que desbordó la emoción.
Muy emocionado, porque era un hombre que luchó mucho por ser lo que fue, en Uruguay también, una persona muy reconocida, pero el ser campeón demostró a él mismo que nunca estuvo equivocado, a pesar de las críticas que hubieran en su momento, que todos sabemos por qué fueron y cómo fueron, de que su sistema daba resultados, al punto que fue campeón.
Lo absurdo de la televisión es que dijeron, es defensivo y mete el equipo 54 goles.
Había que inventar un algo, a nosotros nos querían eliminar, el América quería que nos cayéramos y que nos viniéramos para abajo, cuando veían ellos que no iban a calificar, buscaron bajo todo.
Respeté muchísimo y tuve la oportunidad de platicar con él, lo quise mucho porque era una excelente persona a don José Antonio Roca, fue el que dijo en su momento el Toluca apesta y después sacó la televisión que los Cangrejos rojos, porque fuimos a Guadalajara a ponernos junto a los famosos Leones Negros, aquellos 19 fuera de lugar, imagínate.
Como eso en cada partido sucedía.
Nunca se pusieron a estudiar la verdad, el sistema.
No había manera de estudiarnos, te voy a decir por qué, porque hoy el equipo jugaba saliendo y otras veces ya te esperaba, todo era el mando que pudiera decirles, salimos, no salimos y la línea estaba tan segura de lo que hacía, ellos confiaban mucho en lo que yo hacía y yo confiaba totalmente en lo que ellos iban a hacer.
Dominábamos el sistema perfectamente, sabíamos quién era lanzador del equipo rival, quién nos podía hacer daño con tiros de media distancia, quién podía cabecear, porque el profesor de León nos decía todo.
Aparte cuando estás metido tienes que estudiar al rival y ya sabía el Pata Bendita te agarraba la pelota, te iba a meter zurdazo de donde estuviera, porque le pegaba como caballo.
Todo esto lo tienes que saber, entonces cuando llegamos a la final, llegamos completamente preparados en que íbamos a ganar y sí, fuimos campeones. Luego el festejo.
Nos siguió el profesor de León, cosas que te vienen a la memoria, son tristes y a la vez de no querer, al profesor de león lo fueron a buscar, en su momento que fueron a su casa Fernando Corona, que estaba de presidente y otros, porque el profesor fue a buscarme, cuando terminan la junta.
Le salieron en aquel momento, el profesor le dijo, cuánto creen ustedes que vale mi trabajo, háganme un contrato nuevo, entonces parece que le dijeron una cantidad muy baja, entonces eso vale mi trabajo, gracias señores por haber venido.
Gracias por haber venido. Era un hombre que tenía muy bien puestos sus pantalones en lo que te iba a decir, no arregló y me dijo Walter te voy a encargar que la escuela de los niños porque yo me voy.
Sí, porque no me dieron contrato.
De ahí sucedieron muchas cosas, vino un entrenador Carlito Peters, un buen hombre, pero que no conocía el sistema para nada y por más que tratábamos de ayudarlo, él quería a veces imponer alguna cosa diferente, de lo que hacía con el profesor de León, pero era imposible.
Se fracasó y así se vinieron una sucesión de fracasos, cambio de entrenadores, el nefasto José Gomes Nogueira, todo ese tipo de situaciones.
Realmente llevaron a que el equipo del Toluca, hasta que después llegó Marik que más o menos acomodó un poco la cosa, no se lograron campeonatos, pero buscó, el equipo calificaba, pero ya no fue aquella arrasar que teníamos como equipo en su momento.
Tú conociste la historia de un lado, yo la conocí del otro, pero es coincidente, porque yo me la jugué diciendo de León se va, y todos los demás Corona al día siguiente dijo, no, se queda, yo insistí se va, porque a mí me había dicho lo mismo que a ti y se fue.
Se fue. Fue lamentable, porque Toluca podía haber seguido haciendo historia, porque estábamos los mismos, jugábamos prácticamente de memoria los partidos, el que venga otra gente también lo respetas y tratas de apoyar y toda la onda, pero no es lo mismo, después de todos los trabajos que hubieron, todo lo que se hizo.
El profesor de León un día dice, no me acuerdo cómo terminamos creo que perdimos allá, entonces dijo no podemos ir más a León en camión, son seis horas llegamos cansados y al otro día no es el mismo rendimiento.
Corona tenía una agencia de viajes, dijo, tenemos que ir en avión a León, fuimos a León y fue cuando fuimos campeones.
Después les dijo, cuál es el mejor hotel de México, mejor hotel, el Camino Real, tenemos que ir al Camino Real, porque o me voy al hotel Lisboa, no sé si recuerdas, era un hotel mucho más chico, nada que ver.
Que por lo general todos los equipos se hospedaban en el Lisboa, Marbella, hoteles muy parecidos, cercanos, fuimos, fue cuando fuimos campeones.
De ahí empezó la historia de los buenos hoteles en los equipos mexicanos, desde ahí empezó todo eso.
Además la rivalidad con el León a través del técnico, era un equipazo el León.
Era un equipazo, pero equipazo. El gran duelo que tuvieron Walter Daniel Mantegazza y Vicente Pereda, fue extraordinario, se dieron con todo, Daniel Mantegazza no se rajaba, ni tampoco Vicente se rajaba para nada.
Fue impresionante Vicente, fue campeón y Mantegazza reconoció, a mí no me dio mi abrazo cuando termina el equipo.
Un equipo difícil, los Ayala, Razo.
Suavecito Razo. Habías visto en Uruguay alguno así.
Allá también se cuecen aparte. Aquí se dieron con todo y nadie se rajó, tanto León como nosotros queríamos ser campeones, pues nos tocó a nosotros, fuimos campeones.
El Pulpa Etchamendi, entró al vestidor y agarró un refresco y lo rompió, de lo enojado que estaba de la calentura, rompió el espejo, ahí donde te arreglabas, te peinas después de un partido, entró enojadísimo, porque había ganado el profesor de León.
Para él era un fracaso, para el profesor fue la gloria. Son cosas muy bonitas, lo que sucede a través de un campeonato.
Luego, sales del Toluca.
Sí, salí del Toluca. Cuando viene José Gomes Nogueira, trajo a Didi Rodríguez, un día me llamó y me dijo, tiene que ir al Santos de Brasil, está todo solucionado y usted tiene que irse, le dije, perdóneme pero yo no voy ni al Santos de Brasil ni a ningún equipo, tengo contrato con el Toluca y me quedo en el Toluca.
Pero ya está todo solucionado con el Santos y tiene que irse; no, no me voy, no me fui.
Helmuth Senekowitsch dirigía a Tecos, vino con el presidente de Tecos a buscarme, en esa misma temporada, no estaba jugando porque me había limpiado Nogueira, pero quería traer extranjero, nos mandó a la tribuna a seis jugadores, no queremos titulares de desecho, ya no nos quería.
Vinieron a buscarme, Walter queremos que vayas con nosotros, voy a formar un buen equipo quiero llevarme a Agustín Manzo, quiero que ustedes nos hagan favor de ir.
Nos ofrecieron muy buen dinero en aquel momento, no quiero presumir, les dije que no, que no me quería ir del Toluca y no me fui, hasta que después sucedió lo que tenía que suceder, corrieron a Nogueira, porque no sólo era un pedante, sino que no sabía nada, lo único que hizo fue separar totalmente un equipo como Toluca.
Separaciones entre los jugadores, porque él se puso a muchachos jóvenes, se unieron, todos los veteranos diríamos ya estaban fuera, fue un desastre lo hecho por este hombre, hasta el punto que cuando le pide la renuncia Fernando Corona, tuvo que sacar hasta un revólver, porque el tipo era un imbécil, un sinvergüenza.
Se va y después llega Jorge Marik, habla conmigo, ya había vuelto a jugar y toda la onda, quería que fuera el hombre que llevara las riendas del equipo, por la trayectoria que tenía.
Nos llevábamos muy bien, pagué un café aquí en el centro, en Woolword, una tienda frente al hotel San Carlos y ahí fuimos a tomar un café en aquel momento, ahí estuvimos platicando.
Realmente se llevó muy bien conmigo, teníamos una buena relación y tuvimos buenos resultados en el aspecto deportivo, fue un buen año mío también.
Llegó un momento en que quisieron traer un jugador, que después lo trajeron, un portero que estaba retirado en Bolivia, era argentino, pero había jugado en Bolivia, fue un negociazo lo que hicieron, se llamaba Ortiz.
Salí por un problema con el señor Marik, porque yo traía jugadores en aquel momento, compañeros que no tenían la posibilidad de tener un carro, vivían medio lejos, yo pasaba por ellos y los traía y un día llegamos tarde al entrenamiento, un día antes, jugábamos contra Atlante al otro día en México, llegaba un poco tarde al entrenamiento.
Reunió a todos dijo, hay algunos que se creen líderes, esas cosas que lo agarré mal y sabía que la pedrada venía para mí. Cuando terminé el entrenamiento lo llamé y ya íbamos a llegar hasta los golpes y separado del plantel y el día martes por orden de don Nemesio me entregaron mi carta, Toluca fue de las primeras cartas que regaló, sino es que la primera.
Me la dio, porque lo que había hecho en el Toluca hacía tanto tiempo, esa fue mi salida por la puerta de atrás, lamentablemente.