Una poeta en Perú

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Ella, la poeta, cuando un verso, una imagen, una idea, una reflexión, la sacude y la despierta en la madrugada si el reloj marca ese tiempo congelado, hace el esfuerzo, prende la luz –me imagino que es una lámpara– y apunta el verso,  para no olvidarse, como si fuera un apostolado, y eso es lo que es para ella, un apostolado donde la capacidad de asombro es perpetuo y anida en ella, encarnando en lo cotidiano aquella materia prima que las entregadas a la poesía, como ella, no descansa como quien vive en un verso.

Ale Pastore es el seudónimo de Alessandra María Chávez Maggi. Limeña, de 45 años. Nació el año 1,975, en plena dictadura militar. Ha estado por México, Argentina, España, Estados Unidos, Chile, Panamá, Costa Rica. Es profundamente amable. Es Comunicadora social y trabaja como agente inmobiliaria. Parece una dama del siglo XVIII por sus modales tan amables, pero de avanzada y de una vanguardia actual inclasificable. Es escritora a y de tiempo completo. Actualmente prepara su segundo libro. Sobre la pandemia apunta:

Acercamiento a las emociones y aceptación de las mismas con más resiliencia, compasión y bondad.

A manera de declaración de principios, remata:

Poesía escrita por hombres y mujeres. ¿Existe alguna diferencia? La poesía es una sola, la calidad de un poema no se mide por el género; sino que, se debe medir sin distinguir sólo su sexualidad.

Sus poetas:

César Vallejo, Luis de Góngora, José Santos Chocano, San Juan de la Cruz, Eugenio Móntale, Emily Dickinson, Stephan Mallarmé.

Su poesía es complejamente sencilla, y parece esculpida, pero fluye natural como la naturaleza, como la suya. Hechas las generales de ley de una presentación, esta pequeña semblanza, aunque no alcanza para presentarla, hace el intento.

Ale Pastore

Otra muestra de su poética;

TODO AQUELLO

Mis manos atan los versos,

y mi mente se expande

en un pensar que alarga el tiempo.

Soy hecha de campos floridos,

una sombra en la hierba,

el prolongar de lo minúsculo.

Pululo,

emerjo,

broto,

bajo esos árboles de infancia,

atiendo a su fragancia en el recuerdo

y huyo en busca de todo aquello

que me retorna.