+Viva la historia, la historia viva del Toluca, reunión con ex jugadores; invita Melissa Vargas a hacer jardines polinizadores; murió Héctor Guevara Ramírez
La frase:
En nuestros recuerdos, las historias de nuestras vidas desafían la cronología, se resisten a la transcripción: el pasado tiende una emboscada al presente y el futuro se apresura a ser historia.
Anthony Doerr
SENSIBLE DECESO: El domingo por la noche, falleció un político priista de larga trayectoria Héctor Guevara Ramírez, quien deja un gran legado en cuanto a campañas políticas y también en trabajo académico.
Destacó por su oratoria, lo que le valió llegar a una diputación local y una federal, así como a la presidencia municipal de Coacalco. Era gran amigo de Juan Manuel Martínez Nava y de Isidro Rivas Juárez.
Descanse en paz y un abrazo sincero a su familia.

INVITA MELISSA: La diputada federal Melissa Vargas Camacho, hace una atenta invitación a la ciudadanía del municipio de Toluca, para participar en lo que se llama Rescate de espacios públicos.
Se trata de poner un granito de arena al generar, cada semana un jardín polinizador de bolsillo, que tendrá tres objetivos.
1 Generar un espacio para alimentar a las abejas.
2 Mejorar la imagen urbana.
3 Fomentar la participación vecinal y comunitaria.
Si tiene usted, amable lector, un espacio pequeño que se pueda convertiré en jardín polinizador, avísele a la diputada y le dirá cómo hacerlo.
VIVA LA HISTORIA, LA HISTORIA VIVA DEL TOLUCA
La idea fue de Rafael Pery Martínez y de Pedro Venegas el famoso perfil de águila como le bautizó el desaparecido cronista de radio y TV Ángel Fernández. Celebrar los 50 años de la creación de la Escuela de los Diablos Rojos del Toluca en la ciudad de Guadalajara. Aniversario que se cumplió en el 2020, pero que se suspendió por la pandemia.
La reunión fue en la Fonda Don Carlos, en Melero y Piña 400, propiedad de Héctor Ang sobrino del famoso Pepito Ang (dueño de lo que fue Lerdo Chiquito), durante muchos años cocinero ahora se le diría pomposamente chef del Deportivo Toluca.
Pero esta vez no se reunieron sólo ex jugadores de la Escuela de Guadalajara, sino de la de México que manejó Luis La Negra Gutiérrez y surgidos de otras partes, incluida Toluca.
Fue un gusto platicar con Gustavo Calderón, uno de los jugadores surgidos de Toluca, que quizá tuvo pocas actuaciones con el cuadro titular del Toluca, pero con goles de gran manufactura, con otro toluqueño Gerardo Quintero, un gran defensa central, que como le hace falta al Toluca en estos tiempos un elemento de su calidad.
Quintero formó parte del Toluca en la temporada 1984-85, al lado de Marco Antonio Ferreira, Javier Mendoza, Octavio Becerril, Edmundo Núñez, Gerardo Arana, Pedro Munguía, Roberto Gómez Junco, Darío Siviski, Ricardo Dabrowski, Juan Carlos Paz, Pascual Vilchis, Enrique Hernández, Odelio Olmedo, Alvaro Torres, Juan Manuel Ruiz y Gustavo García, entre otros.
Con Vicente Munguía Hernández, quien es hijo de un reconocido juez de distrito Vicente Munguía.
Vicente fue portero del Toluca y a su retiro estuvo dirigiendo fuerzas básicas de Tigres y también fue entrenador de porteros. Ahora es un consumado escritor, tiene dos libros: La poesía es superarte y Te confieso.
Con Ramón de la Torre, de los surgidos en la escuela de Guadalajara de Don Rogelio Becerra Mancilla, ha sido entrenador en la UAEM en diversos equipos, tanto en Segunda como Tercera División, un gusto recordar su velocidad, su marca y el fluir de su melena dorada bien en la lateral izquierda, bien en el medio campo.
De Mario Medina Rojas, hoy dueño de un restaurante en la Ciudad de México. Era un extremo derecho bullidor y de gambeta exquisita que se adueñó del puesto que iba a ser del primer paraguayo que hubo en el Toluca Severiano Irala y que resultó un petardo proveniente del Panathinakos de Grecia, como ahora Brian Samudio, paraguayo procedente de Turquía, aunque ahora no surgió ningún Medina.
Volver a hablar, después de más de 40 años, con Pedro Munguía Munguía, también de la Escuela tapatía, originario de Tecalitlán, de donde es el Mariachi Vargas, famoso desde las películas de Pedro Infante y a quien Ángel Fernández, le encontró la designación en la alineación del Toluca y de la Selección Mexicana Estorbo, pero para el contrario, porque no dejaba pasar ni el aire.
Recordamos aquella anécdota con el técnico Jorge Marik Kuska, quien marcó una época en el Toluca, porque si bien no fue campeón, entre 1977 y 1982, si le dio presencia al equipo en las liguillas y sobre todo dio paso a una serie de jóvenes, tanto de Guadalajara como del entonces Distrito Federal que no sólo fueron el renuevo del equipo, sino que con sus actuaciones permitieron la venta de las estrellas que le habían dado a los Diablos Rojos el tercer campeonato en su historia, en la temporada 1974-75.
Esa anécdota consiste en que Toluca tenía que afrontar al América de Carlos Reinoso, entonces el ideal para marcar al chileno, era Pedrito Munguía. Don Jorge Marik le dio instrucciones en específico, sobre cómo marcar con eficacia al chileno para no dejarlo jugar y con ello descomponer el sistema de las águilas.
Al terminar sus instrucciones, Marik preguntó a Pedrito: ¿me entendiste? La respuesta fue si, Don Jorge, nada más tengo una duda a quen tengo que marcar, a quen. Y es que Munguía no podía pronunciar a quién. Salvo eso, en el juego, Munguía cumplió con su cometido, no dejó jugar a Reinoso y con ello al América.
De Ángel Ramos, quien se inició trabajando para Fernando Corona en su agencia de viajes en la ciudad de México y llegó al primer equipo del Toluca, como un excelente extremo izquierdo, luego siguió su carrera en Puebla.
Por cierto, en la mesa donde me tocó, recordamos a don Fernando Corona, varias veces presidente del Toluca, que les decía que en mi columna Bola de papel, tiraba muy fuerte, los criticaba duro cuando fallaban, pero tenía razón y sobre todo, decía Corona, es un gran periodista que maneja muy bien la pluma.
Me dio mucho gusto saludar, porque no lo veía hace muchos años, al mediocampista José Antonio Alcántara Herrera, originario de Puebla y quien se inició jugando en la Tercera División con el San Mateo Atenco, era durísimo en la media cancha. Uno de los impasables. También jugó en Santos Laguna y es director técnico.
Fue un ambiente agradable, de muchos recuerdos y anécdotas, que nos da para una columna más, el día de mañana.