2 DE ABRIL, DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL

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Desde 1967, la Organización Internacional para el Libro Juvenil ―IBBY por sus siglas en inglés― promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, el día 2 de abril, coincidiendo con el natalicio del escritor danés Hans Christian Andersen, autor de algunos de los personajes más populares de la literatura infantil, como La Sirenita, Pulgarcito, La Reina de las Nieves o El Patito Feo.

Desde que se estableció esta celebración, una sección nacional de la IBBY tiene la oportunidad, cada año, de ser la patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y Juvenil. Para ello, selecciona a un escritor y un ilustrador representativo de su país que elaborarán, respectivamente, el mensaje y el cartel que se dirigirá a todos los niños del mundo. Esto, con la finalidad de promover su celebración y el fomento de la lectura en las bibliotecas, centros escolares y librerías de las ciudades y localidades en los diferentes países. Este año le corresponde a la sección de Japón, que difunde el mensaje de la escritora Eiko Kadono, bajo el lema “Surca los mares con las alas de tu imaginación”, ilustrado por Nana Furiya.

A lo largo de la historia, muchos han sido los libros que han influenciado la imaginación de los niños en todo el mundo, convirtiéndolos en adultos que no han dejado de imaginar, crear y hacer sus sueños realidad. En este sentido, los testigos de Jehová consideran que es muy importante iniciar a los más pequeños en la lectura, desde que son bebés, leyéndoles en voz alta acerca de su Creador, acurrucados en su regazo o cuando van a dormir, e invitándolos, con el ejemplo, a que puedan ir leyendo por ellos mismos, tan pronto como sean capaces de hacerlo. Para ello, han editado y publicado numerosos libros para los niños como son, Mi libro de historias bíblicasAprendamos del Gran Maestro o Lecciones que aprendo de la Biblia y, para los jóvenes y adolescentes, otros como Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volúmenes 1 y 2).

En un mundo en el que cada vez hay más distractores presentes de tipo audiovisual y pasatiempos infinitos que no siempre son la mejor opción para los más pequeños y jóvenes, la importancia de fomentar la lectura se vuelve cada vez más vital y urgente. Un libro, en manos de un niño, es un universo inagotable de oportunidades para que haga volar su imaginación. A diferencia de una película o una serie ―donde alguien más ya imaginó cómo se ven los personajes― cuando un niño lee una historia de un libro, es él quien tiene que darle voz a esos personajes, elegir la textura de sus vestimentas, el olor del lugar donde suceden los hechos, la tonalidad de los colores del paisaje y tantos otros detalles que hacen que su pequeño cerebro en desarrollo haga múltiples conexiones neuronales, con el simple hecho de sentarse con ilusión y concentración frente a un libro.

La lectura les ayuda a pensar por sí mismos y a ser mejores personas, puesto que aprenden a empatizar y a ponerse en el lugar del otro. Asimismo, los libros también pueden convertirse en grandes maestros, puesto que encontramos en ellos valores que sirven para forjar hombres y mujeres de bien. A este respecto, la Biblia es un libro que constituye, para el ser humano, un manual de vida como ningún otro. Podríamos decir que es la obra de referencia a la que acudir para resolver todas nuestras dudas existenciales ―como niños y como adultos― puesto que ahí encontraremos respuestas a todas y cada una de nuestras inquietudes, de la mano del único ser en el universo que tiene el poder y la voluntad de resolverlas: nuestro Creador, Jehová Dios (Jehová es el nombre propio de Dios, que aparece más de 7000 veces en los escritos originales de la Biblia).

Es por ello, que los testigos de Jehová lo invitan a acceder a la página web www.jw.org donde encontrará información en más de 1.000 idiomas, así como libros, dibujos e infografías infantiles, que ayudarán a potenciar la imaginación de sus pequeños, aprendiendo valores que forjarán su personalidad y les serán útiles durante toda la vida.