Bienvenido este año 2023 que inicia
Espero que haya seguido hasta aquí todas las recomendaciones que he tenido a bien proporcionarle y que, estoy seguro, le ayudarán a enfrentar con bríos este incipiente ciclo.
Este primer mes, se caracteriza por la llamada cuesta de enero que como bien lo indica su nombre es una pendiente imaginaria que cuesta trabajo subir o escalar, ya que uno lleva como lastre, los gastos de fin de año y la temporada decembrina; como por ejemplo, los gastos que representaron los regalos para las diferentes reuniones y famosos intercambios; los gastos que sufragó para la cena, o cenas de fin de año, las botellas de vinos y licores, los viajes, los pagos de deudas, el ponerse a mano con algún familiar que le haya prestado dinero, etc.
Vamos a suponer que esta cuesta le costará subir, espero que no, pero de ser así, esta columna no tendría razón de ser.
Recuerde que la principal recomendación para enfrentar esta cuesta de enero y otras vicisitudes, es haber guardado un poco de lo recibido. Ya que es común que las personas que reciben un salario, es decir, asalariadas, les juntan sus quincenas en el último mes del año, y la siguiente quincena la reciben hasta la segunda mitad del mes. Esta brecha en la que muchos se comen las uñas se pudo haber evitado si se hubiera actuado con prudencia. Por eso he insistido reiteradamente que el tema de las finanzas personales, es mucho más que sólo los dineros, tiene que ver con la constitución y formación integral de la persona. Es todo un conglomerado de actitudes, vicios, costumbres, personalidad, educación, etc. Y es por ello que debemos trabajar de la mano con otras áreas.
Si es el caso, la recomendación es apretarse el cinturón hasta que reciba la siguiente quincena, recuerde que este mundo capitalista le obliga a vivir de las apariencias y gastar en lo que no necesita. Sea usted más inteligente, piense bien sus comprar, no pasa nada si por esta vez debe consumir una marca más barata de determinado producto, créame, a nadie le importa lo que usted consuma y las empresas lo único que quieren es su dinero.
Así que este es un buen momento para realizar algún cambio de hábito en su consumo, algún rompimiento de paradigma para descubrir algún producto o servicio que le puede beneficiar en el aspecto económico y, quién sabe, quizá en otros más.
No tenga miedo, que no le importe el qué dirán, no pasa nada si por esta primera quincena no va al cine o a ese lujoso restaurante, o no se compra esos bellísimos zapatos que hacen un conjunto maravilloso con esa magnífica bolsa… créame, aguarde, dar tiempo al tiempo; esa bolsa y ese par de zapatos seguirán en el aparador esperándole y si no, seguramente llegarán unos diferentes y hasta más bonitos.
Así que ya lo sabe, para el siguiente fin de año, cuando reciba su aguinaldo, bonos y gratificaciones, guarde un poco, por lo menos lo suficiente para enfrentar los primeros quince días del primer mes del año.
Otra sugerencia es ir guardando cada quincena o semana, durante todo el año. Los beneficios son magníficos. De eso hablamos la próxima.
¡Feliz 2023!