Criptorregulación financiera
En el inicio de 2022, tal como lo marcan las tendencias de los primeros días que, eventualmente por su impacto podrán servir de cabañuelas digitales, en este año, además del metaverso, encontramos los riesgos latentes a partir del avance de la computación cuántica que eventualmente cambiará el ecosistema de seguridad en el ciberespacio, particularmente respecto de la economía digital que se abre espacio dentro de las criptomonedas, criptoactivos y las finanzas descentralizadas, que a su vez, representan la tendencia hacia las cuáles se orientan las Fintech y el OpenBanking, y sin duda, constituyen los esbozos de una nueva economía basada en una nueva gestión financiera.
Es así, que, con independencia de que esta computación cuántica pueda literalmente generar una gran caída en los criptoactivos, una vez que se corrobore el alcance del procesamiento de estos nuevos dispositivos, uno de los problemas que más rondan en torno a esta temática es la validez de dichos esquemas en la economía actual a través de su reconocimiento por parte de los gobiernos, que, vale señalar, no genera consensos ante los intentos nacionalistas de prohibir ciertas criptomonedas para implementar las propias, como si de emisión de papel moneda se tratara, lo cual, si bien técnicamente resulta factible, también lo es que pone dudas serias la hoja de ruta que deben seguir los países e instituciones financieras sobre cómo llevar a cabo la gestión de las finanzas dentro del ciberespacio.
Esencialmente las criptomonedas pueden definirse genéricamente como criptoactivos, es decir, todos aquellos insumos dotados de valor controlados principalmente a través de tecnología de cadena de bloques o blockchain, el cual es el ecosistema de las finanzas descentralizadas, que a su vez, representan un concepto más amplio que engloba todas las actividades referidas a criptoactivos y a los medios de pago a través de las tecnologías, aún y cuándo, no necesariamente se refiera a tecnología de cadena de bloques.
Los retos de la regulación no se encuentran en su desarrollo, sino en su enfoque, puesto que tomando como referencia por una parte el Foro Económico Mundial (WEF), y por la otra, la del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), coinciden en que las finanzas descentralizadas representan una gran oportunidad al referir que modificarán las formas tradicionales de financiación mediante la reinvención de los servicios financieros tradicionales, garantizando la equidad, la interoperabilidad, la transparencia y la confianza en la gobernanza de la tecnología de contabilidad distribuida, y acelerar los cambios necesarios para que esta tecnología alcance su máximo potencial.
Blockchain, una tecnología de etapa inicial que permite el almacenamiento y la transferencia de información descentralizados y seguros, podría convertirse en una herramienta poderosa para el seguimiento y las transacciones que pueden minimizar la fricción, reducir la corrupción, aumentar la confianza y empoderar a los usuarios. Si bien aún son incipientes, las criptomonedas basadas en tecnologías de contabilidad distribuida han surgido como puertas de entrada potenciales a la creación de nueva riqueza y disruptores en los mercados financieros. Se están explorando otros casos de uso revolucionarios en casi todos los sectores, desde la energía y el transporte hasta los medios. Las tecnologías de contabilidad distribuida tiene el potencial de transformar sistemas enteros, pero también enfrenta desafíos, incluida la falta de interoperabilidad, amenazas a la seguridad, centralización del poder y falta de voluntad para experimentar debido a un exceso de publicidad reciente.
Un enfoque sistémico e inclusivo de esta tecnología puede ayudar a garantizar que todos, desde los miembros más marginados de la sociedad hasta los más poderosos, se beneficien de su potencial transformador.
Así, que con el objeto de facilitar la emisión de políticas públicas y regulación sobre finanzas descentralizadas a mediados del año pasado se puso a disposición una caja de herramientas para orientar a los gobiernos (https://www3.weforum.org/docs/WEF_DeFi_Policy_Maker_Toolkit_2021.pdf), sin embargo, tampoco puede perderse de vista que la falta de consensos de los gobiernos en torno a los activos virtuales y la gestión de las finanzas descentralizadas también han generado un riesgo latente en torno a su uso lícito, a fin de evitar riesgos en materia de lavado de dinero y prevención de terrorismo, sobre todo si se considera que los criptoactivos son la moneda de cambio de actividades desreguladas, que así como pueden fomentar la innovación, lo mismo facilitan actividades clandestinas o ilegales.
Es así que por su parte la GAFI, refiere que los Activos Virtuales y los servicios relacionados tienen el potencial de estimular la innovación y la eficiencia financiera, pero sus características distintivas también crean nuevas oportunidades para que los lavadores de dinero, los financiadores del terrorismo y otros criminales laven sus ganancias o financien sus actividades ilícitas. La capacidad de realizar operaciones transfronterizas rápidamente no solo permite a los criminales adquirir, mover y almacenar activos digitalmente, a menudo fuera del sistema financiero regulado, pero también disfrazar el origen o destino de los recursos y dificultar que los sujetos obligados identifiquen las actividades sospechosas de manera oportuna. Estos factores añaden obstáculos a la detección e investigación de la actividad criminal por las autoridades nacionales.
Es así que, como parte de las acciones por parte de la GAFI destaca la guía sobre aspectos relevantes y pasos apropiados para la investigación, identificación, incautación y decomiso de activos virtuales. De conformidad con las conclusiones, recomendaciones y prioridades trazadas por los puntos de contacto en la XVII Reunión General de Puntos de Contacto de la RRAG, se desarrolló esta guía con el objetivo de dotar a las autoridades de orden público de herramientas adicionales para la recuperación de activos delictivos y para la cooperación internacional en esa materia. Se espera contribuir a fortalecer las capacidades de las autoridades de orden público para la realización de solicitudes, investigación e identificación de activos virtuales, además de mejorar su desempeño en el tratamiento de una problemática que en los últimos años adquirió una relevancia preponderante.
Guía que entre otros materiales de apoyo, e informes destaca los riesgos derivados del uso de critpoactivos por parte de ciudadanos comunes que pueden no únicamente fungir como riesgos en su patrimonio, sino involucrarles en actividades ilícitas al ocuparles como mulas, o peor aún, hacerlos copartícipes de regímenes u organizaciones criminales que buscan a través de las finanzas descentralizadas un beneficio a partir de las lagunas de la falta de coordinación y homologación internacional respecto a este tema.
Desde dicha perspectiva, si bien resulta importante en principio que los mecanismos de finanzas descentralizadas se encuentren blindados de las afectaciones técnicas que surgirían a partir de los cambios técnicos como la computación cuántica, también debe de buscar el equilibrio de su regulación eficiente sin desincentivar la innovación, pero a la vez con la certeza de la ciudadanía de que no caerá presa de la delincuencia organizada a través de su uso.
Hasta la próxima.